Destino O Casualidad [en proceso]

Capitulo:14

[Alexei]

La miraba desde la otra esquina del avión, daba una pequeña siesta por primera vez en todo el vuelo. Estaba molesto conmigo por ponerla en riesgo pero simplemente no podía dejarla ir, ya me había planteado la idea de ponerle fin al vínculo que estábamos formando, me negaba a hacerlo y me odiaba por eso. Me odiaba por ver como había provocado el temor en su mirada, la había lastimado, no pude tener el autocontrol suficiente para tratarla como una muñeca.
En cuanto vi su mirada supe que había perdido control sobre mi.

En todo este tiempo no me había atrevido a dirigirle la palabra por el simple hecho de que me sentía avergonzado con ella.

-¿Qué te preocupa?- escuche a Niccolo preguntar no me moleste en mirarlo.

-Perderla- conteste con mi mirada clavada en la rubia a unos metros de mi-más que una preocupación diría que es un temor.

Le temía tan solo a la idea de que algún día esos ojos color cielo dejaran de mirarme. La obsesión se había desarrollado, había podido tocarla lo suficiente para encapricharme con ella.

-Wow ¿lo temes?- mire a Niccolo al escuchar su pregunta, asentí seguro- por primera vez en mucho tiempo le temes a algo- me sentí incómodo al escuchar sus palabras- lo de ustedes surgió de la nada y muy intenso ¿no crees?.

-Estas en lo correcto, aunque diría que el intenso he sido yo.

-Te desconozco hermano, cambiaste en un solo día por ella.

-No es de preocuparse, además no he cambiado sigo siendo el mismo, sin embargo ella tiene una versión mía que se merece.

-¿Qué ha hecho ella para merecerlo?- pregunto mientras inclinaba su cuerpo descansando sus codos en sus piernas portando una pose interrogativa, interesado por conocer mi respuesta.

¿Qué ha hecho Elizabeth para merecer no ser tratada como una más?, para mi simple respuesta ser ella misma, cuando la vi cumplió con mis expectativas de mi chica perfecta y al tenerla cerca, escucharla hablar, reír, verla desnuda, descubrir poco a poco sus más íntimos secretos y defectos, me di cuenta que no sería una del montón, no para mi, así que necesitaba tratarla como lo que significaba. Mi prioridad.

La familiaridad de su mirada y su cuerpo ¿será?, porque sentía que ya la había visto, que ya la había tocado y la necesidad de no dejarla ir de nuevo.

Sin embargo en este momento estaba en sus manos decidir si quería continuar este camino sin rumbo conmigo o simplemente ponerle fin, sabía que con el simple hecho de decir quien era yo realmente ella se iría, sin embargo había una posibilidad de que se quedara, una nula posibilidad que decidiría nuestro destino. Y con mi actuar en el departamento le había dado la ventaja de que pensara en alejarse.

-Existir- conteste mirándolo fijamente a los ojos, Niccolo hecho su cuerpo para atrás poniéndole fin a la conversación.

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La camioneta nos llevaba en donde nos quedaríamos por un tiempo, no era cualquier lugar era la casa de mi infancia en donde viví mis mejores y peores momentos, Elizabeth iba sentada a mi lado sin embargo en todo el camino no había dirigido la palabra ni yo tampoco me habia tomado el tiempo para hacerlo.

Mire por la ventanilla al escuchar el sonido de las palmeras observe todo el alrededor sintiéndome en casa, hace mucho tiempo que no regresaba a este lugar.

El chófer estacionó la camioneta justo a la entrada de la mansión, salí de la camioneta rodeando el auto y quedando al frente de la entrada para observar detalladamente como seguía de bien conservada hasta el más mínimo detalle, las lianas verdes aún caían sobre las ventanas de el último piso, y las plantas florecientes del suelo aferradas a la pared dándole esa vista de fantasía.