Reunión inesperada

123 6 2
                                    

Ami y Camus salieron del café y se dirigieron a la mansión Kido, platicando un poco sobre quién le diría a Hyoga sobre su "Situación familiar".

Sería complicado explicar ésta extraña coincidencia... y muy incómodo sin duda.

Llegaron a la mansión y fueron recibidos por Tatsumi, quien amablemente los invitó a pasar.

Cuando entraron, vieron a Hyoga leyendo en la sala, y levantó la vista de su libro al verlos llegando.

—Oh, maestro, Ami ¿Qué ocurrió Ami? ¿No ibas a ver a tú hermano?—Preguntó el caballero de Cisne, a lo que Ami asintió tímidamente —Sí Hyoga, lo hice, aquí está—Dijo Ami, señalando a Camus.

Hyoga alzó las cejas, pero lo comprendió más rápido de lo esperado —Quieres decir que... mi maestro Camus es ¿Tú hermano?—Exclamó Hyoga incrédulo.

Ami y Camus asintieron al mismo tiempo como si lo hubieran ensayado —Sí Hyoga, Ami es mi hermana menor—Le dijo Camus.

El ambiente en la habitación se volvió incómodo, nadie podía decir nada sobre esta extraña situación...

Camus, el maestro de Hyoga, era también el hermano mayor de su ahora novia...

Ami decidió romper el silencio para dar un aviso a Hyoga —Bueno, mañana mi madre tendrá el día libre y quisiera que vinieras a mi casa, para que la conozcas—Le dijo a Hyoga con una sonrisa leve.

Hyoga miró a Ami, sorprendido, y luego miró a su maestro quien le dedicó una pequeña sonrisa —Bien... iré—Dijo él asintiendo, aún inseguro de si era una buena idea.

Ami le dio un abrazo enorme y Camus, si bien no lo dijo directamente, quería ser un hermano sobreprotector y mantenerlos a ambos a dos metros de distancia de ser posible, pero no podía, no aún.

Ami y Hyoga, aunque lo notaron, no se separaron por un buen rato, tardaron cerca de cinco minutos en separarse y se dieron un pequeño beso, que los tomó por sorpresa a ambos, y no porque fuera algo accidental, sino porque nunca habían besado a nadie, Ami al menos no en esta vida, y Hyoga realmente nunca lo hizo aunque tuvo muchos intereses amorosos a lo largo de su vida.

Después de aquel momento incómodo, cada uno hizo sus deberes y luego empezaron a planear su salida para el día siguiente.

—Ami, por cierto ¿Cómo está papá?—Preguntó Camus de repente, sacando de nuevo a su familia, pero Ami miró a Camus y suspiró —Mamá y papá se divorciaron cuando yo era una niña... no lo he visto desde entonces—Dijo ella alzándose de hombros.

Camus miró a Ami sorprendido —Papá y mamá ¿Se separaron?—Preguntó incrédulo y Ami asintió —Sí... a papá no le gustaba que mamá se la pasara en el hospital trabajando, creía que lo hacía para mantenerse ocupada y no estar en casa nunca—Ami alzó los hombros, restando importancia a la situación.

Camus se sorprendió, pero sabía que algo así había pasado... su padre era frío, tal vez por eso él era el indicado para ser el guardián de Acuario.

Al día siguiente Ami llegó a casa con el corazón en un puño, siendo acompañada por Hyoga y Camus.

Estaba a nada de hiperventilar, decir que estaba nerviosa sería poco en comparación a lo que sentía.

Empezó a temblar sin darse cuenta, pero Hyoga le tomó la mano suavemente y le dio una mirada de apoyo.

Ami suspiró y asintió, subiendo al departamento de su madre para después tocar la puerta del mismo.

—Pase—Se escuchó desde el interior del departamento y Ami, Hyoga y Camus entraron.

Un par de minutos después de que cerraran la puerta, al atravesar el pasillo de su casa pudieron apreciar a la madre de Ami, una mujer idéntica a su hija salvo porque su cabello era más largo y un poco más oscuro que el de Ami.

Pegasus and the MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora