~La Fiesta~

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Debo decir que los chicos me cayeron bastante bien, menos Tom, era tan arrogante, simplemente me caía mal.

Seguimos hablando un poco cuando Bill tomó su teléfono, supuse que para ver la hora, al apagarlo miró a Otis —Hoy en la noche hay una fiesta, ¿les apetece ir?— preguntó, me giré para ver a Otis y él dudó un poco, pero de todos modos asintió —Me parece bien— Bill sonrió y se puso de pie —¡Bien! Entonces, los venimos a recoger a las ocho— sonrió amablemente. Otis y yo comenzamos a caminar hasta la puerta, Gustav, Georg, Bill y Tom caminaron con nosotros, Otis les abrió la puerta y saludó a todos, uno por uno, ahora me tocaba saludarlos yo. Extendí mi mano para saludar a Georg, luego abracé un poco a Gustav, besé levemente la mejilla de Bill y cuando me tocó saludar a Tom, Otis se quedó hablando con Bill por lo que no me estaba prestando atención, así que, si no lo saludaba no iba a decirme nada al respecto. —¿No vas a saludarme?— preguntó con una voz ronca y firme, lo miré a los ojos y solamente moví mi mano como forma de saludo, él rio y solo se giró para comenzar a caminar hacia la furgoneta gris aparcada frente a mi casa. Luego de unos segundos la furgoneta comenzó a avanzar perdiéndose en la carretera.

—¿Qué te parecieron?— me preguntó Otis al cerrar la puerta mientras tomaba mi cintura con delicadeza —Muy buena onda...Excepto Tom, él no habló mucho— Otis asintió y me acercó a él besando mi frente lentamente —Está bien, solo...— se notaba un poco nervioso antes de terminar la frase por lo que elevé una ceja confundida —Conoce más a Tom, es buen chico— sonreí y asentí, claramente no iba a hacerlo, era un idiota, se creía más  que los demás, ese chico nunca me caería bien.

Ya eran las siete, me puse de pie de la cama y caminé hacia Otis, él me observó y me sonrió, se acercó a mi lentamente —Ya son las siete Steph, es mejor que vayas preparándote— asentí un poco y besé sus labios suavemente —Iré a ducharme— avisé. Caminé hacia el baño, me duché y luego comencé a buscar entre mis cosas que ponerme, al buscar, encontré un lindo vestido rosa ajustado al cuerpo que no había utilizado, por lo que me lo probé y caminé hacia Otis, una sonrisa se formó en mi rostro —Otis— lo llamé, el se giró y una cara no muy convencida apareció en su rostro —¿Te gusta?— di una vuelta y él se acercó a mi —¿Qué eres Stephanie?— cuestionó, confundida elevé una ceja —¿Eres mi novia o una puta?— bajé mi mirada —Pero es bonito, ¿no crees?— elevé mi mirada y él negó con la cabeza —Pareces una prostituta en ese vestido, ve a cambiarte ahora— su voz sonaba firme mientras me miraba directamente a los ojos, en verdad no quería cambiarme, no quería hacerlo —Pero...— murmuré mientras miraba sus ojos. Otis no tardo en tomar mi cintura y pellizcarla con fuerza —Dije, ve a cambiarte— asentí y caminé hacia el cuarto, comencé a buscar nuevamente entre la ropa y encontré un conjunto que se vería lindo y Otis me dejaría llevarlo, se trataba de un pantalón rojo oscuro con corte campana, un top negro que llegaba hasta el ombligo y unas botas negras muy bonitas. Al terminar de cambiarme, caminé hacia Otis —De eso estaba hablando, mírate...Te ves hermosa y no pareces una perra— asentí sonriente y el besó mis labios, caminé nuevamente hacia mi habitación ignorando algunas lágrimas que caían por mi rostro, las sequé rápidamente y me maquillé un poco.

Pasó una hora y oímos el timbre sonar, nos acercamos a la puerta, la abrimos y caminamos fuera, no dudé en abrazar a Bill y a Gustav, esos chicos era simplemente geniales, tenían mucho humor y mucha energía, sonreí al ver a Georg y cuando me giré a ver a Tom él estaba terminando de saludar a Otis, al girarse a verme bajó su mirada hacia el moretón rojo que se había formado por culpa del pellizco de Otis, elevó una ceja confundida y me observó a los ojos, yo solamente puse mi mano en mi cintura tapando el moretón y me acerqué a él, moví mi mano en forma de saludo y todos nos adentramos a la camioneta. Georg conducía, Gustav estaba de copiloto, Bill se encontraba al lado de Tom y yo por supuesto al lado de Otis, en todo el viaje hablamos sobre cosas insignificantes. 

Al llegar a dicha fiesta nos dejan pasar a la parte VIP del lugar, me quedé asombrada al ver lo linda que era esta parte, no había tanta gente por lo que podías bailar con normalidad y caminar tranquilamente, me senté en uno de los sillones frente a una mesa que habían reservado los chicos, Bill se sentó a mi lado mientras los demás iban a charlar en la barra —Steph...— me llamó, me giré hacia él con una sonrisa —¿Qué te pasó ahí?— preguntó mientras apuntaba a el moretón en mi cintura —No lo había notado, pero, Tom me dijo que vio como Otis te pellizcaba en la cintura, ¿es eso cierto?— el rostro de Bill reflejaba preocupación —Sí— respondí y sentí con la cabeza —Bueno...Hoy actué como una niñita y luego me puse un vestido que a él no le gustaba— Bill abrió sus ojos como platos y me abrazó —¿Harás algo al respecto?— dijo mientras me soltaba del abrazo —No, Bill...No sirve de nada, además, él solo me pellizca, sé que nunca hará algo más que eso— suspiré —O bueno...Eso espero— el pelinegro corrió detrás de mi oreja un mechón de pelo —¿Por qué no puedes hacer nada?— cuestionó mientras se acomodaba en su lugar —Sus padres...Ellos...— no pude terminar la oración ya que vimos a los chicos regresar de la barra con tragos para nosotros —Te compré uno sin alcohol cariño— sonreí y tomé el vaso de vidrio entre mis manos, observé a Tom ya que se sentó cerca de mi, él estaba con una chica rubia en su regazo, ella me miró y me sonrió, imité la acción. Bill se acercó a mi —Ven a bailar— miré a Otis y él asintió dándome permiso así que me puse de pie y caminé con Bill a la pista de baile. Pasaron unos cuantos minutos mientras bailábamos así que ya me dolían los pies y necesitaba tomar de mi trago por lo que cuando volvimos a la mesa, observé a Tom, ahora otra chica estaba sobre su regazo, ahora era una chica pelirroja, ella se percató de que la miraba y me sonrió, imité su acción, me acerqué a Bill y me senté junto a él —¿Acaso Tom no estaba con una chica rubia?— Bill asintió —Sí, bueno, él siempre se la pasa con muchas mujeres, no te sorprendas— me sorprendí un poco —Pensé que eso eran solo rumores...— Bill negó y se encogió de hombros.

Ahora me doy cuenta de donde sale su tan alto ego 

• Espero que les guste este cap!! ❤

Fuera De La Ciudad - Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora