Inesperado-Jenna Ortega x Lector Masculino

8-Acercamiento

El fuerte temporal disminuyo durante la noche aunque el viento golpeaba ferozmente las persianas de las habitaciones. Ya recuperado hacia mis rondas por los pasillos porque así si alguien necesitaba algo y se asomaba, me daba un aviso y yo mandaba el mensaje. Además si pasaba algo urgente y estaba en ese pasillo, podía acudir rápidamente a la habitación.

También la zona del garaje donde no ocurrió nada por fortuna, sino nos tocaba limpiar el desastre a nosotros lo más seguro.

En uno de los descansos fui a por algo de comer porque con ese tiempo resultaba imposible. Tomé un pequeño aperitivo y me senté en una de las mesas apartadas para comer tranquilamente. Disfrutaba de ese momento de paz cuando noté la presencia de alguien.

―Que no sea el jefe, que no sea el jefe―no era la primera vez que aparecía a pedir a que lo ayudase a hacer algo.

Pero ante mi sorpresa vi a Jenna quien me preguntó si podía sentarse conmigo y yo asentí.

―Espero que no te moleste, si quieres comer solo para estar tranquilo me iré―su mirada era de esperar mi reacción.

―No te preocupes―los sudores ya empezaban a recorrer mi cuerpo.

―Menudo tiempo eh―miraba por la ventana del fondo del comedor.

―Si, sales y el viento te lleva―dije antes de morder un poco de carne.

Un camarero apareció con la comida de Jenna, un plato de alta calidad y un poco de vino.

―No acostumbro a beber vino, pero toca celebrar―dijo mientras se servía un poco―¿quieres probarlo?.

―No soy muy tolerante al alcohol y estoy en el trabajo, si me ve mi jefe podría llevarme una bronca―ella soltó una risita y pidió perdón.

―Como he dicho, no suelo beber pero hoy es una ocasión especial―comentó con una sonrisa.

―¿Es tu cumpleaños?―ella negó―¿de algún familiar?―volvió a negar―me rindo.

―Esperaba que no te dieras por vencido tan rápido―alzó la ceja.

―¿Has terminado el rodaje?―ella negó de nuevo.

―He sido nominada para otro premio―contó finalmente.

―Me alegro mucho, espero que lo ganes―ella se encogió de hombros.

―Resulta complicado porque este año ha habido muy buenas actuaciones.

Le pregunté por sus actuaciones y su opinión sobre los rodajes. Me dijo que desde que era pequeña ha podido ver esa evolución en las películas y series, especialmente por la parte de tecnología donde las pantallas verdes, la calidad de la imagen y las redes sociales han hecho que crezca de una manera impresionante.

Ella decía estar preocupada por sus opiniones en las redes, que le gustaría tener libertad para subir vídeos de bromas, risas y momentos que le gustaría compartir con la gente pero que debido a la gente de las redes era incapaz de hacerlo pues siempre recibía críticas. Los psicólogos ayudaron mucho en esa fuerte presión y su familia era un gran apoyo, pero no podía dejar que estén pendientes de ella siempre. Era algo así como una carga para todos por culpa de su trabajo. Yo no podía opinar demasiado, no era de ese mundo de famosos, pero si que podía entender como llegaba a sentirse pues muchos famosos borraban sus redes o acababan muy mal por todo el odio.

―Lo siento, no quería arruinar la comida―se secó una lágrima.

―No te preocupes, si te ha servido para desahogarte y te sientes más aliviada mejor―dije con una sonrisa―como tú bien dices, es día de celebración.

Cambiamos de tema y empezamos a hablar un poco de series aunque no estaba muy seguro de ello ya que ella igual no querría por el tema de estar en ese mundo. Pero para mi sorpresa me contó sobre sus series y películas favoritas, teníamos muchas en común aunque cabe destacar que eran muy buenas.

Cuando quise darme cuenta, ya había terminado mi plato y ella igual, lo malo era que tenía que regresar al trabajo. Nos despedimos y volví a la faena.

En la tarde, escuché que me reclamaban en una de las habitaciones. Subí por el ascensor con las herramientas porque había un problema en el cuarto de baño.

―Tn―dijo al abrir, era Jenna.

―¿Qué ocurre?―pasé y la seguí hasta el lavabo donde me indicó el problema.

La pila donde se lavaba los dientes y la cara no tragaba, de hecho el agua salía un poco. No era la primera vez que pasaba y tampoco sería la última. Pero los fontaneros no podían acudir a arreglarlo de abajo hasta que pasase el temporal.

―Yo me hago cargo―tomé el desatascador y empecé a usarlo.

Me costó lo suyo pero finalmente logré que la pila se tragase el agua y volviera a ir bien. Echamos un poco de agua para ver que funcionaba perfectamente. 

―Ya está, listo―dije sonriente―un problema menos.

―Muchas gracias―dijo―en un buen rato debo hacer una entrevista online y necesito arreglarme.

―Sin problemas.

Guardé las herramientas y los productos de limpieza que no me hicieron falta. Antes de irme, me dijo que agradecía mucho que no la odiase por el lío en que me metí por estar con ella. También por lo del golpe en la nariz y cabeza además de haberla escuchado.

―No soy muy inteligente en dar consejos, pero soy bueno escuchando―sonreí.

―Gracias de nuevo.

Nos quedamos mirándonos el uno al otro durante unos segundos, tenía que irme, pero mi mano no abría la puerta. Y ante mi sorpresa me dio un abrazo.

―Gracias.

Al separarse de mi, sentíamos la respiración del otro.

No sé muy bien como acabó así la cosa, pero cuando me percaté, ambos estábamos fundidos en un pequeño beso. Sus labios eran cálidos y me sentía en una nube hasta que nos separamos.

―Lo siento...yo...―dijo avergonzada.

Y en ese momento la tomé de la mano y fui yo quien la besó. Nos quedamos así un rato, quizás solamente fueron dos minutos, pero fueron maravillosos.

―Tn te necesito en la habitación 15, baja inmediatamente, tenemos un problema gordo―dijo mi compañero por el walkie.

―Será mejor que vayas―susurró ella―hablamos luego.

Yo asentí y sin decir nada abrí la puerta y me la quedé viendo durante unos segundos hasta que cerró con esa sonrisa suya.

―Ya voy―respondí.

Mientras bajaba por las escaleras, seguía sin dar crédito a lo que había sucedido así que me di un bofetón para despertarme. No, no era un sueño, yo...había besado a Jenna Ortega y sido correspondido.

Continuará...