Tensión Electoral | Bregman X Villarruel (+18)

Realidad.

¡Hola acá sigue el capitulo, y después hago otro!

Disfruten

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—¿Cómo se enteró? ¿QUIÉN LE DIJO ESO?— Gritó Myriam a punto de llorar.

Victoria se sentía completamente destruida, pero le tenía que explicar lo que pasó con Carolina.

—P-perdón amor, no quería que pasara lo del otro día...— Respondió Victoria como si Myriam entendiera de qué hablaba.

Myriam la miró extrañada.

—¿Qué pasó el otro día?— Preguntó Myriam, seria, acercándose.

Victoria tragó saliva.

El día d-de, d-de, de la entrevista con Carolina, c-cuando terminó ella me acosó y me dijo que sabía de lo nuestro.— Respondió Victoria nerviosa.

Myriam la miró sorprendida y se acercó para abrazarla.

—Pero Vicky, ¿Cómo no vas a decirme una cosa así mi amor?— Preguntó Myriam besando su cabeza, intentando reconfortarla. Estaba muy preocupada.

Ambas se sentaron en la cama y Myriam la abrazó con mucho amor. Victoria lo sintió. Ella lloraba mucho, pero al mismo tiempo se sentía segura en sus brazos.

Como nunca antes.

Myriam, por otro lado, sentía furia dentro de sí. Quería matar a Carolina en ese momento.

Se sentía culpable por no haber podido proteger a Victoria.

—¿Por qué me lo ocultaste? ¿Por qué? Vos sabes que yo podría haber hecho algo. Soy tu mujer.— Dijo Myriam sosteniendo el rostro de Victoria, mirándola fijamente.

Victoria sollozaba, sentía mucha tristeza dentro suyo.

Necesitaba que Myriam la abrazara por el resto de su vida.

Respiro profundo para dejar de llorar y habló.

—Yo te lo iba a decir. Te lo juro, pero no estoy mucho tiempo en casa últimamente y quería dedicar mi tiempo libre a vos y que pasemos un lindo momento, no molestarte con mis problemas.— Respondió Victoria, secando sus lágrimas.

Myriam negaba con la cabeza, sin creer lo que escuchaba.

—Pero Victoria, ¿Cómo me vas a molestar mi amor? ¿Estás escuchando lo que decís?— Preguntó Myriam, un poco enojada.

Victoria se arrepintió.

—Bueno pero— Fue interrumpida por Myriam.

Myriam sostuvo su rostro.

—¿Vos no te das cuenta de lo mucho que significas para mi? ¿Sabías que sos lo más importante que tengo en mi vida? ¿Lo sabías?— Pregunta Myriam desesperada. Mientras a Victoria se le caía una lágrima.

—Nunca más en tu vida digas esas pelotudeces. ¿Cómo vas a creer que podrías molestarme con eso? Sos el amor de mi vida, no me importan las consecuencias. Yo sé que no compartimos ciertas ideas en común, pero no me importa.— Dijo Myriam mientras la miraba, penetrante.

—Sos el amor de mi vida, Victoria. No quiero que una noticia de mierda arruine nuestra relación que tanto nos costó construir.— Dijo Myriam empezando a llorar.

Victoria la besó apasionadamente hasta que se quedaron sin aire que respirar.

El amor que se tenían no era un amor cualquiera, y nadie se iba a interponer entre las dos.

—Myriam, yo sé que no soy muy demostrativa, pero te amo, con todo mi corazón. Nunca creí amar tanto a una mujer, hasta que llegaste vos. Sos el amor de mi vida.— Dijo Victoria mirándola sonriendo mientras le caían lágrimas de la emoción.

Myriam tocó su corazón, realmente sentía como se iba a mil por hora, mientras Victoria la miraba fijamente, sin poder creerlo.

—Estoy tan feliz de estar a tu lado, no te das una idea.— Dijo Myriam y Victoria la abrazó. —Lo mismo digo, mi amor.— Respondió Victoria, sonriendo.

—Pero tengo miedo. Imagínate como va a reaccionar la gente con lo nuestro. No quiero sentirme así, pero estoy asustada de el que dirán, Vicky.— Admitió Myriam.

Victoria se sintió mal al escuchar eso, pero se sentía igual. No estaba lista para salir del closet aún.

Ambas suspiraron. Y Victoria la miró, determinada.

—Me siento igual que vos amor, lo admito, pero al mismo tiempo quiero dejar de ocultarme, no me siento libre del todo. ¿Hasta cuando nos vamos a ocultar? Yo te amo, nuestro amor merece ser celebrado.— Respondió Victoria desesperada, intentando convencer a Myriam.

Myriam la miró, y la abrazó.

—No quiero que te vayas. Sos lo más preciado que tengo, mi otra mitad, no te puedo perder.— Dijo Myriam, llorando.

A Victoria se le estrujó el corazón.

No podía pensar en la posibilidad de perder a Myriam. Era lo más importante que tenía.

Arriesgaría todo por ella.

—Nunca me voy a ir de tu lado, sin vos mi vida no tiene sentido. Te necesito, hoy y siempre.— Respondió Victoria, acariciando su cuello.

Myriam suspiró. Era su debilidad.

—Vos sos la única que sabe cómo hacer sentir bien a una mujer. En todo sentido.— Dijo Myriam, suspirando al sentir la caricia de Victoria.

—Y vos sos la única mujer que merece sentir esa sensación. Quiero que seas mía para siempre.— Respondió Victoria besándola en el cuello, lentamente.

Myriam sentía cómo iba perdiendo la razón, a medida que Victoria la besaba.

Victoria se detuvo a sostener a Myriam en sus brazos como si fuera a romperse.

Myriam se sentía segura en los brazos fuertes de su amada.

Y se besaron tiernamente, y con lo exhaustas que estaban, se terminaron durmiendo sostenidas de la mano.

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¡Hola! El viernes subo el otro. Creo que tengo una alergia, espero que se me pase pronto (me pica todo) jajaja, pero bueno.

Las amo.