La abuela de Otis con una sonrisa dulce en su rostro, se acercó a mi y me miró a los ojos
—¿Desayunaste? Ya son las diez y media, cariño...
—No...No desayuné
—Ven, te haré el desayuno, cielo— su voz dulce y cálida me generó tranquilidad, así que ambas fuimos hacia la cocina, ella comenzó a hacerme un té y yo decidí empezar por algunas preguntas
—Sabe...Otis nunca me ha hablado de su abuelo, ¿Cómo era su esposo?— había decidido empezar a preguntar por ese familiar, ya que Otis nunca me había hablado sobre él y creía que tampoco lo había conocido, pero, su cuerpo se tensó al oírme hablar sobre el abuelo de Otis, me miró a los ojos e intentó relajarse respirando hondo
—Otis nunca conoció a su abuelo...Él falleció antes del nacimiento de Otis— asentí escuchándola, aunque notaba sus nervios en sus palabras
—¿Cómo se llamaba?
—Chr...Otis, Otis Weber— dudó al responder y tartamudeó, me estaba mintiendo...
—Oh...Por eso Otis se llama Otis, como su abuelo— la mujer sonrió aliviada, creyendo que me había tragado su mentira
—Sí...Así es
—¿De qué trabajaba usted?
—Cocinera...
—Ya veo porque cocina tan delicioso— ambas soltamos una risita
—¿Cómo conociste al abuelo de Otis?
—Trabajando...Lo conocí trabajando de cocinera
—¿En dónde trabajabas?
—En un restaurante pequeño en Magdeburgo, donde nació el padre de Otis. En Leipzig nació la madre de Otis y bueno...Ellos se conocieron cuando eran pequeños, porque yo ya conocía a la madre de Magda, cuando era cocinera, ella trabajaba conmigo y tiempo después, ellas se mudaron a Magdeburgo y bueno...Nos hicimos muy cercanos todos, hasta hoy en día y somos una familia muy feliz y unida, ahora te tenemos a ti y estamos más agradecidos que nunca...— sonreí y la abuela de Otis me entregó la taza de té, tomé un poco y me dirigí a ella
—Ya veo...— estaba a punto de preguntar sobre el trabajo del padre de Otis cuando Magda, la madre de Otis apareció y me llamó para que me siente en la mesa, caminé detrás de ella con la taza en la mano y me senté a un lado de ella, Magda sacó un libro grande, y lo abrió
—Estas son fotos de Otis de pequeño...Mira lo tierno que era— reí y miré a Otis, ambos nos sonreímos y por primera vez me estaba sintiendo cómoda y feliz...
Casi olvidándome de mis sentimientos hacia Tom
Magda comenzó a mostrarme las fotos cuando el timbre sonó, miré a todos y me puse de pie, caminé hacia la puerta y cuando la abrí estaba Tom, al parecer Otis se dio cuenta y caminó hasta quedar detrás de mi, la respiración de Tom era pesada, como si hubiese estado corriendo, lo miré confundido y sorprendida, gracias a mi suerte, la abuela de Otis lo llamó y el caminó hacia ella, aproveché para cerrar la puerta y quedarme afuera a solas con Tom
—¿Qué haces aquí? ¿Estás bien? ¿Qué pasó?
—Te traje esto— dijo y extendió su mano, era un sobre y al parecer dentro había una carta
—Sé que dejaste tu móvil en tu casa, así que decidí darte cartas estos días para comunicarme contigo, contarte mi día y espero que tu hagas lo mismo...No quiero pasar ni un día más sin hablar contigo, ratón de biblioteca...— las mariposas en mi estómago comenzaron a volverse locas, mi corazón latía a mil y tomé el sobre, lo guarde en uno de mis bolsillos y asentí
—Vendré aquí a darte la segunda carta a la noche...Tu me darás la tuya y mañana en la noche será lo mismo, ¿entendiste?
—Sí...¿A que hora vendrás?
—A las siete
—Bien...— asentí y Tom se acercó decidido a besarme pero el ruido de la puerta abriéndose nos asustó a ambos, se alejó de mi y vimos a Otis
—¿Qué haces aquí, Tom?
—Compramos cerveza y whiskey...¿Te apetece ir hoy en la noche al hotel para beber y ver películas?
—¡Sí, claro!
—Perfecto...Nos vemos a las siete entonces
—A las siete— ambos se sonrieron y Otis me tomó de la cintura para entrar, Tom me guiño un ojo y sonreí tímidamente sintiendo las mariposas volar como locas en mi estómago, entré a la casa con una sonrisa, me senté nuevamente a un lado de Magda y siguió mostrándome fotos, pensé que iba a encontrar algo, pero no...No encontré absolutamente nada que me ayudara a descifrar algo.
Las horas pasaron, hice preguntas pero nada me ayudaba...Pero en mi cabeza sonaban una y otra vez las respuestas de la abuela de Otis, esa señora no estaba siendo sincera conmigo...Y debía saber en qué me mentía y en qué decía la verdad.
Llegaron las siete, vi a Otis salir de la casa y vi a Tom, sonreí y él disimuladamente me entregó la carta y yo la que él me pidió que escriba, nos sonreímos y corrí escaleras arriba en esa gran casa hacia el cuarto que antes era de Otis, me senté en la cama y tomé la carta número uno, la que me entregó en la mañana
"Hola, ratón de biblioteca.
Te hago esta carta ya que estoy en tu casa y tu móvil está en sobre tu mesa de luz a un lado de la cama, así que decido hacerte esta carta para contarte un poco como fue mi mañana.
Cuando me fui de tu casa me subí al coche y grité furioso, estuve tres días sin poder besar tus dulces y suaves labios, sin poder tocar tu suave y tierna piel, fue un infierno, cariño.
Al llegar al hotel me dirigí al baño y tomé una ducha mientras pensaba en ti, en tus ojos color marrón, en tu cabello oscuro, tu piel ni tan blanca ni tan morena, en tu nariz, tus cejas, tus brazos, tus piernas...En tu todo, porque aunque creo que nunca te lo dije, eres hermosa, Stephanie, eres jodidamente hermosa en todo sentido y me tienes loco, por eso te odio, ratón de biblioteca.
Posdata: Nunca hice una jodida carta, lo siento
Atentamente: el guitarrista más sexi y atractivo del universo"
Sonreí al terminar de leer la carta y la llevé a mi pecho suspirando. Tom me tenía completamente loca. Me tiré hacia atrás en la cama y guardé la carta, tomé la segunda y decidí leerla en otro momento, guardé ambas en la maleta, tomé mi pijama y me vestí, desaté mi coleta y verifiqué que todos estuvieran dormidos, bajé las escaleras con cautela pero allí no encontré nada, ni una puerta, ni cajas ni absolutamente nada, busqué y me paseé por el primer piso por veinte minutos, pero no encontré nada...Subí las escaleras nuevamente y me recosté en la cama frustrada, pero decidí no enojarme ni ponerme triste, aún me quedaban cuatro días para descubrir que escondía esta extraña familia.
KIA
*HOLAAAA
*Me di cuenta que nunca les mostré una foto d como es Otis, así que, acá está
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Fuera De La Ciudad - Tom Kaulitz
أدب الهواة"Todo empezó con una taza...Y terminamos teniendo sexo a las espaldas de mi mejor amigo" Stephanie Collins, una pequeña niña inocente de carácter fuerte, conoce a los amigos de la infancia de su novio Otis Weber un hijo de puta que la golpea siempre...