[Alexei]
Sus ojos me miraron con asombró y algo de temor, sin embargo vi un brillo en ellos lo que llamo mi atención, a decir verdad contemple lo profundo de su iris detalladamente, su piel era clara y pude notar un par de cicatrices en ella, apenas y se veían cuando prestabas demasiada atención al lugar en el que se encontraban, la rrecori con mi mirada sin disimular, admirando lo que me resultaba magnífico e irreal, sin embargo después me concentre en permanecer clavado en esa mirada firmamento, que ahogo todo a mi alrededor.
En palabras no puedo describir lo que mi cuerpo y corazón sintió, me gustó demasiado, me resultaba muy atractiva para no gustarme, sin embargo me resultó confusa la manera en que mi corazón reacciono, se aceleró de una manera frenética y cuando nuestros ojos conectaron palpito con fuerza queriendo salirse de mi pecho, parecía un adolescente novato en el amor, experimentar el calor en mis manos, la llama de mi corazón y la perdición en su mirada.
Atracción a primera vista ¿o a segunda?
Nunca habia visto a una mujer tan perfecta, hasta ahora, la tenía frente a mi, a escasos centimetros, lo que siempre le había pedido al destino lo tenía por casualidad frente a mi.
-No me dijiste que habían más personas- me referi al jefe del restaurante sin quitarle la mirada de encima a la reencarnación de afrodita frente a mi.
Note que su cuerpo temblaba, con su lenguaje relamio sus labios, fue un simple gesto, simple gesto que me hizo cuestionarme sobre si:¿sabían tan bien como se veían? llamó mi atención fijando mi mirada en su boca atentamente y permitiéndome crear en mi cerebro la teoría de mezcla de sabores que se encontraban en ellos.
-Ella es mi empleada de confianza, no hay problema alguno con que este aquí- tomo a la chica de los hombros y los contemplo con nervios.
Un impulso de alejarlo se hizo presente, quería que quitara sus asquerosas manos de tan preciada obra de arte para mi, sus manos podían lastimarla, podían... podían causarle disgusto.
-Eso lo decido yo- hable con seguridad reaccionando unos segundos después. baje mi arma entregándosela a uno de mis guardias- bajen las armas- ordene.
-Si, por supuesto que así es señor Novakov-dijo el anciano nervioso.
-¿Alguna otra sorpresa?- pregunte con un poco de molestia.
Para todo eso ella no se había movido ni si quiera un centimetro, parecía que miraba a una lámpara, sin embargo al observar en lo profundo de sus ojos se notaba que no estaba prestando atención a absolutamente nada que estuviera pasando. ¿Qué es lo que vacilaba por su cabeza qué había logrado que reaccionará así?.
-No, no le aseguro que ya no tendrá más molestias- dijo sin mejorar el tono en su voz- si me lo permite, los chicos tienen que empezar a trabajar- sin esperar respuesta de mi parte tomo a la chica de la mano y se la llevo por un pasillo.
Note que los demás empleados caminaron detrás de ellos, llame a uno de mis guardias con un gesto:
-Observa que hacen, pero no dejes que te vean- ordene, me di la vuelta y me acomode en una de las mejores mesas del lugar, este restaurante no estaba tan mal.
Pasaron los minutos y solo vino un mesero a asegurarse que todo estuviera bien, seguía sin ver a la chica y ya anhelaba volver a ver ese azul cielo de sus ojos, su tez clara y el mechón rubio cayendo rebeldemente por su rostro.
-Señor- mire de reojo a mi guardia.
-Habla.
-Solo se percataron de que ella estuviera bien, sin embargo parecía muy afectada- el sonido de unos tacones me distrajo, mire hacia donde provenían encontrándome con ella nuevamente, traía un pantalón negro ajustado haciendo que sus caderas se vieran anchas y llamativas, su camisa negra se pegaba perfectamente a su figura dejando ver cada una de sus curvas, podría viajar por ellas sin aburrirme, aprovechando observe el nombre en su placa.
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Destino O Casualidad [en proceso]
DiversosEn un mundo en donde el amor está destruido, en donde todos saben amar mediante reglas, instrucciones, moda, infidelidades, traiciones, justificando que así es el amor en la actualidad. aún existen personas qué aman con pasión, lealtad, sin barrera...