Fuera De La Ciudad - Tom Kaulitz

~Beso sincero...~

*STEPH*

Luego de ver esa película Tom se quedó profundamente dormido sobre el sofá, sonreí al verlo con sus ojitos cerrados descansando, me acerqué a su rostro y lo acaricié con mi mano derecha, él comenzó a abrir sus ojos lentamente, al parecer lo había despertado

—Lo siento, no quería despertarte...— dije en un susurro mientras lo miraba a los ojos, él sonrió un poco

—Ven aquí...— me tomó por los brazos y me recostó en su pecho, sonreí al escuchar y sentir sus latidos, abracé su torso y minutos después me quedé completamente dormida

Lo odiaba y lo amaba tanto a la vez...

(. . .)

Me desperté aún abrazada a él, me puse de pie y caminé hacia el baño, me lavé los dientes y la cara, luego caminé hacia mi cuarto y elegí un conjunto bonito para usar ya que había quedado que hoy visitaría a mis padres y luego saldría con Gustav, Olivia, Bill y Mathew. Elegí una camiseta que llegaba por encima de mi ombligo de color crema, una falda tiro bajo azul claro y luego unas zapatillas que utilizaba todos los días, fui al baño y encendí la ducha, suspiré de enojo al ver que Tom había utilizado el jabón, lo había terminado y ni siquiera se había preocupado en avisármelo, salí del baño y busqué en una alacena de la cocina donde guardábamos las cosas de limpieza, tomé un jabón nuevo y caminé hacia el baño nuevamente sin antes mirar a Tom, aún dormido, sonreí y seguí mi camino hacia el baño, tomé una ducha rápida y al salir me vestí, sequé mi cabello y me hice unos bucles, salí del baño y fui al cuarto, me maquillé un poco y tomé mi bolso, mi teléfono y el libro nuevo que Tom me había regalado, lo iba a leer en el camino. Salí de mi cuarto, fui a la cocina y me hice un café en un vaso de plástico para poder tomarlo en el camino, tomé una hoja de papel y ahí escribí

"Me fui a visitar a mis padres, te veo luego, idiota

Con mucho odio: El ratón de biblioteca"

Me reí un poco y dejé esa notita junto mi taza favorita, me dirigí a la puerta hasta que se me ocurrió hacer otra notita, tomé otro pedazo de papel y escribí

"Por hoy te dejaré usar mi taza, lávala luego de usarla"

Dejé la notita a un lado de la taza y luego me fui de la casa, fui a la parada de autobús y por suerte el autobús llegó rápido, así que lo tomé. Me senté y tomé el libro que Tom me había regalado, en la primera hoja había algo escrito, me pareció extraño así que lo leí

"Tu novio es muy guapo, señorita Steph"

Sonreí y reí un poco, esa letra era de la señora de la biblioteca, me sentí un poco mal de no ir a visitarla en mucho tiempo así que seguramente hoy también iría a verla, comencé a leer, hasta que luego de unos treinta minutos llegué a mi destino, bajé el autobús y caminé mientras tomaba mi café hacia lo de mis padres, al llegar toqué la puerta y mi madre me recibió con un fuerte abrazo de, entré a la casa y mi padre me recibió de la misma manera

—Te hemos extrañado mucho hija...¿Cómo has estado?— dijo mi madre sentándose en el sofá, me senté junto a ella y mi padre frente a nosotras en un sofá individual

— Yo los he extrañado mucho también...He estado bien, bueno...Tengo que contarles muchas cosas

—¿Ah sí? Quiero saberlo todo, hija— dijo mi padre

—Bueno...Ahora un famoso vive en mi casa

—¿Qué?— respondió mi mamá sorprendida

—¡Sí! Se llama Tom, Tom Kaulitz, es guitarrista de la banda "Tokio Hotel" seguro habrán escuchado de ellos

—Sí, ayer los vimos en la tele con tu padre

—Bueno...Él es el mejor amigo de Otis desde que son pequeños, y bueno...Otis lo llamó para que Tom me "cuidase"

—Hija dinos por favor que Tom no es como Otis...

