twenty one.

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Heeseung estaba en el receso de su universidad, en unos minutos tendría que entrar a su siguiente clase. Su cabeza estaba apoyada sobre la mesa, bostezaba continuamente y el lunch que le había preparado su padre no había sido tocado. Es más, ahora era Jake quién se lo estaba comiendo.

— Oye Hee, ¿qué te sucede? — preguntó su amigo, Soobin, con preocupación.

— ¿Se acuerdan que les dije que Sunghoon ha estado actuando raro últimamente?

— Obvio que nos acordamos, el viernes pasado lloraste por eso en Sweet Venom. — le recordó Jay.

— La cosa es qué...anoche Sunghoon no estaba en su cuarto, al menos no en la mayor parte de la noche y madrugada.

— Eso si es extraño. Sunghoon no es un niño rebelde, como nosotros. — opinó Niki.

— Bueno, cuando estaba a punto de avisarle a su padre sobre su desaparición, alguien golpeó la puerta de entrada. Era un chico, se llama Jo y me dijo que el sabe que pasa con Sunghoon.

— ¿Y qué es lo que le pasa? — Jake dejó el tapper donde estaba su comida de lado, luego lo miró con curiosidad.

— Jo no me quiso decir. Solo insistió para encontrarnos hoy luego de la universidad y hablar bien, dijo que era un tema bastante delicado como para decirlo en frente de mi casa a la madrugada. Gracias a él no pude pegar un ojo en toda la noche.

Heeseung frotó su cara con frustración.

— Además me quedé despierto para ver cuando volvía Sunghoon. Llegó cerca de las 6 de la mañana, no entró por la puerta principal, al parecer usó su ventana.

— Mierda, eso ya es extremo. Será que Sunghoon está medito en, ya sabés...¿cosas malas? — soltó Jungwon.

— ¡No! — levantó la voz Lee. — No, Wonnie, no. Sunghoon es demaciado correcto para andar metido en las drogas o algo así.

— Bueno, si tú lo dices te creó, lo conoces mejor que yo. — le respondió Yang. — Pero dejá de gritar Hyung, me haces pasar vergüenza.

Los demás chicos rieron al ver el sonrojo en las mejillas de Heeseung.

— Lo siento...

Antes de poder abrir otro tema de conversación, dos chicos altos se acercaron a su mesa.

— Oigan chicos...— la suave voz de Anton se hizo presente.

Anton venía acompañado de un extraño, quién era muy guapo pero mantenía una mirada fría, intimidando un poco a los demás.

Con total confianza, el estadounidense se sentó con ellos, y obligó al desconocido a sentarse a su lado.

— ¿Alguno vió a Nicholas? necesito que me ayude con un proyecto, pero hace días estoy buscándolo y mandándole mensajes, no puedo contactar con el.

— ¿Nicholas? No sé, el está raro también, últimamente falta mucho a la universidad...además, comenzó a juntarse con los idiotas de Maki, Fuma y Koga. — le respondió Jay.

— ¡Eso es verdad! Ya no nos da atención, siempre se escapa para ir directamente con aquellos. — Jake apoyó su cabeza en el hombro de Jay e hizo un pequeño puchero.

— No lo entiendo la verdad...mierda, tendré que hacer el proyecto solo. — bufó Anton.

— Yo te ayudo.

Por primera vez en los últimos minutos, el desconocido habló. Su voz era gruesa y baja, queriendo ser únicamente escuchado por Anton, quién se sonrojo levemente al oírlo.

𝙃𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙖𝙨𝙩𝙧𝙤𝙨 ★ 𝙃𝙚𝙚𝙃𝙤𝙤𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora