~Katie~

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*STEPHANIE*

Los días pasaron.

Me encontraba en casa de Olivia, hasta que la vi muy enfocada en su teléfono, comencé a enfadarme ya que, hace mucho que no estábamos juntas a solas y ahora ella estaba metida en su maldito teléfono.

—¿Vas a decirme que coño estás haciendo con ese móvil?— Olivia me miró y dejó su teléfono a un lado.

—Lo siento, es que, me comuniqué con Katie

—¿Katie? ¿La chica que Otis dejó embarazada?— Olivia asintió 

—Sí, ella, quiero ayudarla y sé que tu también querrás hacerlo

—Cuando quieres tienes muy buen corazón Olivia— ambas reímos —Claro que quiero ayudarla, ¿estás hablando con ella ahora mismo?

—Sí, pues...Estuvimos hablando ayer en la noche también y ella me contó algunas cosas, pero estoy pensando en que nos reunamos en una cafetería para que ella pueda explicarnos todo de lo más bien, y más a ti, que bueno...Fue con ella con quien Otis te engañó.

—Me parece bien...Además, a Katie no tendría que tenerle rencor ni nada en lo absoluto, Otis fue el imbécil, no ella.

—Entonces...Perfecto, le diré que vayamos a alguna cafetería para charlar, seguro que aceptará.

Luego de esa conversación, Olivia se alistó y juntas nos dirigimos hacia la dicha cafetería, por suerte, no nos quedaba lejos así que llegamos bastante rápido.

Al llegar, vimos a Katie y a otra chica a su lado, Katie era bastante alta, casi de la misma altura que Bill, era delgada, su cabello cobrizo llegaba hasta sus hombros, tenía ondas y su estilo era bastante elegante, era muy guapa en verdad. La chica a un lado de Katie quien resultó ser su amiga Amanda era bastante más baja, ojos color miel y cabello rubio oscuro, delgada, usaba lentes bastante bonitos y su pelo era muy lacio.

Entramos en la cafetería y nos sentamos en el fondo, en una mesa para cuatro, comenzamos a charlar sobre cosas no importantes hasta que Katie sacó el tema de que su amiga Amanda trabajaba en una agencia de modelaje.

—Bueno, me alegra oír eso, Steph siempre ha querido ser modelo— dijo Olivia, la fulminé con la mirada y la golpeé con mi codo

—No le hagas caso, Amanda— dije mientras Olivia sobaba donde la había golpeado

—Aún así, la agencia de modelos en la que trabajo está yendo de mal en peor, necesitamos una modelo que destaque y creo que...Podríamos intentar contigo.— mis ojos se abrieron como platos al igual que los de Olivia y una sonrisa se asomó por mis labios

—¿Hablas en serio?— dije sin creer lo que me estaba proponiendo. Amanda asintió emocionada y sin pensarlo dos veces, acepté. —Me encantaría.

—¡Perfecto! Entonces, te paso mi número de teléfono y podré contarte más sobre ello— asentí con una sonrisa, hasta que miré a Olivia y ambas recordamos el porqué de esa reunión.

—Bueno...Dejemos de hablar sobre modelaje y concentrémonos en lo que vinimos a charlar.— dijo Olivia y yo asentí dándole la razón. Miré a Amanda y a Katie hasta que la pelirroja comenzó a hablar.

—Empezaré desde el principio. Yo conocí a Otis en un bar hace unos cuantos de meses, él estaba allí con la banda Tokio Hotel quienes son sus amigos o eso creo. Charlé con él un poco y cuando quiso pedirme mi número su móvil estaba apagado, por lo que tuve que pasarle mi número a Tom. Luego de unos días Otis me llamó y comenzamos a charlar más seguido, salíamos por las noches e incluso había días que pasábamos todo el día juntos, por esa razón, yo nunca sospeché de que tuviera novia— presté máxima atención a todo lo que ella decía, no quería perderme de ningún detalle.

—Los días que se pasaba contigo todo el día, era porque con Steph aún vamos al instituto, y nos la pasábamos allí todo el día o a veces estudiábamos todo el día en la biblioteca— dijo Olivia y Katie asintió

—Sí, bueno...Luego de unas cuantas semanas, encontré llamadas perdidas de Steph en el móvil de Otis, y entre algunos mensajes vi como él te hablaba, por lo que supuse que tu eras la amante. Lo confronté a Otis y él dijo que llevaba contigo desde que tenían catorce años, que él estaba cansado de ti y que quería dejarte, entonces, le creí y seguí con él. Cuando él se fue fuera de la ciudad, simplemente nos fuimos a un pequeño viaje en pareja a un pueblo en donde mis tíos tienen una casa, el pueblo queda a menos de dos horas de aquí.— Siguió hablando Katie.

Otis era un hijo de perra y cada palabra que salía de los labios de Katie me lo reafirmaban cada vez más.

—En los últimos días nos habíamos quedado sin condones, y yo insistí en ir a comprar pero Otis insistía en hacerlo sin cuidarnos, prometió que no pasaría nada y que él me compraría la pastilla del día después. Lo hicimos sin cuidarnos y cuando fuimos a una farmacia del pueblo, él compró la pastilla, me la tomé pero no funcionó. Cuando le conté que estaba embarazada él solo me golpeó y me gritó, no sé que hacer, estoy desesperada, mi familia y amigos me están ayudando a llevar esto de lo mejor posible, pero saber que el padre de mi bebé se fue a Alemania luego de gritarme y pegarme, me hace peor— vi sus ojos cristalinos y eso hizo que me pusiera de pie para acercarme a abrazarla, al soltarnos del abrazo volví a mi lugar y tomé sus manos.

—Otis es un imbécil, nosotras, tu familia y tus amigos vamos a estar aquí para ayudarte en la decisión que tomes— miré a Katie a los ojos y ella sonrió

—Quiero tener a mi bebé—respondió, todas sonreímos y acaricié el torso de su mano suavemente

—Si eso es lo que quieres, nosotras te ayudaremos— dijo Amanda

(. . .)

Luego de ese largo día, llegué a casa.

Para mi sorpresa, al entrar, vi a Tom sentado sobre el sofá, se acercó a mi a paso rápido y me abrazó con fuerza, besó mis labios y cerró la puerta de la casa.

—¿Cómo ha estado mi muñeca?— susurró en mi oído tomándome con fuerza por la cintura y acercándome a él

—Un poco cansada...¿Y tú?— recosté mi cabeza sobre su pecho.

—Estoy bien, mi reina. Si quieres descansar ve al cuarto a dormir un poco o a leer, ¿si?— asentí con una sonrisa y elevé mi rostro para besar sus labios, él me devolvió el beso y segundos después comencé a caminar hacia mi cuarto. Tomé uno de los libros que Tom me había regalado y comencé a leer.

Luego de unos cuantos minutos, Tom entró en la habitación con un café y un cupcake, se sentó a mi lado en la cama y colocó ambas cosas sobre la mesa de luz a un lado.

—Compré cupcakes de chocolate y de vainilla con fresa, porque a ti te gustan

—Gracias...— besé sus labios.


~KIA~

HOLIS¡¡¡ muchísimas gracias por el apoyo y mil disculpas por haberlos abandonado, los amo demasiado ❤❤

Fuera De La Ciudad - Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora