𝙃𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙖𝙨𝙩𝙧𝙤𝙨 ★ 𝙃𝙚𝙚𝙃𝙤𝙤𝙣

nineteen.

advertencia: esté capítulo trata algunos temas sensibles o que pueden causar algo de incomodidad en los demás. si no les gusta, pueden saltearlo, solo eviten comentar cosas malas. <3

Sunghoon caminó con rapidez hasta la plaza, las calles de su barrio eran bastantes oscuras y le asustaban.

Cuando iba llegando, pudo divisar a Nicholas en una de las tantas bancas. Mientras más se acercaba, el mayor se dió cuenta de su presentación. Lo vió y le sonrió de una forma extraña, demasiado feliz, como si no se hubiesen visto hace años. Pero Sunghoon no le tomó importancia.

- Hola pequeño Hoon. - para la sorpresa del rubio, el taiwanés se levantó y lo abrazó por varios segundos.

- Hola hyung, ¿cómo estás?

- Excelente, ¿y tú? - dijo luego de soltarlo.

- Yo estoy bien también.

De repente, el oscuro ciego comenzó a gotear, mojando poco a poco a los único chicos que se encontraban en ese parque. No le tomaron importancia realmente, tenían otras cosas en la cabeza en ese momento.

Los dos alfas se sentaron en la banca, y rápidamente un silencio incómodo los envolvió. O al menos era incómodo para Park, Nicholas seguía sonriendo tranquilamente.

Fueron minutos solo escuchando la suave llovizna, hasta que el alfa mayor habló.

- Sunghoon, Hoon...Hoonie.

- ¿Qué pasa, hyung? - se volteó a mirarlo.

- Ah Sunghoonie...tu no entiendes el error que estás cometiendo.

¿Error? ¿Que había echo ahora?

- ¿Qué? - no estaba comprendiendo las palabras de su amigo.

- Mi querido Hoonie, te traje aquí para hablar de algo importante. Voy a hacerte una preguntita, cariño.

- Ehm...Está bien, pregunta lo que quieras, hyung. - respondió con duda.

Nicholas lo miró directamente a sus ojos luego de varios minutos. Al principio estaba serio, pero después sonrió con grandeza.

- Mi Sunghoonie...¿acaso estás follando con tu hermanastro? - la mano del taiwanés se posó sobre su rodilla.

¿Qué?

Sunghoon no sabía que decir, estaba asombrado. ¿Cómo se había enterado? ¿Quién le había dicho? ¿Acaso los había visto? Imposible. Heeseung y él eran muy cuidadosos siempre.

Atinó a soltar una pequeña risa, tratando de no verse nervioso.

- Hyung, ¿qué cosas dices? ¿Heeseung y yo? jamás. - río otra vez.

- No me mientas, cariño. Está mal mentir.

Lentamente, la mano que estaba sobre su rodilla fué abriéndose camino hasta sus muslos.

El cuerpo de Sunghoon estaba rígido, se sentía tan incómodo, quería escapar de está situación y volver a su casa.

- Yo no...No estoy mintiendo, hyung.

- Sunghoonie, se qué estás mintiendo. Yo lo sé todo, escuché a Jake y Jay hablar de ustedes. No vale la pena mentirme.

Jake y Jay...¿Ellos también sabían?

Cada vez iba entendiendo menos.

- Hyung...

- Sabés que no está bien eso, ¿verdad?...¿qué diría tu papá si se entera que estás dejándote coger por el hijo de su esposo?