OCHO MESES MÁS TARDE...
LAUREN J.
Hoy es 24 de junio.
Hacía dos meses hoy, mi equipo fue eliminado de las semifinales por los malditos Blackhawks de Chicago, una vez más. A pesar de mi difícil comienzo en la temporada, terminó con más victorias y más salvadas que cualquier otra temporada de mi carrera. Ayer, Andy llamó y me dijo que tenía una oferta de contrato para mí, pero no me dijo de qué equipo. No tenía idea de si aún iba a ser portera de las Minnesota Wild el próximo año o una Pantera de Florida. No quiso decírmelo por teléfono, así que iba a su oficina para reunirme con él.
Hoy también es el cumpleaños de Camila. Cumple veinticinco años. Ella es la mujer de veinticinco más madura y desinteresada del planeta. Cuando me desplazo a través de Facebook, la mayoría de las chicas con las que fui a la secundaria siguen pretendiendo ser
cabezas huecas borrachas para impresionar a alguien o publicar estúpidas fotos en sus
cuartos de baño. Camila ha sido una madre soltera por años, aunque ya no es así. Entre yo
y Zach, que ha estado pasando más y más tiempo con las chicas últimamente, está
cualquier cosa menos sola. Pasó sus exámenes con honores y ha estado trabajando en la unidad de parto en el Roger’s Memorial Hospital desde poco después de graduarse. Trabaja tres turnos de doce horas a la semana, y aunque ha sido un gran cambio para nosotros, hemos logrado seguir la corriente. Y gracias a Dios por eso, porque no tenía idea de lo que iba a pasar en esta reunión con Andy. Me dijo que me pasara como a las nueve de la mañana. Miré mi teléfono.09:12 a.m.
Estaba haciendo tiempo. Realmente no quería escuchar que los Wild me iban a dejar ir, y la última cosa en el mundo entero que quería hacer era darle las noticias a Camila en su cumpleaños. Pero nos hicimos una promesa: no más retención de información. Y no hubo más. Nada en los ocho meses transcurridos desde nuestra Semana Infernal, como ella la llamaba.
Antes de que saliera de la cama y me arrastrara a la oficina de Andy, le envié un mensaje a mi chica.L: Buenos días, Cabello.
Diesel saltó y se acurrucó a mi lado, dándome otra excusa para no salir de la cama todavía.
C: Buenos días para ti, Jauregui.
L: Escucha, estaba pensando… tengo muchos recados que hacer por aquí. Probablemente vaya mañana en vez de hoy, ¿está bien?Me reí a carcajadas en mi dormitorio.
—Santa mierda, D. Va a estar tan enojada. —Un segundo después, mi teléfono sonó.
C: ¿En serio? ¿Hoy? ¿Tienes que hacer recados hoy?
L: Sí. Me gustaría poder sacármelos de encima. ¿Por qué? ¿Tenías algo planeado para hoy?
C: Ummmm…No podía dejarla sufrir más.
L: Es una broma. Voy a ir. ¡Por supuesto que no me perdería el cumpleaños de mi chica! Feliz Cumpleaños, nena.
C: ¡Idiota! ¡Pensé que realmente lo olvidaste!L: No solo no lo olvidé, ya planeé nuestra noche y le pedí a tu madre que cuide a las niñas.
No me gustaba mentirle, pero había estado trabajando demasiado tiempo en su sorpresa y quería que pensara que íbamos a salir esta noche después de que todos la lleváramos a cenar.
C: ¿Lo hiciste? ¿A dónde vamos?
L: No puedo decirte eso. Es una sorpresa.
C: ¿Qué debería usar?
L: ¿Aún tienes ese vestido azul que usaste en el banquete de caridad el año pasado?
C: No, pero puedo pedírselo a Louisa otra vez. Vamos a algún lugar elegante, ¿eh?
L: Nop. Vamos a un lugar totalmente casual, es solo que luces muy caliente en ese vestido.
C: Eres un dolor en el culo.
L: El más grande. Estaré ahí en pocas horas.
C: Está bien. No puedo esperar para verte. Te amo.
L: Te amo, más.

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ROOM FOR MORE
FanfictionHace cuatro años, mis sueños se hicieron añicos en un instante. Hace tres meses, encontré algo que no he tenido en años. Esperanza. Esa esperanza llegó en la forma de una sexy y despreocupada jugadora de hockey llamada Lauren Jauregui. Ella se aba...