12
Laura y yo nos hemos hecho más amigas, ahora que ya puedo mover más las manos y los brazos no le da tanto miedo salir sola conmigo. Volvemos de hacer unas compras, llevo una bolsa en la falda y una colgando de la parte de atrás de mi silla, Laura lleva una en cada mano.
Vamos por la acera, ya me he acostumbrado a las miradas de la gente al verme, simplemente les sonrío demostrando que no soy un bicho raro. Laura es una chica muy tierna, sensible y alegre, a más la conozco, mejor me cae, hace buena pareja con mi hermano.La gente entra y sale de las tiendas
-¡Oh Tara!, ¡Ven, entremos a esta tienda!-
La puerta de la tienda suena al entrar, Laura me sujeta la puerta mientras intento entrar,
pinche escalón
La joven que atiende el negocio sujeta la puerta, Laura sale y empuja mi silla con mucho esfuerzo hasta que logra hacerme pasar. Es una tienda de gafas y lentes. Laura recorre el lugar, elije unas gafas de sol negras, se mira a un espejo y las devuelve a su lugar; toma otras, grandes marrones, se las prueba
-¿qué tal me quedan?
-Me gustan- le digo
-Llevaré este par- le dice a la joven. Toma otro par, y me lo pone, pone un espejo a mi altura para observarme
-Oh, qué elegancia la de Francia- pronuncio
-Llevaré ambos- le dice Laura a la joven.
Seguimos nuestro camino, Laura luce muy bien con sus gafas, le da muy buen estilo. Ha abierto un paquete de papas fritas y me invita algunas cada tanto. Del otro lado de la calle hay otros negocios, pero más bien es zona de casas, casas de gente bastante rica, por cierto. Hace bastante calor, siento mi trasero sudado, menos mal nadie podrá notarlo.
Observo una casa del otro lado de la calle, es blanca, con gran jardín y césped, arbustos bien recortados y moldeados. Hay un hombre en camisilla y shorts cortando el césped
¿Qué acaso no es Ethan?
-¿Quieres descansar un poco aquí Lau?– digo rápido
-Está bien, este lugar se ve bien- dice ella sentándose en un banco de metal bajo la sombra de un árbolCon excelente vista
Ethan se agacha a revisar algo en su cortacésped, se nota que su camisilla negra está sudada. Se vuelve a poner en pie y sigue cortando el césped
-Taraa...
Me desconecto de mis pensamientos
-¿Me hablabas?Me pasa unas papas fritas, las agarro y como una
-¿Qué tanto ves? - me pregunta. Le hago una mueca
-¿Estás viendo a aquel chico? -
-¿Puedes creer que era mi novio? - le digo sin apartar la mirada de él
Ella se atraganta con una papa frita
-Lo sé, ¿qué desperdicio no?, todo por una estúpida fotografía en el edificio más alto del país-
Laura se sonroja un poco
-Anda, disfruta la vista conmigo, que me siento una acosadora sino-
-No Tara... estoy casada
-Ni que lo estuvieras violando, anda, que estas maravillas no se ven todos los días-
Laura sonríe, me pasa unas papitas y mira a Ethan, me vuelve a mirar, sonrojada, suspira y pone los ojos en blanco
-Qué más da- dice, se acomoda mejor y disfruta de la vista conmigo.
No sé cuánto tiempo nos pasamos viendo el magnífico físico de Ethan, pero el césped se acabó, al igual que las papitas. Ethan apaga la máquina, se seca el sudor del cuello con una toalla y sale a la calle, mira a ambos lados para ver que no venga un vehículo y comienza a cruzar
-Oh no, viene hacia nosotras- se alarma Laura -Qué hacemos-
Tierra tráganos
-Hola acosadoras- dice Ethan mirándonos con picardía
-Fue ella- me acusa Laura
Ethan sonríe, unos hoyuelos se notan debajo de su abundante barba
-¡Ethan, qué coincidencia!- se me ocurre decir de pronto -Estábamos admirando el hermoso jardín de aquella casa, ¿no es cierto Laura?—
Laura está sonrojadísima y ríe
-¿Es tu casa? - pregunto levantando mis gafas sobre la cabeza-Si y no... la estoy rentando-
-Tara, aún tenemos tu cita con la Psicóloga- me recuerda Laura
-Cierto, tenemos que irnos, se hace tarde-
Ethan se agacha y me entrega una florecilla blanca, sonríe
-¿Te gustaría venir a cenar un día de estos? -Asiento sin poder decir nada, me trae atontada el aroma de sus axilas, entre desodorante y sudor, una dulce combinación que me está volviendo loca.
Se pone de pie y se despide, cruzando de nuevo a la calle
-No sé cuál corazón late más rápido, si el tuyo o mío- me dice Laura
-Oye, tu estás casada- le reclamo entre gracia
-Tú me hiciste mirar- me dice mientras seguimos nuestro camino.
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Caminando a tu Lado|Andrea Gallas
Genç KurguTara Evans tendrá que luchar con todas sus fuerzas tras despertar de un coma de 5 años. ¿recuperará el amor de Ethan?¿Volverá su vida a ser feliz?... "Un día despiertas sin poder mover un sólo músculo, la desesperación te embarga. De una vida activa...