First Mission: Sky. (Jenlisa)

「 ✦ I'm selfish if it's about you ✦ 」

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Regla 17: La muerte una vez piensa en ti, es casi imposible que lo deje de hacer.

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LALISA MANOBAL.

—Estuve con Jackson parte de la mañana de ayer, y pasé tiempo con su hermano, pero luego las cosas se pusieron raras, Roseanne —comenté—, a veces...

Detuve mis palabras cuando vi a mi amiga mirando hacia la nada, estaba perdida, como si hubiese visto algo increíble o que hasta el momento no pueda procesar. Chasqueó los dedos frente a su cara y aquella soltó un jadeo involuntario, regresando a la normalidad.

—Lo siento, ¿qué decías? —se aclaró la garganta—. Perdona, no te escuché.

—¿Pasa algo?, tú no estás bien, Rosie –me acomodé en el mueble individual—, cuéntame, ¿qué ocurre?

—No sé si me creas —echó la cabeza hacia atrás-, ni yo misma me creo.

—¿Tan grave es?, cualquier cosa me la puedes comunicar, vamos, Rosie —alenté—. Estoy aquí para escucharte.

Rosé no solo se veía cansada, sino también algo frustrada. Era la primera vez, luego de tanto tiempo, que la veía de esa manera.

—No sé si me creerías si te digo que vi y besé a un Ángel, Lisa —confesó.

Una sonrisa se asomó por mis labios.

—Bueno... ¿Te refieres a Jisoo?, seguro es el amor, dices eso...

Me interrumpió, —Hablo en serio, Lisa —repitió sin un deje de gracia en su tono de voz—, vi y besé a un Ángel.

—Rosé, es normal que digas eso, te gusta Jisoo, y eso lo notamos todos —dije con obviedad.

—¿Por qué no me crees?, es en serio, la vi, estaba ahí frente a mí, sus alas blancas... caí desmayada y no recuerdo mucho y hasta hoy no he vuelto a ver a Jisoo, pero te juro que es verdad —se detuvo para tomar un respiro, y luego proseguir—, creeme, Lisa, es cierto.

Busqué una posición más cómoda en mi asiento y pensé nuvamente en las palabras de Rosé.

Ella estaba hablando en serio, su preocupación y su estado de ánimo bajo eran más que evidentes, Rosé no estaba queriendo hacerme una broma ni nada por el estilo, ella estaba hablando con la verdad.

Y si de algo me servía conocer a Rosé, es que ella detestaba ese tipo de creencias acerca de los Ángeles, demonios o algo que tenga parentesco con algún tipo de magia, por esa razón, ella no bromearía con asuntos así.

—Rosé —traté de tomármelo ligeramente, sonriendo—, no sé, seguro...

—Basta —se colocó de pie—, ¿No me crees, Lisa?

—No digo que no te creo —la seguí—, pero Rosé, es casi imposible la existencia de los Ángeles, estamos en el mundo real, no en un mundo de fantasías.

—Perfecto, ahora yo paso por loca –se llevó la mano a su cabello—, necesito que alguien me crea, yo.. En serio la vi, tenía alas, yo..., no sé como, Lisa, pero te prometo que la vi.