𝙃𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙖𝙨𝙩𝙧𝙤𝙨 ★ 𝙃𝙚𝙚𝙃𝙤𝙤𝙣

nine.

Al llegar la noche, Sunoo y Yeonjun se fueron a sus casas, dejando a un pensativo Sunghoon acostado en su casa.

Bien, había sido un completo idiota con Heeseung, y por una razón muy tonta. Le había enojado que Heeseung mirará a sus amigos en vez de a él.

Heeseung tenía todo el derecho de ver a bonitos omegas, aunque sean sus amigos, él no podía reclamarle nada ya que también estuvo hablando mucho con Nicholas, quién es amigo del pelirrojo. Si alguien tendría que molestarse, debería ser Heeseung, no él.

Se sentía avergonzado, se volvió loco solo por no tener la atención de Heeseung, ¿qué mierda significaba eso? ¿por qué se enojo tanto solo porque el mayor no lo miró? había hecho un berrinche digno de un niño de 5 años.

— Heeseung y...mamá tienen razón, soy un inmaduro. — frotó sus ojos y tragó con fuerza el nudo que se formaba en su garganta.

Su mamá siempre le decía que era muy infantil, idiota y débil. Un alfa como él estaba destinado a ser un inútil en el futuro.

Y tal vez ella no mentía, era un alfa diferente a los demás, y eso era muy malo.

Luego de limpiar unas cuantas lágrimas que caían por sus mejillas, se levantó de la cama y salió de su habitación, decidido a ir a buscar a Heeseung.

Buscó por unos minutos hasta que bajó al primer piso, encontrándose al mayor en el sofá, leyendo un libro.

Vamos Sunghoon, es tu momento para arreglar las cosas.

Heeseung ya se encontraba relajado sobre el sofá, distrayendose un rato leyendo "Rome y Julieta". Intentando sacar a Sunghoon de sus pensamientos.

No lo entendía, ¿había hecho algo mal? él no hizo nada, se comportó bien todos estos días y lo estuvo cuidando cada vez que podía. Pero, ¿por qué se enojo Sunghoon? él debería ser el enojado, ¿qué hacían Sunoo y Yeonjun tan pegados a él? no podían hacer eso, solo él...

Basta Heeseung, no pienses estupideces.

Suspiró con cansancio y volvió su atención al libro entre sus manos.

Hasta que sintió otra presencia en la sala que lo miraba fijamente.

Levantó su mirada del libro y se encontró con Sunghoon, quién esquivo la mirada al ser descubierto. Jugueteaba con el borde de su remera y dudaba si acercarse a él o no.

Tan tierno...

Alejó esos pensamientos dulces y se concentró en que seguía enojado con el rubio.

— ¿Qué quieres? Tú padre no está aquí, salió con mi papá, por si es lo que buscas.— preguntó con una voz seria.

— H-Heeseung...hyung. — Sunghoon empezó a acercarse a él lentamente.