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En mi sueño recurrente solía ver los rostros de Ethan y mi madre, observándome desde arriba, y hablándome, mas sus voces sonaban demasiado lejanas como para comprender sus palabras.Mientras una lágrima rueda sobre mi mejilla, me tranquilizo un poco e intento mover los dedos de las manos. Tras mucha concentración y esfuerzo logro mover uno que otro dedo. De pronto, la puerta de la habitación se abre, una enfermera de turno entra, y se sorprende de verme despierta
–¡Has despertado! – dice con emoción.
La enfermera se me acerca, comprueba algo en una de las sondas
–Enseguida vuelvo con tu médico– me dice y sale casi corriendo de la habitación.
————
–¡Buenos días Tara! – me dice el médico al entrar. Es bastante joven, atractivo y con un perfume que impregna toda la habitación; viene acompañado de un séquito de enfermeras, al parecer locas por él.
–Nos has alegrado la mañana a todo el personal médico. Soy el doctor Johnson. Acabas de despertar de un estado de coma. ¿Te molestan los tubos? –Cierro los ojos unos segundos y los vuelvo a abrir, espero que entienda mi “sí”
–Bien, te quitaremos esto. Inhala profundo y mantén la respiración–
Mientras lo hago, me quitan el respirador artificial de la nariz.
–Intenta respirar despacio– me dice el médico. Pone sus dedos en la palma de mi mano y se sienta a mi lado. –Mueve un dedo si sientes que se te dificulta respirar–
El aire se siente incómodamente tibio, y siento que me falta el oxígeno. Intento mover un dedo y le rozo la mano al médico. Él se levanta y me pone el respirador.
–Tranquila, respira, todo está bien. Volvamos a intentarlo–
Me vuelve a quitar el respirador.
–Enfermera Julieta, quédese con ella y siga el proceso hasta que la joven pueda respirar por sí misma–
La enfermera se acerca y se sienta a mi lado, me quita y me vuelve a poner el respirador con intervalos cada vez más largos de por medio.
Mis padres entran a la habitación. Casi no reconozco a mi madre, su cabello está tan negro y maltratado, y hasta le noto algunas canas. Mi padre se ha dejado la barba y trae el cabello un poco largo, ambos parecen demacrados.–Señores, felicitaciones, nos alegramos con ustedes. Siempre confiamos en que algún día su hija despertaría. Como es normal luego de un coma tan prolongado, tendrá algunas limitaciones y necesitará mucha rehabilitación, no solo de los movimientos motrices, sino del habla e incluso la alimentación. Pero, hoy ha dado el primer paso, dejándonos ver sus hermosos ojos. Es una chica joven, con mucho apoyo y paciencia logrará recuperarse casi por completo–
–¿Podemos hablar con ella? – pregunta mi padre.
–Aún sigue entubada para alimentarla artificialmente, pero mañana o en unos días trabajaremos en ello. Eso sí, tengan en cuenta que una persona en coma no tiene noción del tiempo. Les pido cuidado y denle la información paulatinamente. Quizá, y lo más recomendable, con apoyo psicológico–
–Gracias doctor–
–Gracias a ustedes, por no perder la esperanza. Ahora; los dejo solos–
Mamá se me acerca y me acaricia el rostro. Papá me toma de la mano
–Hola tesoro– susurra mamá –aquí estamos, todo está bien–
–Pronto saldremos de aquí–
Me siento tan confundida, tan indefensa e impotente al no poder moverme. Me duele la espalda, me arde, y es que, “¿Cuánto tiempo llevo aquí?” me pregunto “¿qué fue lo que pasó?”. Intento recordar, y, tengo imágenes borrosas, me veo con Ethan… “¿dónde está Ethan?”, recuerdo que subimos a la TORRE ÍCONO y nos tomamos fotografías, luego, quise sentarme sobre la barandilla de seguridad, resbalé, recuerdo el grito de Ethan llamando mi nombre y corriendo a la barandilla mientras caía, y, de ahí en más, ya no tengo recuerdos hasta aquí.
Finalmente me duermo, con la seguridad de tener a mis padres a mi lado.
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Caminando a tu Lado|Andrea Gallas
Teen FictionTara Evans tendrá que luchar con todas sus fuerzas tras despertar de un coma de 5 años. ¿recuperará el amor de Ethan?¿Volverá su vida a ser feliz?... "Un día despiertas sin poder mover un sólo músculo, la desesperación te embarga. De una vida activa...