Lauren J.
—¡Hey! —Me situé en mi mostrador, cortando zanahorias mientras mi madre entraba por la puerta delantera.
—Hola, cariño. —Llegó hasta mí y me envolvió en sus brazos—. ¿Cómo está mi muchacha?
—Bien. ¿Cómo estás? ¿Cómo estuvo tu día?
El normalmente brillante y alegre rostro de mi madre, parecía gris y cansado con círculos oscuros debajo de sus ojos.
—Fue largo y agotador. —Suspiró—. Pero me alegra que se haya acabado. — Levantó la tapa de mi enorme olla de metal sobre la hornilla—. ¿Qué estas preparando? Huele delicioso.
—Estofado de res. Tu favorito. —Sonreí—. Tenemos tiempo, de hecho. ¿Quieres ir,
recostarte y tomar una siesta antes de la cena?Frunció su ceño mientras ladeaba su cabeza a un lado.
—De ningún modo. Acabo de llegar. Me sentiría mal.
—Está bien. Me preocupaba que llegaras antes que yo a casa y no pudieras entrar, por eso me fui de la práctica tan pronto como terminó y no me bañé. Haré eso, llevaré a D por un paseo, luego podemos cenar y conversar. Fui a conseguirte todas tus películas de chicas; podemos hacer una maratón. —Caminé hacia ella, tomé su suéter y masajeé sus hombros gentilmente mientras la empujaba hacia mi habitación de huéspedes. Se sentía pequeña, débil… como que si la apretara muy fuerte, sus huesos se harían añicos justo en mis manos.
—Suena divertido. —Bostezó—. Trataré de no dormir mucho.
—Mamá, tuviste un largo día. Descansa. No me voy a ir a ningún lugar. —La besé en la mejilla antes de que ella caminara por el pasillo, desapareciendo dentro de la oscura habitación.
Agregué las zanahorias del cuenco y me dirigí a mi cuarto para bañarme. Cuando estuve lista, enganché a Diesel a su correa, me asomé a la habitación de mi mamá, quien dormía profundamente, tomé mi celular y me fui. No había nada mejor que Minnesota a principios de septiembre, especialmente en las tardes. El aire era frío y para una persona acosada por los demás como yo, era como ganar un botín. Diesel hizo sus asuntos y nos detuvimos en un banco fuera de mi edificio mientras le mandaba un mensaje de texto a Camila.
Hola, nena. ¿Estás ocupada?
C: ¡Hola! Mal día :( Necesito reír. Estoy en el cine con las chicas.Mierda.
No hay problema. Solo quería saludar. Te extraño.
C: Te extraño… mucho. ¿Ya llegó tu madre? ¿Cómo se está sintiendo?
Sí, llegó hace un rato. Está tomando una siesta. Luego vamos a cenar y pasar el rato.
C: Suena divertido. ¿Te llamo luego?
No lo olvides. Quiero preguntarte algo.
C: Hazlo ahora. :)Mis palmas sudaban. Me sentía como una adolescente con el rostro lleno de espinillas, nerviosa por pedirle a una chica que vaya al baile de graduación.
En realidad, no es gran cosa. Mi primer partido de la temporada es el próximo fin de semana. ¿Hay alguna posibilidad de que tomes la oferta y traigas a las chicas aquí? ¿Tal vez a pasar la noche? ¿Todas?C: ¡Absolutamente!
¿En serio?
¿En serio?
C: ¡Claro! He estado muriendo por verte jugar. Las niñas también. Solo déjame comprobar mi itinerario y asegurarme de que no trabajo. Luego deberíamos estar bien.
Genial. Hablaremos luego. Saluda a las niñas de mi parte. Diviértanse.
C: Lo haré. Te amo.
Te amo más.
C: ;)Cuando metí mi teléfono en mi bolsillo, Diesel saltó al banco y lamió mi rostro.
—¿Listo para entrar?
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ROOM FOR MORE
FanfictionHace cuatro años, mis sueños se hicieron añicos en un instante. Hace tres meses, encontré algo que no he tenido en años. Esperanza. Esa esperanza llegó en la forma de una sexy y despreocupada jugadora de hockey llamada Lauren Jauregui. Ella se aba...