Capítulo 15: Terror irracional

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Antes de partir, Connie sintonizó una emisora para cerciorarse que durante el camino el silencio fuese opacado

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Antes de partir, Connie sintonizó una emisora para cerciorarse que durante el camino el silencio fuese opacado. La canción Can't Get You Off My Mind de Lenny Kravitz comenzó a escucharse.

—¿Qué te gustaría cenar hoy? —le preguntó Jake mientras conducía.

—Hum, no lo sé... Me da lo mismo —contestó dudosa. En verdad, se moría de ganas por comer carne.

Ella comenzó a sospechar que su periodo todavía no le llegaba por culpa de la dieta vegetariana que empezó a tener desde que vive con Jake, sumado a la pérdida de peso que ha experimentado su cuerpo. Llegó a esa conclusión luego de haber buscado en su computadora alguna explicación que la dejase tranquila con respecto a ese tema, pues seguía negándose a consultar un médico.

Otro asunto que la ha tenido inquieta estos días ha sido el estado de Rebecca; Connie se enteró por medio de Emily que su madre había comenzado un camino en picada acompañada solamente por el alcohol.

Ella no se inmutó en demasía ante esa noticia. En su cabeza, Rebecca estaba así porque ya no tenía a quién controlar, y si ella buscaba refugio en el alcohol, pues ese no era su problema. Sonaba bastante frívolo de su parte, pero era algo que debía hacer por sanidad mental. No podía hacerse cargo de sus problemas y también de los de Rebecca.

A Jake le costó encontrar un lugar donde estacionar porque el supermercado estaba repleto. Tendrían que armarse de paciencia.

—¿Puedes ir por cereales y leche? —pidió Jake sacando un carro—. Ya sabes cuales me gustan. Yo estaré en la sección de verduras. ¡Recuerda traer tu cereal favorito! —gritó a unos metros de distancia como última petición.

La muchacha caminó a paso lento hacia la sección señalada. Cuando Jake dijo «Sabes cuales me gustan.» en realidad se refería a la leche de soya y al cereal de trigo que eran los únicos que su novia Kate aceptaba comer. Estaba de suerte porque logró encontrar ambas cosas, sumado a su cereal favorito, uno de hojuelas azucaradas.

Tiempo más tarde se encontraba junto con Jake en la fila para pagar. Lo dejó detrás por un rato y fue hacia el puesto de revistas, que se encontraba cerca, con la intención de inspeccionar si había algo interesante, como una entrevista a alguna de sus bandas favoritas o algún póster que vendría de regalo.

Escuchó que le habló una voz familiar y masculina, helando su cuerpo completamente. Se giró con extrema precaución, como lo haría la protagonista de una película de terror para enfrentarse cara a cara al asesino.

—Vaya coincidencia encontrarte acá. ¿Cómo has estado? —la saludó él.

Connie se petrificó como una estatua. Tenía frente suyo al personaje que ha invadido sus sueños estos últimos meses. Ese mismo individuo que durante el primer semestre la hizo sentir que vivía en el paraíso, todo para después hacerla caer de bruces al infierno.

Entre Canciones - #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora