Tras la llegada de dos hermanos al pueblo Mystir Falls, desatan oscuros recuerdos sobre la realidad de este pueblo, poniendo en peligro a todos lo que la rodean.
Uno de los hermanos salvatores alocara los sentimientos de Sidney, consigo trayendo pr...
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Sidney se despierta por la mañana, abriendo sus ojos por los rayos solares que entraban por su ventana. Se refriega sus ojos al mismo instante en el que estira todo su cuerpo, cuando de la nada, escucha una voz muy cerca de ella.
— Buenos días, princesa—.
Automáticamente reconoce la voz.
Damon.
Se levanta rápidamente, sentándose en la cama e intentando cubrirse el cuerpo con las sábanas. Llevaba puesto un solo brasier y una pantaleta cómoda como pijama. Su vista se concentro en el peli-negro, que estaba sentado a los pies de la cama, mirándola coquetamente.
— ¡Damon, por favor! — Ella lo mira molesta, arrugando su entre cejo— ¡Privacidad!—.
— Vamos, niña, no seas pudorosa — Sonríe de lado antes de volver a hablar— No es nada que no haya visto—.
Frunció sus cejas abrumada— ¿Que?—.
— Es broma. No soy un pervertido— Mueve su cabeza sin despegar su mirada sobre ella.
— ¿No lo eres? — El niega— Entonces lárgate de mi habitación — Toma su almohada que esta a su lado y se la lanza con toda su fuerza, directamente a su cara.
Damon arruga su nariz, cerrando sus ojos al recibir el impacto— Auch — La mira por sobre su hombro.
— ¿Que haces aquí? ¿Como entraste?— Pregunta confundida, arrugando completamente su frente.
— Por la puerta— El eleva sus hombros respondiendo tranquilamente— Carol me abrió. ¿Que crees que soy?—.
— Un psicopata pervertido que puede llevar horas observándome dormir— Contesta ella un poco seria.
— No vi nada, lo juro — Trata de tranquilizarla. Apoya su mano sobre la cama y se inclina un poco hacia ella— Escucha, debemos hablar—.
— ¿Tienes que ser ahora? — Sigue con la mirada intacta de molestia por estar invadiendo su privacidad.
— Si, tiene que ser ahora porque necesito tu ayuda—.
— ¿y por que yo? Ve a molestar a alguien mas y a mí déjame descansar — Se queja mientras apoya su espalda en el respaldo de la cama y sigue cubriendo su cuerpo con las sabanas.
— Porque eres mi única mi amiga — Aclara el, colocando una expresión de niño bueno.
Escuchar esas palabras de algún modo la hicieron sentirse especial. El estaba demostrando confianza en ella, cosa que el joven Salvatore no demostraba por nadie, dejo muy en claro que el no confiaba en nadie, pero en ella si, buscaba su ayuda, como él decía, era su única amiga.
— ¿En que me necesitas? — Pregunto intrigada. Adivinar lo que Damon estaba tramando, lo que quería hacer era un juego sin fin. Cada vez encontrarías mas piezas.