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"Cuando estás en el personaje solo puedes juzgar al personaje como él se juzgaría a sí mismo. Una vez fuera de él puedes juzgarlo como quieras", fue lo que dijo en una entrevista un actor que tuvo que interpretar a un asesino.

Mi personaje no era un asesino.

O al menos... No... Él no llegaría a serlo. Yo mucho menos.

Tenía que haber una línea que ni yo ni él nos atreviéramos a cruzar. Sin embargo, no podía ignorar el hecho de que él pareciera deambular sin descanso dentro de la polaridad de lo que es popularmente visto correcto e incorrecto. Por supuesto que sabía de la existencia de esta gradiente, pero siempre me creí en uno de esos extremos, y nunca pensé si quiera en poner un pie en la otra dirección.

Hurtar no sería algo que yo haría... ¿Bajo ninguna circunstancia? No. En ese momento no era yo. ¿Pero entonces por qué estaba tan asustado? ¿Y si es que me equivoqué? Tal vez ni siquiera él haría algo como eso; ¿por qué pensé que sí?

¿Por su forma de vestir? ¿Por su osada actitud? Que actuara de manera misteriosa no significa que escondiera algo malo... ¿O eso creí?

¿Qué debía hacer ahora con esta conciencia que no me dejaba en paz? No podía ni mirar el libro, en cuanto llegué a casa lo escondí lo mejor que pude, pero ni así podía conciliar el sueño. Las miradas, de nuevo, eran difíciles de soportar. Aunque sentía que esta vez tenía una verdadera razón para agachar la cabeza.

¿Por qué? Si no había sido yo, sino él, mártir de las circunstancias. ¿Era así como él se juzgaría a sí mismo?

Cyan [Osomatsu-san]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora