Pegasus and the Moon

Muerte

Tuxedo Mask se había atravesado entre el ataque y Sailor Moon, transformándose en el príncipe Endymion en el momento.

Usagi sólo pudo gritar cuando Mamoru cayó al suelo escupiendo sangre.

Sailor Moon abrazó el debilitado y herido cuerpo de Tuxedo Mask, mientras lloraba amargamente al ver a su Mamoru tan herido, intentó detener el sangrado pero él detuvo la mano de Sailor Moon y negó.

Al ver a Sailor Moon llorando, Seiya se acercó para intentar ayudar.

—Lo siento, Usako... Te mentí... todo este tiempo... estuve guardando un secreto que juré no revelarte hasta que fuera el momento y... si Hades realmente fue derrotado esta vez...—Dijo esto mirando a Seiya.

—Entonces ya no tengo por qué callarlo más...—Dijo, regresando su mirada a los ojos azules de Usagi.

—Aquella vez, cuando Sailor Galaxia fue derrotada, recordé algo que la Reina Serenity me hizo jurar que nunca te revelaría hasta que Hades fuera derrotado y...—Trató de decir, pero fue interrumpido por Sailor Moon, que puso un dedo sobre los labios de Tuxedo Mask para que no siguiera hablando.

—Shh, calla, guarda tus fuerzas... te pondrás bien—Dijo Usagi, que tenía lágrimas empañando sus ojos, ella misma sabía que la herida que le habían hecho no podía sanarse, ni siquiera el poder del Cristal de Plata podría contra esto.

A pesar de la súplica de Sailor Moon, Tuxedo Mask tomó la mano de Usagi y negó con la cabeza, él sabía que ése era su último día y no quería que ella fuera infeliz, ni que viviera engañada...

—No, ahora las cosas deberán ser como debieron ser siempre, Usako...—Dijo.

—Yo... no fui el primer humano del que te enamoraste—Confesó Endymion, ante la sorpresa e incredulidad de las Sailor Starlights.

Usagi abrió los ojos de par en par, incapaz de comprender por completo las palabras de su amado Endymion, pues ella no recordaba haber estado antes en la Tierra, ni haberse enamorado de otro hombre...

—¿¡Qué está diciendo, príncipe!?—Exclamó Sailor Pluto, siendo ella quien más conocimiento tenía de la historia de la princesa, al ser la guardiana de la Puerta del Tiempo.

—Usako, tus memorias fueron borradas hace años, no por tu madre ni por Neherenia... sino por Hades—Los caballeros de bronce quedaron sorprendidos por esa declaración, incluso los caballeros dorados.

—¿¡Hades!?—Exclamaron al unísono los Bronces y los Dorados.

—Tu madre me hizo jurarle que, a menos que Hades fuera derrotado de una vez y para siempre, nunca debía decírtelo: Hades te arrebató los recuerdos sobre la primera vez que viniste a la Tierra, que no fue cuando tenías dieciocho años, sino cuando tenías quince años...—Murmuró Mamoru.

—Él te los arrebató... para dañarlo a él...—Señaló a Seiya con los ojos y luego volvió a mirar a Usagi —El primer caballero de Pegaso, Tenma...—.

Seiya, al escuchar ése nombre, se sorprendió.

Tuxedo Mask tomó aire y continuó —Yo... sabía que tú y el caballero de Pegaso habían tenido su historia antes de que me conocieras, pero yo realmente te amaba, siempre ha sido así...—Mamoru tosió un poco, escupiendo más sangre, pero seguía negándose a llevarse su secreto a la tumba.

—Usako, nunca me importó realmente lo que hubiera pasado antes, hasta ahora sigue siendo así...—.

—Usako... creéme, te amo y siempre será así... mereces la verdadera felicidad y sé que eso... nunca fue a mi lado...—La mano de Mamoru acarició suavemente la mejilla de Usagi y finalmente cayó, al mismo tiempo que él cerraba los ojos.