21-Ataque a Jenna

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Tras unos pocos días allí en mi casa, Jenna y yo partimos de nuevo a su trabajo. Quería acudir a unas entrevistas que serían algo breves de lo normal ya que no era ella sola sino con el resto del reparto de uno de sus proyectos. En el aeropuerto nada más aterrizar tuvo que sostener mi mano porque le dio un poco de presión en el pecho. A mí también pero parecía que cuando estábamos tomados de la mano era mucho menor la ansiedad.

―Por favor un poco de espacio―decía mientras sostenía a Jenna.

Gracias a su guardaespaldas pudimos atravesar la zona plagada de micrófonos y llegar al coche donde pudimos respirar aliviados y seguros de los paparazzi.

―¿Te encuentras bien?―pregunté acariciando su cabeza.

―No mucho...hoy estoy algo cansada del viaje. Y encima esto...bueno, ya ha pasado―respondió mostrando su sonrisa.

En su cara podía apreciar perfectamente el cansancio y después de ponerse el cinturón de seguridad acomodé su cabeza en mi hombro para que descansase. Realmente pocas personas podían verla como yo, tan...humana. A veces pienso que no vemos en ellos más que perfecciones cuando realmente son vulnerables.

―Duerme un poco―susurré.

―Solamente un poco―a los cinco minutos estaba dormida.

Disfrute de las vistas que proporcionaba el cristal de la ventana mientras nos llevaban al hotel dónde nos íbamos a hospedar. Era enorme y para proteger a Jenna debido a su agotamiento, sabiendo que los paparazzi iban a estar en la puerta, llamamos para entrar por la parte del garaje. El plan funcionó y cuando aparcó en el sitio, desperté a Jenna quien se restregaba los ojos aún por el cansancio.

―¿Ya hemos llegado?―bostezó.

―Si, ahora podrás darte una ducha y luego descansar mucho mejor en un colchón―contesté.

Como trabajador de ella, me encargué de subir todas las maletas con algo de ayuda de los trabajadores de allí. Jenna iba con sus cascos y gafas, protegiéndose de las miradas. También pude notarla muy nerviosa y me agarraba la mano. 

Al entrar dejé las cosas y ella se sentó. No había tiempo para ducharse. Saqué un bote de pastillas para ayudar en esos casos, recomendado por el médico y se lo di. Eran naturales y aliviaban el cuerpo. Ella los tomó con algo de agua.

―Lamento que debas cuidar de mí―susurró.

Al tocarle la frente sudaba un poco por todo el estrés. Le di un pequeño beso y se tumbó a dormir. Pero antes hice venir un médico para asegurarme. Era como sucedió la otra vez, estrés y cansancio, aunque en menor grado.

―Está cansada del viaje y ha tenido una bajada de defensas, nada grave Tn―dijo antes de irse―simplemente descanso y que se alimente muy bien.

―Entendido doctor.

Estuve tumbado con el teléfono mientras a mi lado Jenna dormía plácidamente. No se despertó hasta pasadas un par de horas. Ahora tenía mejor cara y se le notaba.

―Hola―susurré antes de darle un beso.

Ella me rodeó con los brazos y aumentamos el ritmo del beso. Poco a poco nos íbamos dejando llevar hasta que me detuve.

―Será mejor levantarse, tienes que descansar―susurré.

Jenna se negaba y ponía caras, no me podía resistir pero lo hice...ella soltó un pequeño puchero de niña pequeña pero se fue a ducharse.

―Ah, que bien me ha sentado―dijo mientras salía ya cambiada y terminando de secarse el pelo.

Acompañé a Jenna a una entrevista y me quedé afuera de la escena dejando a ella con el resto de actores que no dudaron en presentarse. Todos fueron muy amables y yo sonreía algo nervioso pues eran grandes actores.

Todo sucedió con normalidad y una vez finalizada la entrevista salió y quisimos irnos del lugar después de que ellos se detuvieran a una firma de autógrafos.

―¡Jenna!―una fan muy fan estiró la mano y sin querer le dio con el bolí que tenía en la mano en el ojo.

Ella perdió un poco el equilibrio mientras se tocaba la cara. Al acercarse a la valla de los fans algunos aprovecharon para tocarla. La cosa se salió en un momento ya que se vio envuelta en un pequeño corro donde muchas personas la tenían tomada del brazo.

―¡Jenna!―eché a correr desde mi posición soltando las maletas ya que estaba un guardaespaldas con ella pero no podía con todos.

Como si de un jugador de rugby se tratase, embestí con fuerza a los fans ya que eran más grandes que yo y más fuertes. Los aparté con toda la rabia que tenía dentro, la tomé del brazo y la saqué de allí con el guardaespaldas y el resto de empleados que acudieron al rescate.

Al sacarla pude verla llorar, con sus gafas en la mano totalmente rotas, sus cascos igual y ella sangraba de la frente.

―¡Quitad del puto medio!―grité apartando a los que se acercaban.

Llegamos al hotel mientras aún le curaba las heridas de la cara y la tranqulizaba.

―Todo está bien ahora Jenna―ella temblaba, estaba asustada.

En la habitación, informamos de todo lo sucedido y anulamos una entrevista. Pasamos el resto de la tarde y la noche en la habitación. Nos trajeron todo lo pedido y ella no se separaba de mí, abrazada como una niña pequeña. Emma pudo hablar un poco, pareció funcionar al igual que sus padres quienes la llamaron.

―Jenna, ¿necesitas algo?―pregunté susurrando mientras le daba pequeños besos por todo su rostro.

―Abrazos y descansar―respondió con los ojos vidriosos.

Así lo hice, pudo desconectar.

En la madrugada no podía dormir, yo estaba algo despierto y la abracé cuando sentí sus besos ser más constantes.

―¿Jenna?

―Tn...necesito...ya sabes...

―No creo que sea un buen...

Pero fui besado con tanta ternura e incluso en esa oscuridad veía esos ojos...

―Por favor...necesito olvidar este horrible día...

Me puse encima mientras nos desnudamos poco a poco.

―¿Segura?―pregunté temeroso.

―Si...adelante―me rodeó con los brazos antes de dejar escapar un gemido.

Le dí todo el amor que me pidió. Creo que fue la primera vez que lo hicimos de una manera tan tierna que nos dimos un montón de besos.

En la mañana, estuvo algo mejor pero por precaución estuvo tumbada y viendo la televisión gran parte de la mañana mientras en las noticias se hacian eco de la agresión. Fueron muchos los famosos y amigos de Jenna los que se sumaron a pedir educación a los fans y a evitar este tipo de sucesos.

―¿Mejor?―pregunté.

Ella asintió antes de tumbarme a su lado.

Una experiencia horrible sin duda alguna...

Continuará...

Inesperado-Jenna Ortega x Lector MasculinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora