En el nido de las serpientes

Parte 1: Sangre contra sangre. Capítulo 1. El juramento

La torre de astronomía es uno de los lugares más bonitos que hay en Hogwarts. Usado con frecuencia con fines más recreativos que académicos.
El bullicio hace que Barty suba las escaleras en busca de un poco de paz. Ha sido un día largo, ha asistido a ocho clases (lo cual es imposible sin ese pequeño artefacto. Su lindo secreto que, nadie puede saber).

Mientras sube las escaleras busca entre sus bolsillos su cajita en la que guarda sus cigarros. Solo uno. Lo que dice siempre antes de fumar cuatro.

Cuando finalmente encuentra el mechero, un Sickle sale volando, así que se detiene. Se inclina y, sin afán de escuchar, termina siendo testigo de una discusión.

La voz es conocida. Su corazón se hace pequeño al escuchar leves sollozos. Tiene la intención de irse y fumar en el jardín, pero es inevitable quedarse.

"Solo tienes que regresar" la voz sollozante apenas y se escucha pero allí está, la brisa acaricia el lamento del muchacho, silenciando suavemente sus palabras.

"No lo entiendes, Reg. No es posible" El. Piensa Barty. El hermano de Regulus Black.

No es que lo conozca, pero no es un don nadie. Probablemente si no conociera a Regulus entonces lo sería. Pero no. Por lo menos sabe, que no se trata de una partida de snap explosivo, es algo importante.

Está a punto de girar para bajar las escaleras cuando las voces comienzan a subir el volumen. La conversación se vuelve más audible y ahora, el hechizo de la curiosidad hace mella en la discreción de Barty. Se queda. Solo un poco más.

"Reg, estoy seguro de que podemos irnos, los-" no termina. Es interrumpido

"¿Qué? ¿Los Potter? ¿Vas a decir los Potter? No te lo puedo creer. ¿Es solo eso que no tienes lo que te hace quedarte?"

Sirius está callado. No es fácil saber si es frustración o confusión, por el tono que Regulus usa para continuar, confirma que no sabe de qué está hablando.

"Crees que puedes reemplazarnos" Esa forma de hablar, suprimiendo el profundo sentimiento.

Barty sabe. Porque lo conoce. Usa reemplazarnos, pero su ira no tiene nada que ver con su familia. Se trata de él.

Díselo. Vamos, Reggie, dile lo que sientes.

"¿Y que tiene de malo?" Barty cierra los ojos con resignación. La ha cagado. "No hay absolutamente ninguna otra cosa que desearía más que drenar todo lo que me hace parte de esa jodida familia ¡Reemplazar es lo mínimo que puedo hacer!"

El silencio es palbable y Barty sabe que la conversación ha terminado.

"Bien, ya que ha quedado claro. No es necesario que drenes tu sangre, al menos para mí Sirius, no eres más mi hermano"

Barty traga su saliva con fuerza. Ya no hay miedo, ni tristeza en su voz. Todo el aprecio y la preocupación ha sido reemplazada con rencor. Una pizca de resentimiento y por supuesto, el pastel se  horneó en el fuego de los celos.

"No, Reggie. No es eso"

No los ve. Pero es evidente por el sonido de los movimientos. Sirius intenta acercarse, Regulus lo aleja con brusquedad.

"No te atrevas a llamarme así de nuevo. Esta es la última vez, Sirius. Olvida cada cosa que he dicho. Ve con tu nueva familia, corre, avísale a tu querido hermano, Potter" Regulus habla mientras toma sus cosas para  salir. Barty recuerda que no ha sido invitado a la pequeña reunión familiar, así que se apresura a bajar los escalones de la forma más silenciosa posible. A sus espaldas la voz de Sirius súplica, los gritos hacen eco aún cuando Barty da una vuelta en un pasillo para salir de escena. Pidiendo perdón, intentando arrastrar a su hermano.