𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚𝐬𝐭𝐫𝐨𝐬 𖹭 𝐡𝐞𝐞𝐡𝐨𝐨𝐧

eight.

Cuando llegaron a la casa, Chanyeol mandó a Sunghoon a hacer reposo, mientras él le contaba a Baekhyun todo lo que había sucedido.

Baekhyun se enojó bastante con Heeseung, lo regaño por ser tan descuidado al llevar a Sunghoon a una fiesta como esa.

Y Heeseung no dijo nada, solo soportó los gritos de su padre por unos minutos y luego se fué a su cuarto.

Pero se detuvo cuando estaba por abrir la puerta, en vez de entra a la habitación, se dió la vuelta y entro a la puerta que estaba enfrente de la suya. La habitación de Sunghoon.

Sunghoon estaba acostado mientras mantenía una bolsa de hielo sobre lastimados labios.

— Sunghoon...— pronunció en voz baja, mientras se iba adentrando a aquella pieza.

Los castaños ojos de Sunghoon lo miraron con sorpresa, no dijo nada. Era bastante obvio que no iba a recibir una respuesta, toda su cara se sentía adolorida, no tenía ganas de hablar.

Heeseung se sentó a un lado de la cama y lo miró.

— Escúchame, le dije a tu padre que había sido yo el que te llevó a la fiesta...para no ocasionarte más problemas, ¿sí?

Sunghoon quiso alejar el hielo de su boca para poder quejarse de la decisión que había tomado Heeseung, pero el mayor lo detuvo, apoyó su mano suavemente contra la suya, guiando la fría bolsa a sus labios.

— No hables, te sentirás peor.

Mantuvo su mano envolviendo la del rubio por unos segundos, luego la alejo.

— Sunghoon, no quiero que vuelvas a ir a una fiesta así, tampoco al bar de Leo. Sé qué tienes 17 años, estas en una edad cercana a los 18 y te dan ganas de hacer cosas de chicos grandes. Pero no es bueno para tí, puedes meterte en muchos problemas, y no siempre estaran tus amigos o yo para protegerte.

Sunghoon solo lo miraba con el ceño fruncido.

— Capaz quieras insultarme por regañarte con esto aunque yo era igual a tu edad.

— Heeseung...— pronunció la ronca voz del menor.

— Puedes...puedes tener peores problemas que esté. Te lo digo por experiencia.

La mirada de Heeseung se oscureció y pareció perderse. Eso causo mucha intriga en Sunghoon, pero no tenía el valor ni la fuerza para preguntarle.

— Solo...intenta no meterte en más problemas, no quiero verte lastimado de nuevo.

El corazón de Sunghoon sintió un calido calor al ver la preocupación en la mirada del mayor.

— Ahora te dejaré descansar, pequeño alfa...te veo luego.

Y aunque lo dudo al principio, la mano de Heeseung terminó deslizándose sobre sus cabellos, dejando una hermosa caricia para luego irse.

Dejando a Sunghoon solo, con el pulso a mil.