Casi dos horas después, Regulus Black hace acto de presencia. La imagen que tiene que apreciar podría ser eneternecedora,para el, en realidad es torpe y siente un gran alivio cuando ve, a sus dos amigos, por fin, enroscados. Sabe perfectamente que el abrazo no es fraternal, más que nada por la forma en la que Barty hunde el rostro en el cuello de Evan.
Toma asiento en su cama y se deja descansar. Las palabras de su hermano resuenan en su cabeza y siente, después de muchos años, un poco de alivio.
Solo una oportunidad, había dicho James Potter y eso había hecho.
Las cosas están llendo bien. Bastante bien.
Sonríe y decide ir a comer.
No pretende ir solo.
Toma una almohada y la avienta en dirección a la parejita de tórtolos que está acosatda. Evan y Barty se despiertan con desgana y el anuncia.
-¡Vamos a comer!- Grita, porque es algo que hace Regulus con ellos.
Luego de unos diez minutos de forcejeo, pataletas y miraditas juguetonas salen juntos de la sala común en dirección al gran comedor.
Mientras entran, Regulus mira en dirección a la mesa de Gryffindor. Sin previo aviso se devía y se sienta frente a su hermano.
James Potter, quien escuchaba a Sirius hablar sobre el próximo partido contra Huffepuf mientras observaba con detenimiento a Lily Evans se encuentra en un completo dilema cuando la visión es interrumpida por el perfil perfecto de Regulus Black. Ante él, como si de una broma se tratara se materlializa la visión que ha estado teniendo los últimos dos días: Lily Evans, desvaneciendose ante la abrupta y astitocrática imagen del hermano menor de su mejor amigo.
Traga pesado y se endereza, pero no deja de verlo.
-Hola- Comienza Sirius- ¿Cómo te va?- sonrie un poco
-Bastante bien-Suspira y despues de unos segundos de silencio incomodo dice- ¿y tú?
La conversación es lenta y pesada, forzada. Pero lo intentan. Tienen qué.
-Por cierto, se lo mencioné a Barty- Regulus cree que la conversación puede ser más amena si habla con naturalidad. Pero.
Barty la mención del nombre provoca las mismas reacciones. Diferentes motivos.
James por su parte, se pregunta ¿qué carajos tiene que decirle nada a Barty? aunque en general, no tiene ni idea de qué es lo que le ha hablado.
Sirius, por un instante, mira a Remus. Esperando alguna reacción, le place ver que no hay ninguna y redirecciona su atención a su hermano.
-Se le ha ocurrido un plan, pero me temo que solo me servirá para una tarde. Hemos decidido que le preguntes a los padres de James antes de hacer algo- Definitivamente, la naturalidad hace llevadera la conversación que hasta hace unos minutos era bastante tensa.
James se remueve en su silla y; se preocupa cuando lo primero que se le pasa por la cabeza es ¿Por qué Barty y tú deciden cosas así como si fueran cercanos? y no ¿Qué excactemente le van a preguntar a mi padres?
-Ya me adelanté, hermanito- La respuesta de Sirius, acompañada de una sonrisita traviesa hace que Regulus se sonroje, no de ira, por cierto y no está dispuesto a dejarlo pasar... pero se siente tan cómodo- Les envié una lechuza en cuanto regresé al dormitorio. Segurmante recibiremos su respuesta hoy por la noche o mañana temprano.
James decide que es suficiente y pregunta.
-¿Qué tanto le escribes a mis padres, Black?-
Sirius no cede porque "es una sorpresa" dice. Como si no fueran sus padres los involucrados, como si Regulus Black no estuviera sentado a su lado, en la mesa de Gryffindor.
Regulus decide, que es hora de comer y pregunta ¿Pueden acompañarnos mis amigos?
El silencio que los abruma es casi ensordecedor.
Mismas reacciones. Diferentes motivos.
Sirius y James, que parecen compartir la misma neurona piensan instintivamente en Barty Crouch Jr. en la mesa de Gryffindor. Sirius simpre con la cabeza en la luna y James pretendiendo que no le desagrada en lo más mínimo.
Regulus está a punto de marcharse pensando todavía es muy pronto para eso; pero en la mesa Gracias a Merín, hay por lo menos dos leones con suficiente seso para impedir una desgracia.
-Adelante, Regulus- Habla Remus, quien saca del letargo a Sirius- Llámalos, muchos están estudiando así que hay espacio.
El joven Black sonríe y voltea para hacer una señal a sus amigos.
Del otro lado del gran comedor, Barty y Evan arrastran con ellos a Jordan Miller, recién salido de la enfermería y muy perfectamente curado de empacho.
Si a alguna persona le gusta la historia, debería empezar escribiendo sobre esa tarde del primer domingo de octubre. Ante el colegio, salen de su nido tres serpientes; acompañados por la escolta oficial, un águla que ha jurado lealtad con su sangre. Y se arrastran con peculiar cadencia hacia la cueva de los leones. ¿Habrá pelea? se preguntan los estudiantes. ¿Qué está pasando? susurran los más osados. Y para el desconcierto de la comunidad escolar. Toda la pantomima de los animales y el orgullo de casas se desvanece, a sus ojos, son solo un montón de estudiantes, que se reúnen a comer. Solo eso.
El primero en tomar asiento es Barty, a la derecha de James Potter, a su lado está por sentarse Evan, pero Remus levanta la voz y le invita un asiento junto a él. Jordan sigue a Evan ya que no hay asientos libres en la parte externa de la mesa y la rodean; no es hasta que nota a Peter Pettigrew, quien levanta las mannos y lo llama aqui, compañero y Jordan va y se sienta al final de la mesa , junto a Pettigrew.
La charla no es tensa. Remus comparte la clase de Runas antiguas con Evan y ambos se ponen al corriente. Barty, que es la persona más sana del universo se limita a morder con fuerza hasta que el controrno de su mandibula se muestra más afilado.
James ignora la presencia de Barty y su aura asesina. Se da de topes cuando la única salida es hablar, o mantenerse cerca de Regulus. El cabrón solo come y asiente a cada cosa que Jordan Miller le cuenta sobre Peter, con quien ha tenido la fortuna de competir en mini torneos de Snap explosivo.
Sirius y James miran en silencio la escena, el primero mueve con desganas los hombors diciendo ¿pues, qué le hago? y James no dice nada, porque se ha quedado sin palabras, se limita a comer.
Todos terminan de comer y Barty Crouch anuncia que se tiene que retirar. Sus palabras interrumpen a Evan, quien se disculpa con Remus, ya que hará lo mismo. Nadie se fija en la sonrisa de satisfacción que suelta Barty y ambos salen juntos del gran comedor.
Pasados unos veinte minutos, Regulus Black se levanta de la mesa.
-Vámonos, Miller- Jordan asiente y se despide de los alumnos de Gryffindor, mientras los chicos caminan, solo hay una persona que presta atención a la mirada de James Potter, que sigue sin perder detalle de la forma en la que Jordan pasa su mano sobre los hombros de Regulus y lo mece en un gesto juguetón.
Lily Evans. Sonríe con picardía cuando nota en los ojos castaños de James Potter la creciente chispa de los celos.
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En el nido de las serpientes
FanficPequeñas cosas y pequeñas palabras que cambian el rumbo de la historia. En las mazmorras, dentro de la sala común de Slytherin, se gesta la primera chispa de la guerra y es ahí cuando Barty Crouch Jr revela un secreto que cambiará las vidas de sus a...