Capítulo 34: Fluctuación (Parte II)

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El vehículo se detuvo frente a la casa de la chica

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El vehículo se detuvo frente a la casa de la chica. Ella pagó el viaje y ambos se bajaron por la puerta derecha.

—¿Cuándo llega tu mamá? —cuestionó él una vez que el taxi se marchó.

—Mañana, quizás. —Se detuvo frente a la puerta para sacar sus llaves.

Ella encendió las luces de la sala mientras que Dylan se adentraba con exceso de calma.

—¿Quieres que te traiga algo para beber? O quizás algún bocadillo —propuso ella, encaminándose hasta la cocina y con el chico siguiéndole el paso.

—Una cerveza estará bien. —Abrió la nevera y se inclinó para mirar las cosas del interior.

—No hay alcohol en esta casa.

Dylan se incorporó y la observó con ojos abiertos. Cerró la nevera con fastidio.

—Yo me haré un té, ¿quieres uno? —dijo ella después de colocar la tetera al fuego.

—¿Un qué? —Arqueó una ceja.

—Un té.

—¿Qué? —preguntó asqueado.

—¿Qué pasa? —soltó entre risas—. ¿No se puede tomar té un viernes en la noche?

—En ese caso prefiero agua —mencionó caminando hacia ella.

Connie cerró el grifo una vez que el vaso que sostenía bajo este se llenó.

—¿Me dirás qué tomaste en el Bar? —cuestionó ella en un tono dulce, viéndolo beber, a regañadientes, unos sorbos de agua.

Dylan no respondió.

—Sólo quiero saber, no voy a darte ningún sermón.

Él la observó con recelo. Bebió toda el agua y dejó el vaso sobre la encimera. Por otro lado, Connie decidió rápidamente cambiar de tema:

—Quiero que sepas que tienes todo el derecho de sentirte de la forma en que te sientes...

—No quiero hablar de eso ahora.

—Es necesario, Dylan. Estás herido. Reprimir tus emociones no te ayudará en nada. Además, tú no eres así. Sé que una parte de ti está molesto conmigo, y quiero que sepas que puedes arrojar esa molestia hacia mí. Yo lo puedo soportar.

—¿De qué me estás hablando? ¡Yo jamás haría eso! Yo quiero que te sientas a salvo conmigo.

—No te digo que me trates mal. Me refiero a que, si a Matt lo quieres golpear cada vez que lo ves, ¿qué hay de mí?

—Es diferente —comentó irritado.

—Eso es lo que siempre dices, pero el hecho es que yo también te mentí. A Matt lo sacaste de tu vida y a mí me aguantas todo... No creo que eso te esté haciendo bien.

Entre Canciones - #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora