twenty eight

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El viernes Sunghoon volvió a asistir al colegio, aunque no tenía muchas ganas, pero necesitaba saber su nota en la evaluación que había tenido unos días atrás.

- ¡¿Cinco?! - casi gritó Sunoo, viendo su prueba. - Esa maestra me odia, estoy seguro, ¡tiene un serio problema conmigo!.

- No culpes a la profesora, Sun, tú ni siquiera estudiaste. - se burló Yeonjun, aunque su risa no duró mucho, rápidamente su cara cambió a una de enojo
- En cambio yo, me pase todo el fin de semana estudiando, y la loca de la profesora me puso un seis. ¡Un maldito seis! ¡tiene serios problemas contra mí al parecer! - lloriqueo-.

Sunghoon veía a sus dos amigos y reía, mientras en su mano estaba su evaluación, la cuál tenía un gran nueve como calificación. Estaba muy feliz y orgulloso, se había esforzado mucho, ya quería mostrárselo a su familia.

- ¡Bueno basta! una nota no nos define como persona. - dijo el omega pelirosa.

Los tres chicos comenzaron a guardar sus pertenencias en sus mochilas, ya casi era la hora de salida.

- Vayamos a comer, Hoonie, así Sunoo y yo nos olvidamos de este horrible día. - pidió Yeonjun.

- Lo siento chicos, voy a dejarlos solos por hoy...Heeseung hyung vendrá a buscarme. - las mejillas del alfa se colorearon levemente.

- Claro, ahora nos cambias por Heeseung hyung. Típico de alfas. - murmuró Sunoo, con un enojo fingido.

Sunghoon solo sonrió y acarició el cabello del omega.

Caminaron hacía la salida, dónde Sunghoon se quedaría a esperar a Heeseung, quién se había atrasado un poco en el camino.

- Vámonos Junnie. - Kim agarró la mano de su otro amigo omega y ambos se alejaron de a poco. - ¡Adiós Hoonie! ¡avísanos cuando ya estés con Hee hyung!

— ¡Lo haré! ¡disfruten su comida! — con una sonrisa despidió a sus amigos.

Cuando los perdió de vista, decidió sentarse en las escaleras que había en la entrada de su institución, hasta que Heeseung viniera por él. Sacó su teléfono y revisó sus mensajes, a ver si tenía alguno del mayor, pero no lo había. Guardo el teléfono otra vez y se dispuso a esperar.

Pasaron 5 minutos y el mayor aún no aparecía, al parecer se había atrasado. Heeseung había asistido hoy a la universidad también, así que es posible que se haya quedado hablando con algún profesor o alguna clase se haya alargado, eso ya había pasado anteriormente.

Cuando iba a sacar su teléfono otra vez, sintió un pequeño golpe en su cadera, fue como una pequeña patada. Se dió vuelta un poco confundido, y cuando reconoció a los tres chicos que estaban parados a su lado, quiso salir corriendo.

Murata Fuma y Koga Yudai. Amigos de Nicholas. Son la misma mierda que él.

Los visto anteriormente, en algunas de las fiestas a las que Nicholas lo obligaba a asistir, solo para presumirlo como su pareja.

Desvío su mirada de los dos chicos, esperando que de esa forma se marcharan, pero no fue así, ambos caminaron lentamente hasta quedar frente a él.

— ¿No piensas saludar, niño? Eres un desubicado. Tendrían que sacar a Nicholas para que vuelva a enseñarte lo que son los modales básicos. — soltó Koga, con una tétrica sonrisa en sus labios.

Con solo la mención de su nombre, la piel se me erizaba y sentía mis manos temblar. Quería vomitar, salir corriendo, ocultarse entre los brazos de Heeseung, los cuales eran su lugar seguro.

— Pobre mi amigo, mirá lo que le hiciste, no supiste valorar todo lo que él te daba. — habló ahora Fuma, mientras se sentaba a su lado en el escalón. — ¿Acaso no te dejaba satisfecho? ¿No te cogía tanto como tú querías? Alfita malcriado. — la áspera mano de Fuma fue a parar en su rodilla, apretándola.

𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚𝐬𝐭𝐫𝐨𝐬 𖹭 𝐡𝐞𝐞𝐡𝐨𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora