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Stefan tocaba la puerta de los Loockwood con desesperación, esperando a que Siddy fuera la primera persona que abriría la puerta. Necesitaba de su ayuda con urgencia, había tratado de hablar con su hermano, pero este lo había mandado al diablo. Había dejado miles de mensaje de voz en el buzón de la joven y ninguno había sido respondido.

Los portazos retumbaban una y otra vez sobre la casa Loockwood, la adolescente bajo con rapidez la escalera de su casa, cubriendo su cuerpo con una bata, aun media dormida y abrió la puerta, encontrándose con la presencia de Stefan Salvatore.

— ¿Que?— Hablo cansada de que siempre los hermanos Salvatore interrumpían su sueño.

— ¿Acaso no escuchas los mensajes del buzón?— Stefan alzo una de sus cejas.

— No encuentro mi teléfono desde anoche— Contestó— ¿Que pasa ahora?—.

— Anna tiene a Elena—.

— ¿Qué?— Exclamo preocupándose inmediatamente— ¿Como? ¿Cuando?—.

Una presión en el pecho la invadió, el hecho de que Elena estuviera en peligro la aterraba, peor aun si era Anna la que la tenía secuestrada. No sabía lo que podría hacerle, el daño que le haría con tal de conseguir algo a su favor. Su corazón estaba apretado, no solo estaba preocupada, si no que también aterrada por la vida de su mejor amiga.

— No lo se, fue en un segundo, en su casa...— Trato de explicarse, pero tartamudeaba— Necesito ayuda—.

— Si— Aclaro — Con urgencia—.

— Necesito que hablas con Damon, necesito su ayuda... A mi me debe estar odiando, no me escuchara— Comenzó a hablar —.

— ¿Y crees que a mi si? Lo traicione anoche. Ambos lo hicimos. ¿Recuerdas?—.

— Si, siddy, lo se — Se tocó la cabeza desesperado— Pero tu eres como... eres como una debilidad para el. Te escuchara, de todas las personas del mundo que puedan hablarle, el te escuchara a ti— Se acercó a ella — Necesito su ayuda. Ambos—.

Ella asintió de inmediato.

— Esta bien. Hablare con el—.












— ¿Damon?— Siddy entro a la casa salvatore casi corriendo después de que Stefan solicitara su ayuda. Nadie contestó— ¡¿Damon?!— Volvió a gritar nuevamente. Otra vez nadie contestó— ¿Dam...?—.

Se quedo en silencio y quieta cuándo entro a la sala de estar. Damon estaba sentado en el sofá, concentrado leyendo un libro gigantesco de muchas páginas.

— Hola ¿No me escuchas? — Siddy trató de tomar su atención.

El rodeo sus ojos — Si, princesa Lockwood. Todo el pueblo escucha tus gritos—.

— ¿Y por que no me contestas?—.

— Estoy ignorándote— Respondió sin desviar su mirada de la pagina del libro.

— ¿Tu? ¿Ignorándome? — Frunció su ceño — ¿Por que?— Damon se quedo en silencio nuevamente— No me ignores, imbecil—.

Tomo un cojin de los que estaban en el sofá vacío y se lo tiro en el rostro, Damon arrugo su nariz al momento de sentir la tela del cojin en su rostro. Suspiro frustrado y cerro el libro que estaba leyendo.

— ¿Que quieres? —.

— Anna tiene a Elena— Contestó.

— Si, ya lo se — Alzo ambas cejas con una mirada estresada— Stefan me envió 600 mensajes —.

EPIC-LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora