La paciencia y la armonía

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Aunque los caballeros y la misma Atenea querían preguntar más acerca de la relación entre Tenma y Serenity, Dohko y Shion dejaron en claro que no hablarían al respecto por respeto a la privacidad de su viejo amigo y hermano.

Seiya, conociendo ya la historia, y recuperando poco a poco más y más de sus recuerdos, agradeció intermnamente que ellos hayan dejado su vida privada en secreto.

Shaka, regresando al tema que realmente importaba aquí, habló.

—Si el enemigo es tan poderoso, entonces sugiero que las Sailor Scouts entrenen: tienen un cosmos enorme, pero sus ataques no son tan fuertes—.

Las Sailor Scouts se miraron entre sí, sabiendo que era lo más conveniente, pero luego miraron a Hotaru y ella les regresó la mirada como si les comunicara sus preocupaciones por vía telepática.

—Nosotras no tenemos problemas, pero...—Dijo Minako, quien miraba discretamente a Hotaru.

—Creo que yo... no voy a entrenar—Dijo Hotaru con una dulce sonrisa, tratando de esconder sus preocupaciones.

—¿Por qué?—Preguntó Kanon, sospechando enseguida de las palabras de la joven.

—Porque... tengo una condición de salud débil desde pequeña, mis habilidades sólo incluyen campos de fuerza y sanar algunas heridas, además no me gusta pelear—Dijo Hotaru, desviando la mirada, fingiendo inocencia.

Nadie sospechó demasiado de su comentario, a excepción de los caballeros que estuvieron en Japón, quiénes habían visto que ella era bastante aguerrida.

Las Sailor Scouts, por su parte, sabían que, en realidad, era porque ella era la más poderosa entre ellas: podía destruir un planeta entero por error y aunque sabía controlar su poder, podía frustrarse, estresarse o enojarse y cometer un error que pondría fin a la guerra y a sus vidas, probablemente.

Los caballeros se miraron entre sí —Bien, nosotros las entrenaremos—Dijo Aioros, alzándose de hombros.

—Entonces, tú—Dijo Aioria, señalando a Makoto —Ven conmigo, te entrenaré—Makoto asintió y se fue con Aioria.

—Yo me encargaré de ustedes dos—Dijo Camus, señalando a Michiru y a Ami.

—Tú—Dijo Shura, señalando a Haruka, que enseguida lo ignoró —Ven conmigo—Ordenó.

Haruka puso cara de pocos amigos y se fue con él, dejando a sus amigas temerosas por cómo acabaría el caballero de Capricornio por tener esa actitud hacia Haruka, que no era fanática de los hombres atractivos y los no atractivos exactamente.

—Ustedes dos, por favor, vengan conmigo—Dijo Shaka, haciéndoles señas a Setsuna y a Minako, que lo siguieron sin rechistar.

—Yo me encargaré de entrenarte a ti, Sailor Mars—Dijo Mu sonriendo a la Sailor Scout del fuego, que correspondió a su sonrisa.

—A ustedes tres los entrenaré yo—Dijo Kanon, señalando a los Tree Lights, que asintieron sin decir mucho.

—Entonces ¿Campos de fuerza y heridas?—Dijo Aioros, mirando a la Sailor Scout de Saturno, que se giró a verlo y asintió.

Aioros meditó un poco, y finalmente habló —Deberías ir con Shun para mejorar tu defensa, aunque más que luchar en un campo de batalla, tal vez sea mejor que permanezcas fuera de la batalla ayudando con los heridos—Le dijo Aioros a Hotaru, que asintió de inmediato.

Los caballeros se fueron retirando uno por uno junto a las Sailors, mientras que Marín llevó a Usagi a su habitación a descansar, pero Aioros se quedó, mirando a la nada como si estuviera preocupado o consternado.

Pegasus and the MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora