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POV;T/N

— ¡Ya llego el alma de la fiesta!

Fue lo primero que dije cuando Luffy pateó la puerta, permitiéndonos el paso a Arlong Park, con un grupo bastante grande de hombres-pez que, al parecer, no esperaban aquella aparición tan repentina. 

— ¡Hombres-pez! — Exclamó Chew — ¡Listos para repeler la invasión!

Me descolgué la bolsa y se la ofrecí a Sanji, desenfundando mi espada con mi mano libre a la par que Zoro y Suki lo hacían. 

— ¿Te importa si lo cuidas un rato? — Le sonreí 

— Si me lo pides tú, para nada. 

Me gusta su amabilidad, pero tengo que decir que soy papa casada. Perdón Sanji, si no hubiera conocido a Buggy seguro que tendrías una oportunidad.

Asentí y miré al frente, escuchando los nudillos de Luffy crujir antes de hacer una pregunta que ambas sabríamos responder con facilidad.

— ¿Dónde esta Arlong? 

— Tal vez en el cuarto de mapas. — Respondí a la par que Nami.

Si algo tenía seguro, era eso, porque casi siempre Arlong se resguardaba en aquel lugar como si fuera un refugio para él, donde nos citaba únicamente a Nami y a mí para asignarnos nuestras tareas. Aunque sabía que el estar ahí también le traía recuerdos de cuando sus "Pequeñas" llegaron al parque. 

Sombrero de Paja giró su cabeza para mirarnos a ambas.

— Pues ahí es a donde vamos. — Y Nami asintió.

— Yo me quedo. — Dije, recibiendo una respuesta positiva de parte de ambos. Miré a mi hermano, notando una pizca de diversión en la expresión que su rostro tomó al ver a los hombres-pez frente a nosotros. Contabilicé cada espada que nuestro grupo tenía en el instante, señalándolas con mi dedo y sonriendo al terminar — Suki ¿sabes que se hace con cinco espadas y un montón de peces?

— ¿Este es uno de esos chistes rancios hereditarios? — Preguntó Zoro.

— De hecho no.

— ¿Qué se hace? — Mi hermano alzó una ceja, con una mueca de intriga.

— Ceviche. 

— No estaría mal. — Por fin Zoro dice algo bueno.

Y entonces por fin comenzó la llovedera de putazos. 

El grupo se dispersó en un segundo, dejándome a mí ir al lado de Usopp, recibiendo las múltiples quejas suyas de que él no necesitaba un escolta para estar bien. No me vengas con esas, se nota que también necesita ayuda.

La hoja de mi arma realizaba cortes perfectos, simétricos, danzando por la piel de cada oponente que se me atravesaba para terminar con el metal adornado de gotas carmesí, que me salpicaban y dejaban que el desagradable olor llegara a mi nariz. Sentía un aire acumularse en un costado de mi cuerpo, gracias al cansancio que me abrazó con fuerza, pero no la suficiente para detener mi trabajo. Perforé la piel de un último y permití que su cuerpo cayera al piso cuando vi a Usopp en problemas, siendo perseguido por el que alguna vez fue mi compañero.

— No puede ser. — Murmuré, pegando un puño a un hombre-pez que estuvo a nada de golpearme. 

¿Debería ir a ayudarlo? Sí, definitivamente, no hay que ser tan gilipollas.

Ojeé una vez más al resto de la tripulación, ubicando a cada uno y finalmente moviendo mis piernas con agilidad para salir del parque en busca del tirador. Me concentré tanto en mi camino, que fue difícil darme cuenta de la cantidad de Gyojins que me perseguían, tratando de igualarme el paso.

❝Do I Wanna Know?❞ |Buggy| Live Action| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora