Él me acaricia el pelo. Él me rodea con sus brazos, me apoya contra su cuerpo, me abraza mientras lloro. El coche se mueve con nosotros dentro y mi nariz se frota contra su pecho, mis lágrimas le mojan sin para la camiseta. No puedo dejar de llorar, aunque le suplico a mi cuerpo que pare, aunque lo he hecho miles de veces y siempre he podido controlarme. No puedo evitar ser yo cuando está él; y no me gusta que mi yo verdadero sea tan débil. Cojo aire e intento separarme, pero me empuja y me lo impide.
-No me hagas soltarte.
Me oigo respirar, lo oigo llorar en un intento de silencio y rodeo su cuerpo con los brazos igual que él lo hace conmigo. Cierro los ojos contra su pecho y aspiro su olor. Como lo echaba de menos. Ni en un millón de años sería capaz de explicarle cuanta falta hace en mi vida.
El abrazo dura tanto como el viaje y aunque no sé adónde vamos simplemente confío en él. El silencio también nos acompaña cada segundo, cada minuto y cada momento. Él no dice nada sobre lo ocurrido y yo tampoco, porque duele. Me aparta un brazo de encima, pero el otro está firmemente en contacto con mi cuerpo. Levanto la cabeza y veo como se limpia los ojos con la manga de la chaqueta. Me mira y sonríe. Su sonrisa. Lo abrazo mucho más. Hasta que el taxi se para y nos obliga a separarnos, levantarnos y salir de él. Hyuk paga al conductor mientras yo lo espero fuera, con las gafas de sol colgando del cuello de la camiseta y los ojos escocidos.
-Vamos. -dice, rodeándome con sus brazos otra vez. Pasa sus pulgares por mis ojos, me acaricia las mejillas y me besa la nariz. No puedo sonreír cómo me gustaría y aún así él sabe lo feliz que me pone estar de nuevo con él. Los dos sabemos cuánto lo necesito. Me lleva a una casa que no sé de quién es, por una calle que no conozco y obviamente todo está escrito en inglés. Cojo aire con la nariz, me froto los ojos y subo las escaleras sin soltarme de su agarre. En la puerta pone su nombre- Bienvenido a mi casa.
¿Su casa?
Entramos y cierra la puerta a nuestra espalda. Miro a mi alrededor, a las estanterías decoradas igual que las de su casa, fotos de su familia, de sus amigos y de Choco. Los libros que leí también están ahí. Doy media vuelta para mirarlo, pero él no me mira a mí. Parece perdido, pensativo, triste y arrepentido, aunque no sé porqué. Me acerco para abrazarlo otra vez y sus brazos se vuelven fuertes a mi alrededor.
-Lo siento. -murmuro; estoy empezando a llorar otra vez. Me aparta con suavidad de su cuerpo, tanta que sus dedos son lentos al soltarme los hombros. Me coge de las mejillas y pasa los pulgares por mis ojos, pero eso no detiene las lágrimas- Lo siento mucho, de verdad.
-Lo sé, lo entiendo.
Mi cabeza se sacude de lado a lado y las lágrimas hacen que lo vea borroso. Oigo mis propios sollozos como los de un niño que no tiene razón para llorar pero lo hace. Hyuk me ha dicho que lo entiende y sin embargo mi cuerpo envía miles de razones enredadas a mi cerebro para que se entristezca. Tal vez llevo demasiado tiempo aguantando mis emociones, escondiéndolas. Señalándolas con otra acción. Cierro los puños y agacho la cabeza, mirándome fijamente los muslos.
-Lo siento. -recuerdo perfectamente como se puso cuando me hice la cicatriz de la mano. Se va a enfadar. Le voy a parecer un tonto, sucio, feo. Horrible. Soy horrible y él no lo sabe.
No quiero que lo sepa.
Deja de llorar, me ordeno mil veces. Seco mis ojos con las mangas de la chaqueta y Hyuk sonríe. Ya está. Estamos juntos de nuevo. Todo saldrá bien si nunca se entera de lo horrible que es y será para siempre mi cuerpo.
-¿Ya? -asiento y me ofrece la mano. Cuando se la cojo, la lleva a sus labios y la besa. Entonces y por primera vez, sonrío- Eso me gusta más.
-Gracias.
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Everybody's fool [EunHae]
FanficDonghae quería morir, hasta que Hyukjae lo salvó. -- No me he tomado el tiempo de corregir esta historia, por lo que probablemente encontréis errores de tipeo. Espero que no os importe demasiado :') ❤