[Alexei]
Anhelaba el poder hacerla mía completamente, apoderarme de su cuerpo y tener el control de él, sin embargo había algo que no se comparaba con el placer de su alma desnuda entregándose a mi.
Solo eramos ella y yo, abrazados en piel y en alma, solo eramos ella y yo amándonos en la oscuridad de la habitación. Nos encontrábamos en el sofá más grande del despacho, yo acomodado encima de Elizabeth mientras mi cabeza descansaba en su pecho.
-¿Qué haremos después?- la escuché preguntar.
-Querernos al tiempo del sol y la luna- Sentí como comenzaba a masajear mi cabellera. Me acomode quedando a la altura de su rostro- te daré todo con tal de verte feliz- susurre bajo su atenta mirada- di lo que quieres y lo tendrás.
-Quiero conocerte Alexei Novakov- susurro consumiéndome con sus pupilas.
-Eres la dueña de mi corazón, ten por seguro que me conocerás más que a mi mismo.
-¿Tu que quieres de mi?- pregunto burlesca amagando con besarme.
-Oh cariño con tu presencia me basta- respondí- sin embargo también me agradaría saber quien es la intrusa de mi corazón.
Esta vez fueron sus cálidos labios los cuales me atraparon por sorpresa, escuchamos como tocaban la puerta sin embargo eso no fue suficiente para detenernos.
-¡La cena!- grito Nana desde el otro lado, reímos con Elizabeth, me aleje poniéndome de pie y caminando hasta la puerta, la abrí encontrándome con su mirada juzgadora- aunque creó que no es necesaria- insinuó.
-Gracias- tomé la charola.
-Buen provecho- dijo pícara.
-Aún no sucede Nana- aclare sus dudas.
-No se que estás esperando- volvió a juzgar retirándose.
Incómodo.
Sus palabras me dejaron pensando, cerré la puerta y lleve la charola hasta la mesita en el centro del juego de sala. Elizabeth se había adelantado encendiendo una de las luces iluminando un poco nuestro espacio.
-¿Qué tanto hablaban?- pregunto, me acomode en el suelo más cerca de la mesa y ella me acompaño.
-Nada con importancia- conteste olvidando las palabras de Nana.
-Preguntaba como segunda opción pero escuche perfectamente- la mire atento- y realmente no se que estás esperando- susurro, un susurro acompañado de lujuria y sensualidad, con una simple frase logró despertar un deseo reprimido dentro de mi.
En mis labios se formó una sonrisa, fue en cuestión de segundos para que estuviera apoderado de su boca, Elizabeth acostó lentamente su cuerpo sobre la alfombra, mientras que yo me acomodaba para no dejar de besarle.
Me vi obligado a separar nuestros labios para acomodar sus piernas, me acomode entre ellas y levante su camisa lentamente, trataba de apresurar el proceso arqueando su cuerpo seguidamente, con una prenda menos, me atreví a desabrochar sus pantalones y bajarlos con lentitud, la mire asegurándome que estuviera segura, y al hacerlo no me quedó dudas que lo quería, con sus piernas al descubierto y una perfecta vista de su cuerpo cubierto con pequeñas telas no espere más.
Estire mi mano tomando un hielo del whisky recién servido, Elizabeth miraba atenta cada uno de mis movimientos, me asegure de verla a los ojos mientras el hielo vagaba por las curvas de su cuerpo, desde su cuello bajando lentamente por sus senos, abdomen y... ustedes sabrán... frotandolo lentamente sobre la tela. La manera en su respiración se entrecortaba cada que hacía un movimiento resultaba un verdadero esplendor de vista, tome el vaso de whisky y deje caer un poco sobre su abdomen, este tomo camino por su cuenta por lo que yo solo me dedique a limpiar con mi lengua sus rastros.
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Destino O Casualidad [en proceso]
RandomEn un mundo en donde el amor está destruido, en donde todos saben amar mediante reglas, instrucciones, moda, infidelidades, traiciones, justificando que así es el amor en la actualidad. aún existen personas qué aman con pasión, lealtad, sin barrera...