Muevo la cabeza una y otra vez, negando y apretando los ojos, abrazando la almohada y gruñendo por lo bajo. Los cantos de mamá me hacen querer meterme unos algodones en los oídos y los de papá querer quedarme sordo. Bufo, abriendo los ojos y miro el cuerpo durmiente a mi lado. Bostezo. Despacio y sin hacer ruido, intento salir de la cama; sus brazos me envuelven y su pierna sube a mi cadera. Le aparto un mechón de la frente.
-No...
-Venga, Hae. Mañana es Navidad.
Mueve la cabeza, con los ojos fuertemente cerrados y esconde la cara en mi pecho. Sé que no le gusta la navidad, que nunca a podido celebrarla como es debido, que prácticamente es una festividad que odia. Pero también sé que ahora ya no está solo, ahora me tiene a mí y a papá y a mamá, y estamos juntos, en una preciosa cabaña, rodeados de nieve y sin nada que le recuerde a su antigua vida.
Lo abrazo y le beso la cima de la cabeza. Lo hago quedar tumbado debajo de mi cuerpo, abre los ojos con sorpresa y parpadea cuando lo beso. Sus labios están fríos bajo los míos, y es que siendo 24 de diciembre y llevando casi dos semanas aquí su cuerpo parece no haberse acostumbrado aún al frío de la nieve. Ladeo la cabeza para calentárselos y me corresponde segundos después, cuando parece despertar del todo. Sus manos se deslizan hasta mi pecho, cubierto por la camiseta de pijama, y mis codos se clavan cómodamente a cada lado de su cuerpo sobre el colchón.
Intento ignorar las ganas de respirar.
-¿Vamos?
Mueve la cabeza otra vez y se aferra a mi cuello. Empujando mi nuca, me empuja hacia abajo y caigo con la cara en su cuello; río contra su piel. Sus brazos me sueltan vergonzosamente pero no me alejo de su cuello, ni digo nada al respecto.
-No me gusta la navidad -murmura, como si lo dijera para si mismo pero sabiendo que yo lo oigo.
Subo los labios por su cuello y mandíbula hasta llegar a su mejilla.
-No te pido que olvides tu pasado, tampoco que ames la navidad de repente. Solo quiero -y sigo, dejando un beso en su rostro después de cada palabra-: que disfrutes esta conmigo, con papá y mamá, con el árbol que tenemos que decorar en familia, los regalos de Santa Claus, conmigo...
-Has dicho “conmigo”...-dice medio riendo y mientras recibe un último beso corto y en los labios-...dos veces.
Sonrío.
-Soy tu novio; valgo por dos, bebé.
Sus mejillas se tornan profundamente rojas y evita mi mirada. Hace algunos días, después de una sesión de besos y palabras tontas, descubrí lo mucho que le avergüenza y le gusta que lo llame con motes cariñosos. Sus mejillas se ruborizan, sonríe tímidamente y me golpea el pecho sin fuerza, cada vez que uno de esos nombres sale de mis labios. Me dejo caer a su lado y, casi de inmediato, esconde la cara en mi pecho.
-No me llames así, es vergonzoso.
Le acaricio la cabeza, intentando aguantar la risa y recibiendo otro golpe suave de su parte.
-Pero te gusta, y lo sabes, bebé.
-¡Hyukkie! -se queja, golpeándome con más fuerza el estómago y haciendo que me queje y me contraiga. Se separa de mi pecho con cara de satisfacción, levantándose después de la cama.
Bufo y me aparto el pelo de la cara. Me siento y sigo sus movimientos con la cabeza; va de aquí para allá por la habitación, cogiendo ropa y accesorios y las zapatillas que mamá le compró el otro día sin motivo alguno. Sonrío recordándolo y, aunque no he tenido la necesidad de decírselo, sé que mamá sabe lo nuestro, y posiblemente papá también sea consciente. En cualquier caso, tengo que hablar con ellos.
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Everybody's fool [EunHae]
FanfictionDonghae quería morir, hasta que Hyukjae lo salvó. -- No me he tomado el tiempo de corregir esta historia, por lo que probablemente encontréis errores de tipeo. Espero que no os importe demasiado :') ❤