𝙃𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙖𝙨𝙩𝙧𝙤𝙨 ★ 𝙃𝙚𝙚𝙃𝙤𝙤𝙣

twenty three.

★
advertencia: esté capítulo trata algunos temas sensibles o que pueden causar algo de incomodidad en los demás. si no les gusta, pueden saltearlo, solo eviten comentar cosas malas. <3
★

— Oh Heeseung, amigo mío, ¿qué te trae por aquí? — preguntó con la mejor sonrisa plasmada en sus labios.

Heeseung no le respondió, se quedó callado por varios segundos, aumentando la ansiedad del taiwanés.

— Hijo de puta.

Soltó mientras su puño impactaba con fuerza contra la mandíbula de Nicholas, logrando que se tambaleara hacia atrás. Desconcertandolo por completo.

— ¡Ahg! — se quejó el otro alfa, llevando su mano sobre su zona dañada.

Lee aprovechó para darle un empujón, logrando tirarlo al suelo, y empezó a correr, yendo directamente hacia el cuarto de Nicholas.

Heeseung sentía que había salido victorios aunque sea por un corto tiempo.

Pero...

Heeseung no sabía que Nicholas tenía un As bajo la manga.

Concentrado en encontrar a su alfa, dejo de pensar en el taiwanés, sin siquiera fijarse si lo había seguido por las escaleras o seguía tirado en el piso. Pero el silencio que se escuchó todo ese tiempo si fué bastante sospechoso.

A tropezones logró llegar a la puerta de la habitación y sin dudarlo la abrió, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas al cruzar miradas con el chico que tanto había extrañado.

Park Sunghoon. Su hermanastro. Su chico. Su alfa. Su pequeño.

Lo veía por primera vez luego de varios días y su aspecto no era el mejor. Estaba más delgado, su cabello estaba más largo, sus labios se veían pálidos, y sus hermosos ojos estaban totalmente apagados, ya no tenían el mismo brillo de siempre.

Y estaba...desnudo.

Desnudo sobre la cama de Nicholas.

Las piernas de Heeseung se debilitaron, casi haciéndolo caer. Un miedo inmenso de apoderó de su cuerpo, sintió miedo de haber llegado demasiado tarde. Rogó con todas sus fuerzas para que no haya sido así.

— H-Heeseung...— su voz salió rota y temblorosa.

— Sunghoon...Sunghoon...Mi Sunghoon. — se fué acercando lentamente a aquella gran cama.

— H-Heeseung...h-hyung...

Apenas tuvo al alfa mayor cerca de él, se lanzó a abrazarlo y dejó salir todas esas lágrimas que retuvo por mucho tiempo.

Y Heeseung no dudo en envolver sus brazos alrededor del tembloroso cuerpo, buscando protegerlo y transmitirle un poco de seguridad.

— H-Hyung...¿cómo...

— Jo...el me ayudo a encontrarte. Te sacaré de aquí Sunghoon, lo prometo.

— P-Pero...

Heeseung se alejó levemente del otro alfa, agarrando su rostro, dando pequeñas caricias en sus mejillas rojizas.

— Escúchame bien, te sacaré de aq-

Y una horrorosa carcajada resonó por toda la habitación.

No vino de ninguno de ellos. Fue de la tercera persona que se encontraba en la casa.

— ¿Terminaron su escenita de amor? — la sonrisa sinica seguía sobre los labios de Nicholas. — Oh Heeseung, ¿ahora se te dió por hacerte el héroe? ¡Ja!, definitivamente no te queda. Eres demasiado estúpido, y débil, ¿creíste que con un pequeño golpe podrías vencerme? tan iluso. — y se rió otra vez, mientras caminaba hacia ellos, escondiendo una de sus manos trás su espalda. — No me quitarás a Sunghoon, él es de mi propiedad ahora, ¿verdad? — y su mano libre quiso tocar al menor, pero un manotazo lo alejó.