22-Suegros

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Jenna por fin se había recuperado del susto. Pero aún podía notarla débil ya que al salir siempre miraba a los alrededores e incluso el estudio le colocó otro guardaespaldas para protegerla. Al menos así sería durante un tiempo hasta que todo se calmase.

―Oye, sino estás bien...―ella me dio un beso en la mejilla y me esbozó una sonrisa antes de colocarse sus nuevas gafas.

―Estoy bien, tengo que afrontar la situación...al final es parte de mi trabajo―dijo con tono triste.

―No, parte de tu trabajo es firmar autógrafos y hacerte fotos con los fans, no sufrir agresiones―dije serio.

Ella me acarició la mejilla con ternura.

―Gracias...parece que siempre sepas que decir―yo sonreí.

Ambos salimos y yo tenía sus cosas en la mano pero siempre vigilaba junto a los guardaespaldas. Ella fue firmando autógrafos a los fans que se acercaban aunque tímidos, seguramente mezcla de la vergüenza y conocedores de lo sucedido. Ver a Jenna haciéndose fotos con las niñas mientras esbozaba la mejor de sus sonrisas y haciendo felices a las pequeñas, era algo que me alegraba.

―Tenemos que ir al hotel, luego al estudio y allí harás la sesión de fotos―fui comentando mientras miraba su agenda―hay tiempo así que podemos ir tranquilos.

―Si, pero cuanto antes lleguemos al estudio, antes nos iremos―dijo ella caminando mirando su teléfono. No había parado de hablar con alguien en concreto.

Yo no miraba sus chats porque era algo muy personal.

Hicimos todo el trayecto mientras me aseguraba junto a ella que la agenda y todo estaba a la orden del día. 

A medida que avanzaba el día la notaba mucho más feliz, eso me calmó por dentro porque aunque si bien no se lo mostraba tanto, seguía preocupado por el suceso. También me comentaba que a veces tenía que leer comentarios hacia mi persona porque estaba en una relación con ella. Eran graciosas sus caras molestas, pero yo la tomaba de la mano para que se calmase, a mi no me afectaban tanto porque no leía esos mensajes. Había aprendido con mucha paciencia desde que estaba con ella a no mirar lo que decían.

―Vale, ya está todo en la habitación, me doy una ducha y nos vamos a la sesión―comentó mientras agarraba las toallas.

―¿Quieres que entre contigo?―pregunté de manera pícara antes de besarla―quizás necesites ayuda.

―Lo siento, pero tendré que pasar por está vez―respondió besándome y entrando al baño.

Yo reí y me tumbe un poco a esperar a que saliera.

Después de unas horas, la acompañe al estudio donde pude ver de nuevo a la parte de actriz, modelo y famosa de Jenna posar para las fotos. Yo me quedaba embobado con cada fotografía que sacaban de ella. Algunas tenían que repetirlas porque no salían bien.

―¿En serio?, si sale espectacular―pensé que lo había dicho en tono bajo. Pero sucedió en ese momento de silencio y unido al eco, todos me oyeron volteándose de inmediato―¡perdón!.

Todos soltaron una leve risa antes de continuar con la sesión. Yo miré un segundo a Jenna, pude verla sonreírme desde la distancia.

Poco a poco fue cambiándose la ropa y modelos con los que salía a hacer la sesión hasta que por fin terminaron

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Poco a poco fue cambiándose la ropa y modelos con los que salía a hacer la sesión hasta que por fin terminaron. No se me hizo pesada la cosa. Obviamente tenía prohibido hacer fotos, solamente Jenna tenía permitido y siempre y cuando fuera con el permiso de la marca para evitar filtraciones.

―¿Ha quedado bien no?―preguntó ella.

―Ha quedado perfecto, ¡gran trabajo Jenna!―felicitó el jefe de la marca.

―Genial―asintió ella mientras levantaba el pulgar.

Cuando salimos, teníamos unos pocos días antes de ir a las siguiente sesiones y alguna que otra entrevista online

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Cuando salimos, teníamos unos pocos días antes de ir a las siguiente sesiones y alguna que otra entrevista online.

―Vamos a ese sitio―dijo ella mientras me tomaba de la mano.

―Voy, no sigas tirando que harás que mi ropa de más de sí―dije divertido.

Nos sentaron en una parte reservada y al llegar a la mesa abrí los ojos. Eran los padres de Jenna. Yo tragué saliva viendo la encerrona que me había hecho ella. Al mirarla, me esbozó una sonrisa de estar disfrutando con ello.

Me senté junto a ellos y enseguida pedimos de la carta.

―Bueno Tn, ¿qué tal van las cosas?―preguntó su madre.

―Bien, ayudando a Jenna con su agenda y demás

―No me refería a eso, sino a la relación

―Ah pues...estoy muy feliz de salir con Jenna y...

Estaba sudando como un condenado cuando ella me tomó de la mano.

―Lo que Tn quiere decir es que estamos muy bien, me cuida mucho―dijo.

―Eso―asentí dejando de temblar un poco.

Su padre no dejaba de mirarme como un cazador ve a su presa. Sentía esos ojos mirarme tan fijamente que sentía que me iba a desmayar.

―¿Acaso puede usar haki?―en mi mente se formuló esa pregunta, seguramente para intentar que no me diera un maldito infarto a base de intentar reírme.

―¡Bienvenido a la familia muchacho!―me dio un golpe en la espalda―¡no estés tan tenso hombre!.

Yo suspiré algo más relajado. A medida que pasaban los minutos, la bebida y la comida, me fui sintiendo más tranquilo. Le explicamos todo lo sucedido y su padre quería matar al desgraciado ese. Por suerte su esposa quiso cambiar de tema para no verlo enfadado, especialmente cuando tenía sujeto el cuchillo tan cerca de mí.

―Nos alojamos en el mismo hotel, a pocas habitaciones de la vuestra―comentó su madre mientras miraba el número de la habitación. Quedaba a tres de la nuestra.

―Genial―sonrió Jenna.

―Por cierto Tn, si necesitas consejo o algo, por favor no dudes en llamarnos―dijo―estamos aquí para ayudar a Jenna. Por eso hemos venido, para ser tu apoyo, se que eres fuerte cariño―miró a su hija―pero la fama es muy difícil.

―Lo sé...gracias mamá...papá...

Después de sincerarse, vino el postre y pasamos un buen rato. Ver a Jenna con sus padres y sobretodo, saber que me habían aceptado era algo digno de celebrar.

Regresamos a la habitación para descansar y Jenna dijo que teníamos que cenar esa noche con ellos porque había muchas cosas que no les había podido contar ya que era para presentarme.

―Por supuesto―dije―son muy majos.

Ella me dio un beso antes de irnos a echar una siesta. Había que descansar para la cena.

Continuará...

Inesperado-Jenna Ortega x Lector MasculinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora