SEOKJIN
Me despierto balbuceando, me cae agua del pelo a los ojos y veo a Zane de pie sobre mí.
—¡Estuve llamándote! —gruñe, abriendo los cajones y arrojándome ropa limpia.
—¿Qué carajo...?
—Levántate —me dice, cortándome—. Tenemos que irnos. Ashley y Jasper han tenido un accidente —Balanceo las piernas sobre la cama, sacudiéndome el sudor empapado donde Zane me echó agua encima. Intento entender todo lo que dice entre los restos de una borrachera.
Se gira hacia mí. —Lo siento, Seokjin, pero Jasper está muerto.
Me paralizo ante sus palabras, visualizando al chico con el que crecí. Siempre había estado a mi lado, con una sonrisa arrogante en los labios. Jasper aparece en todos los recuerdos de mi infancia, aunque nuestra amistad acabara mal.
—Ash está mal —Me mira fijamente, esperando una reacción, sin embargo, me siento entumecido, como si sus palabras no calaran.
—¿El bebé? —digo ahogado con la garganta seca.
Se acerca y me aprieta el hombro. —No lo sé. Vamos, tenemos que irnos.
Sigo a Zane a través de la casa y bajo corriendo los escalones, abriendo la puerta de su camioneta. Vendí la mía. Desde que no tengo nada, me deshice de todo lo de valor. Se lo di todo a Ashley para que pudiera conseguir lo que necesitaba para el bebé. La noticia de la bancarrota de su familia llegó a Hill View hace unas semanas, no de mi parte.
Ashley ya no quería comprometerse. Ella y Jasper se juntaron días después, y él le puso un anillo en el dedo a las pocas horas. Ashley, todavía enojada conmigo, hizo saber al pueblo que yo era gay, y en menos de una hora, mi padre había parado todas mis tarjetas. Dejaron mis cosas a las puertas de la casa en la que me había criado, junto con una nota para que no volviera nunca.
La gente que conocía de toda la vida ahora cruzaba la calle para evitarme. Los que habían sido mis compañeros de equipo me miraban como si nunca me hubieran visto.
Mi solicitud para la universidad había sido revocada, sin la inversión de mi padre, aunque yo ya había decidido que no iba a ir.
Ashley quería decirle a todo el mundo que el bebé era de Jasper. De ninguna manera lo permitiría.
Supongo que el karma finalmente vino y me mordió en el culo.
Además, supe que Casper había recibido una carta de aceptación en enero. Siempre supo que se iba. Todo lo que me dijo era mentira.
Mi mente ha vuelto al primer día en casa de Zane, una y otra vez. Jungkook me advirtió y me dijo que no me enamorara de él. Me lo había advertido.
Ganó.
Él me rompió.
Durante los últimos cuatro meses, he bebido hasta que no recordar. Luego bebí más cuando esos recuerdos salieron demasiado a la superficie.
Anoche, fui a otra ciudad para encontrar un cuerpo caliente y olvidarme de Jeon Jungkook. Sacarlo de mi mente y de mi cuerpo.
El tipo que conocí era guapo y tropezamos en el baño. Lo único en lo que podía fijarme era en su piel bronceada, no pálida, y sus ojos de marrón apagado, no oliva. Me sonrió, sin embargo, no fue la sonrisa que yo quería. No pude seguir y me aparté del tipo.
—Todo irá bien —La voz de Zane irrumpe en mis pensamientos y sólo puedo asentir.
Porque nada va bien.
Nos detenemos frente a la sala de urgencias y doy gracias a Dios de que Zane esté conmigo porque no tengo ni idea de qué hacer.
Desde que Jungkook se fue, es como si hubiese entrado en un espiral.
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Ámame otra Vez
De TodoNuestra historia es una mentira, una relación construida sobre falsas promesas y sueños esperanzadores. Él es mi matón. Ansío vengarme. Al menos, eso es lo que sigo diciéndome para que mi plan tenga éxito. Necesito que el maldito Seokjin sea consumi...