—No, no lo es...Lo juro

—Bueno...Me alegra saber eso hija, aún así no me gusta que Otis lo haya llamado para que te cuide, tienes diecisiete años, no tienes cinco y además, eres su novia...No su hija

—Lo sé, intenté hablar con él pero...

—Te pellizcó— bajé la mirada al escuchar las palabras de mi padre, ambos se acercaron a mi y me abrazaron.

Pasé toda la mañana junto a ellos, hablando sobre todo lo que pasó este tiempo que no nos hemos visto, amaba a mis padres y los amo, les tengo mucha confianza a ambos, son los mejores y eso nadie puede negarlo

Al irme de la casa, me despedí de mi padre y mi madre me abrió la puerta, ambas salimos de la casa, ella me tomó la mano y me miró a los ojos

—Una madre siempre sabe cuando su hija está enamorada— sus palabras me dejaron un poco confundida en verdad, así que elevé una ceja esperando a que dijera algo más, ella sonrió, soltó mi mano y dijo —La última vez que vi tus ojos brillar mientras hablabas de un chico fue cuando nos hablaste de Otis la primera vez que se conocieron...Pero ahora puedo decir que la última vez que los vi brillar mientras hablabas de un chico fue cuando nos contaste de Tom— abrí mis ojos como plato y sonreí tímidamente, la abracé riéndome avergonzada

—Tiene veinte años, mamá

—Y tu en menos de dos semanas dieciocho...

—Él y yo nunca podríamos estar juntos, ma...Él se merece algo mejor que yo, que una niña

—Nunca digas nunca, cariño— sonreí y luego de unos segundos me fui, caminé hacia la parada de bus nuevamente y esta vez si tuve que esperar un poco, pero aproveché y leí un poco más, luego el bus llegó, me subí y tome asiento, los minutos pasaron y llegué a mi destino, entré a mi casa y dejé el libro, las llaves y mi móvil en la pequeña mesa junto a la puerta

—Te extrañé, ratón de biblioteca— lo miré a los ojos y sonreí, se puso de pie frente a mi y acarició mi espalda —¿Leíste el libro?— asentí

—Sí...Muchas gracias

—No hay de qué...

—Vine aquí solo para dejar mi vaso de café, me iré otra vez

—¿A dónde irás?

—No eres policía— me acorraló contra la puerta, puso su pierna entre la mías y me miró a los ojos, su mano viajó hacia mi cuello agarrándolo con delicadeza

—¿A dónde irás?

—Saldré con Mathew, Olivia, Gustav y Bill

—¿Y yo?

—¿Quieres venir?— el asintió —Está bien, pues...Vámonos

—¿Puedo besarte?— su pregunta salió muy inesperadamente, su nariz rozaba la mía. Negué con la cabeza —¿Por qué?

—Porque amo a Otis...— me soltó violentamente me miró a los ojos, su rostro demostraba lo enojado que estaba, sus ojos se oscurecieron

—¿Sigues con eso Stephanie? ¡Tu no lo amas!

—¡Sí que lo hago!

—¡No, no lo haces Stephanie!

—¡Sí!

—¡No!— se fue acercando aún más a mi

—Sí...— susurré teniéndolo a centímetros de mi rostro

—Tu me amas a mi...

—No te amo, Tom...

—Entonces haré lo posible para que me ames...— su voz ronca hizo que me estremezca. Su rostro se acercó aún más al mío y besó mis labios con delicadeza, su lengua pasó por mi labio inferior pidiéndome permiso para entrar, le di el permiso, su lengua comenzó a pasear por mi boca. Nunca nadie me había besado de esta manera, ni siquiera Otis, se sentía como un beso con mucho amor, un beso sincero...