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—¡Tch! Pásame la respuesta.

Su aliento cosquilleando mi nuca hace que me sobresalte. Aún así, lo ignoro. Pero él insiste, así que, antes de que llame la atención del profesor y girando la cabeza solo lo indispensable, le hago llegar lo que cualquier alumno de excelencia respondería:

—Mira, si quieres, te enseño cómo resolverlo...

No podía verlo en mi posición y tampoco quise corroborarlo, pero pude sentir su mirada fija y el corte de respiración. Probablemente me había ganado una paliza a la salida. 

Me escabullo apenas suena la última campana, pero de alguna manera él se ha escabullido antes porque me encuentra a la esquina del instituto, asustándome cuando me llama, y considero el panorama pensando cómo librarme de él sin parecer un cobarde.

—Perdona —dice levantando las manos en señal de tregua y lo miro ofendido—. Creo que no vine a clases el día que el profesor explicó el ejercicio y tú siempre prestas atención; por eso... ¿Me ayudarías, por favor? —Pide cómicamente inclinándose un poco y elevando las palmas pegadas por encima de su cabeza.

Halagado por su última observación, acepto.

Al final, me ha pagado con un caramelo y yo, por cortesía, le he dicho que puede volver a pedirme ayuda cuando quiera, no muy seguro de si con la intención de que me tome la palabra o no.

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⏰ Última actualización: Mar 15 ⏰

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Cyan [Osomatsu-san]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora