20-Reencuentro

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Los días a su lado transcurrieron muy rápido, tuvimos citas en el bosque cercano pero finalmente mi estancia allí se terminaba. Jenna decía que no pasaba nada, que podía quedarme más tiempo en el hotel junto a ella. Pero...

―Jenna, debo ver a mis padres y mi familia, hace mucho que no me ven―dije―pronto estaremos de nuevo juntos, te lo prometo.

Ella me rodeó con los brazos y me dio un beso. Esa noche la tuvimos libre para nosotros y disfrutamos de una buena cena, la compañía del otro y una serie de mimos. Me iba a resultar muy duro separarme de ella pero no podía dejar de lado a mi familia.

En el aeropuerto nos despedimos de una forma tan amorosa que no pude quitarme el sonrojo de la cara durante todo el trayecto de vuelta.

―Vuelve pronto eh―dijo casi en amenaza―y ten mucho cuidado.

―Lo sé...tú también―la besé―te quiero―fue lo último que nos dijimos antes de separarnos.

Por suerte mi barba y mi ropa de camuflaje elegida por Jenna, nadie me reconoció salvo la chica de los billetes y por suerte no dijo nada.

El taxi me dejó en la puerta de casa, al abrir, mis padres y mi prima salieron a recibirme. Era una sorpresa y me abrazaron con mucha fuerza.

―¡Por fin te veo!―dijo ella.

―¡Hijo!―mi padre por poco me parte en dos ya que tenía mucha más fuerza.

―¡Primo!―mi prima me dio un abrazo―¿y Jenna?―miró detrás mía.

―Está trabajando, he estado con ella y ahora he vuelto a pasar unos días aquí―respondí―tenía ganas de veros.

Le escribí al agente de Jenna para que le avisase de que había llegado bien para que no se preocupase.

Tras dejar todo en mi habitación la cual estaba igual desde que me había ido, nos sentamos a comer porque me moría de hambre. Allí sentados, les estuve contando todo en persona ya que la historia contada por teléfono no era lo mismo.

―Ya veo...te cuida muy bien―dijo mi padre bebiendo un poco―tendrás que cuidarla.

―Si, y tú también...esos incidentes...

―Lo sé mamá.

Mi prima estaba de morros porque quería ver a Jenna. Yo le dije que no era posible por su trabajo, que ya la vería.

―¡Hump!―dijo a regañadientes―siempre lo mismo.

―Tampoco es para tanto―comenté riendo.

―Seguro que ya han hecho cosas―al decir eso casi escupo la bebida. No esperaba esa frase de mi prima.

―¡Samantha!―replicó enojada mi madre―¡eso no se dice!.

Mi padre no hacia otra cosa que reírse viendo nuestras caras.

Tras un rato de hablar con ellos me fui a dormir. Estaba cansado de todo el viaje. Me dormí pronto, casi enseguida. 

Fui despertado por mi padre para ir a cenar. Había dormido demasiadas horas y cene muy poco porque no tenía demasiada hambre. Fue una cena tranquila, la echaba de menos sin que nadie me mirase ni nada, pero echaba en falta a Jenna.

―Buenas noches―se despidieron mis padres antes de irse a dormir pues yo no tenía sueño.

Estuve jugando hasta que Jenna me llamó.

―Te echo de menos―dije nada más descolgar.

―Se suele decir hola

―Ah...muy graciosa...

―Es broma, ¿qué tal todo?.

Hablamos un par de horas hasta que me tuve que despedir de ella para ir a dormir. 

El quedar con mis amigos no fue tan mal como esperaba pues todos me preguntaron sobre mi relación con Jenna aunque decía lo justo porque sabía que se les podía escapar algo a ellos. Bebimos algo, comimos y jugamos a videojuegos. Pero todo como si nada hubiera cambiado, y eso lo agradecí mucho pues estaba muy bien.

También seguía en búsqueda de empleo pues no podía quedarme sin trabajar. Ya había tenido mis vacaciones con Jenna.

―Hijo ven a casa a cenar―me escribió mi madre.

Al llegar a casa, bostece y entré a la cocina. Me quedé de piedra.

―Hola

―¿Jenna?

―Ajá.

Enseguida fue a abrazarme y nos dimos un pequeño beso.

―Jenna mira mi...―mi prima entró―¡eh, ya la has tenido mucho tiempo, comparte!

―¡Samantha!

―Pero tía...

Jenna se fue a ver las cosas que le quería enseñar mi prima cuando mi madre me contó que todo era una gran sorpresa montada por mi novia.

―No eres el único que sabe dar sorpresas―comentó ella sonriente.

Cenamos en familia y Jenna me contó que ahora descansaría un tiempo. Había terminado los rodajes por haber trabajado más horas, de ahí el estrés y las marcas le dieron un tiempo para prepararse ya que las compañías también querían preparar bien el escenario.

En la noche, ya en mi cuarto que era pequeño en comparación con el hotel, estuvimos en la cama tumbados, viendo la televisión y dando pequeños mimos.

―Jenna―la coloqué encima de mí―te quiero.

―Shhh, tus padres pueden...―le besé el cuello―Tn...no seas así...

―Lo siento, no puedo resistirme a tus encantos

―Idiota...tus padres nos pueden escuchar.

Paramos esa clase de mimos pero no los otros (e.e) hasta que nos dio el sueño. Más bien a ella pues el viaje fue lo que le dejó agotada.

En la mañana, ella había madrugado y ya hablaba por teléfono para organizar todo. Yo miraba incrédulo de que no descansase pero la cuidaba para asegurarme de que todo estaba a su gusto.

―Gracias por el apoyo mamá―dije.

―No es nada...aunque casi me da algo verla plantada en la puerta cuando vino a vernos, es una celebridad y claro...

―Lo sé...a mi me lo vas a contar...

Cuando por fin Jenna terminó de hablar, me acompañó en el desayuno diciendo que debería levantarme más temprano.

―Bueno, disfruto de la tranquilidad

―Vago

―Lo sé.

Hablamos sobre si salir o no a la calle, quizás alguien nos reconocería pero debía intentarlo. Nos vestimos con las prendas habituales y tras tomarnos de la mano decidimos dar el paso. Al salir, nadie nos esperaba, por suerte...

Caminamos relajados ya que hacia frío y nadie se fijaría en nosotros, o eso esperaba yo. A esas horas hacia una niebla que dejaba ver poco. Era perfecto para nosotros así que aprovechamos la situación para caminar mucho rato, comprar unos cafés para tomar y algo de picoteo.

―Que bien se está aquí―dijo ella.

Nos sentamos en un banco a admirar el paisaje mientras ella colocaba su cabeza en mi hombro y nos dimos unos pequeños y cortos besos.

―Te quiero―susurré.

―Y yo...la despedida fue dura

―Si, pero ahora ya estamos juntos de nuevo.

Ella me dio un beso en la frente.

―¿Te gustaría trabajar para mí?―preguntó de golpe―hay una vacante libre de tres meses para sustituir a uno que me lleva el equipaje. Ayudarías a mi agente.

―Claro―nos besamos y  nos quedamos un rato más allí hasta regresar a casa.

Inesperado-Jenna Ortega x Lector MasculinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora