Tras la llegada de dos hermanos al pueblo Mystir Falls, desatan oscuros recuerdos sobre la realidad de este pueblo, poniendo en peligro a todos lo que la rodean.
Uno de los hermanos salvatores alocara los sentimientos de Sidney, consigo trayendo pr...
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—Espera un segundo...—Sidney se quedo procesando todo lo que Elena le estaba contando— ¿La esposa de Alaric? ¿Nuestro maestro...pudo haber sido tu madre?—.
—Es demasiada coincidencia ¿No crees?—.
—La pura coincidencia es una locura, E. ¿Estas segura de esto?—.
Elena se volteo a mirar a su mejor amiga, mostrandole una nota en sus manos —Tengo la direccion de su amiga Trudie—.
— ¿Trudie? ¿Quien le pone ese nombre a su hija? —Se río al escuchar el nombre, pero como vió que Elena estaba mirándola sin ninguna expresión, se colocó seria—¿Quieres ir a hablar con ella?—.
Movio sus brazos no muy convencida—No lo se, S. Yo...—Se acercó a ella, sentándose a su lado—Ya no se que hacer. No se si sera adecuado hablar con ella...—.
—¿Te dan miedo las respuestas?—.
—¿Y si es cierto?¿Y si son la misma persona...?—Elena la miro, quebrada, a punto de largarse a llorar—Mi madre biológica murió y no se si lo soportaría—.
Sidney le tomo su mano— Entiendo, pero mi consejo, enfrenta ese miedo que te da saber si era ella o no, no te quedes con la duda o algún día te consumirá—.
Elana suspiro, tragando saliva con dificultad.
— Si necesitas ir a hablar con su amiga, dime y te acompañare, ¿Si?—.
Elena asintió. La joven Lockwood le estiro sus brazos y la castaña no dudo en dejarse caer sobre ella, apoyando su cabeza en su pecho, buscando el consuelo de su mejor amiga. Sidney sabía que ella necesitaba su abrazo y la envolvió en ella.
— Aun no se que haré—.
— Sea lo que sea que hagas, aquí estaré—.
Sidney se estaba arreglando para asistir al evento de los solteros mas codiciados de Mystic Fall, su madre la obligaba a ir y apostar por uno de ellos para tener una cita, lo cual nunca ganaba, ya que siempre regalaba su número.
Se estaba mirando en el espejo, colocándose su gloss cuando la ventana de su habitación se abrió. Imagino que el que entraba era el joven Gilbert, ya que el se escabullía hacia cuando se quedaba a dormir con ella, tratando de no ser visto por el hermano con problemas de ira.
— Jer, no puedes estar...—Se volteo a hablarle, pero se dio cuenta que no era el mini Gilbert.
— Es alguien mejor...— Damon estaba entrando por la ventana de su habitación — yo—.
Sidney lo quedo mirando confundida al verlo entrar por la ventana de su habitación con tanta tranquilidad, como si fuera algo totalmente común.