[Elizabeth]
Después de tremenda escena con exceso de cursilerias, camine hasta la cocina en donde la sirvienta Rosa es como se llamaba me esperaba con un desayuno un poco tacaño, no se si era yo la que comia de más o ellos tenían programada dieta estricta.
-Gracias por el desayuno- dije a la sirvienta mientras me levantaba.
La mire esperando respuesta de su parte pero no la hubo, solamente asintió con la cabeza sin perder su tiempo.
Incomoda me retire de la cocina, subí las escaleras y dentre a la habitación en la que me habían asignado.-¿Qué hago aquí?- me pregunte a mi misma mientras observaba mi alrededor.
¿Como llegue aquí? Me sentía fuera de lugar al estar en esta espaciosa habitación, todo en ella parecía demasiado cara incluso las cosas del departamento ni trabajando dos vidas podría tener todo esto. Todo se volvía superficial cuando el desconocido no me acompañaba.
-Ya Elizabeth no comiences con tus pensamientos supersticiosos- camine hasta el baño sacándome la ropa y dentrando a la ducha, deje que el agua apagara mi mente por un momento.
Después de un buen rato el frío en mi cuerpo me obligó a salir, me vestí con un conjunto básico, unos jeans flojos y una camiseta dos tallas más grande. Al terminar cepille mi cabello dejando que se secara por cuenta propia.
Mire el reloj en la pared dándome cuenta que se acercaban las once de la mañana, las once de la mañana y no había hecho nada productivo en lo que llevaba de tiempo, me sentía inútil por la costumbre de estar activa todo el día.
Me acerque a la mesita de noche y tome el celular que había en ella, llame al número de Lilit esperando respuesta alguna sin entrar no la recibí, insistí por segunda vez recibiendo el mismo rechazo, quizá estaba ocupada con los chicos, aunque para estas horas ellos ya tendrían que estar en el colegio.
Joder, ¿que haría en esta soledad?, para mi mala suerte estaba acostumbrada a ser más productiva que un asistente de un diseñador de moda. Podía cargar con el dolor de mis costillas y hacer algo de movimiento, ni siquiera se trataba del dolor en mi abdomen, desde hace un par de días ya no lo sentía atormentandome, estaba presente cuando ponía mucha presión en la zona. Sin embargo si el de mis costillas que me dolían con cada paso pero lo ignoraba tratando de que eso mejorará la situación.
Tome el celular y salí de la habitación, al bajar de las escaleras no note a nadie cerca así que no me preocupe en informar hacia donde iba, abrí la puerta del departamento pegándome tremendo susto con Mark de pie frente a mi.
-Carajo- maldije en un susurro- ¿Qué haces ahí?- dije un poco molesta.
-¿Iba alguna parte?- hablo como un robot, había ignorado mi pregunta.
-Tengo intenciones de salir a caminar- dije sin importancia.
-¿Le informo al señor Novakov sobre eso?.
-¿Tengo que hacerlo?- interrogue incrédula.
Recordé las palabras de Alexei de que una orden mía bastaba para que me dejaran en paz. Sin embargo Mark parecía mis ojos en la espalda.
-Sería mejor que lo hiciera- No lo haría, era mi decisión no la de el.
-No lo creo- le pase por el lado empujando su hombro, a quien le miento no le moví ni un maldito centimetro, Mark me doblaba la altura y ni hablar de su cuerpo ancho y musculoso.
Ahogue el leve dolor que sentí en mi brazo, camine hacia el ascensor, presione el botón haciendo que se abriera inmediatamente, entre en el girando mi cuerpo y bum... De nuevo Mark.
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Destino O Casualidad [en proceso]
RandomEn un mundo en donde el amor está destruido, en donde todos saben amar mediante reglas, instrucciones, moda, infidelidades, traiciones, justificando que así es el amor en la actualidad. aún existen personas qué aman con pasión, lealtad, sin barrera...