First Mission: Sky. (Jenlisa)

「 ✦ Epílogo ✦ 」

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Regla 24: Es un ángel que te acompañará siempre.

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NARRADOR OMNISCIENTE.

Lisa se movió en su cama, ella sentía un rico aroma proveniente de la parte de abajo, se sentó en la cama y fue en busca de su albornoz, para así encontrarse a su hermana y a su madre, prendiendo las velas de un pastel.

—Les dije que no quería pastel —se quejó Lisa-. Y mucho menos ese veintinueve.

—Ya estás algo viejita, muy pronto te veremos desfilando por las pasarelas de los viejos —se burló Somi.

—Ni que fuera modelo —Lisa se acercó al pastel y sopló la vela—. Pedí el mejor deseo del mundo.

—¿Cuál? —preguntó su madre.

—Que dejen de festejarme cumpleaños —la Tailandesa dio una sonrisa algo falsa.

—No te quejes tanto, y mira esto -su madre sacó unas llaves—. Tienes de todo, coches, casas, de todo lo que se te pueda ocurrir, pero no tienes lo mejor.

—¡Es una moto! —celebró Lisa.

—Bueno, si sabes andar con cuidado —dijo Somi.

—¡Claro que sé, te amo tanto, mami! —corrió a darle un beso a su madre en la mejilla, y luego fue a la dirección de su moto, la cual se encontraba fuera—. ¡Es hermosa!

—Yo elegí el color, denme créditos —alardeó Somi—. Y di la idea, ella solo puso el dinero.

—Que es lo más importante —dijo la madre.

—Se supone que la idea va primero, genia. Mi idea fue la mejor, ella pensaba regalarte un viaje a París, ¡nadie quiere ir a París, está sobrevalorado!

—Somi, hermanita, te amo tanto por no dejar que Mamá hiciera eso —Lisa pasó la mano por su moto—. Es espectacular. Pero la utilizaré mañana, hoy tengo una salida con Rosé y Jisoo.

—Nadie pensaría que durarían tanto, ya tienen un año de novias.

Lisa asintió.

Contando un poco acerca de todo, Jisoo optó por quedarse con Rosé, conocerla y darse el tiempo de tratarla, de poder enamorarse. Sus padres estaban en un buen lugar, ella los extrañaría siempre, pero tenía que buscar su felicidad.

Por otro lado, Rosé estaba de acuerdo con estar con Jisoo, aquella había podido aclarar sus sentimientos, y aceptar que Jisoo no era a alguien que iba a dejar pasar. Le dijo que sí a ser su novia, compartiendo meses juntas.

Lisa y su familia habían estado bastante bien, compartiendo sus momentos, y a diferencia de la otra vez, Lisa no sentía que algo le faltaba o que se había olvidado de algo, sino más bien, ella lo tenía todo. Sentía su corazón lleno, y encontró un sentido por el cual estar en la vida. Yendo al médico y su Doctor diciéndole que no tenía nada.

Lisa estaba feliz. No tenía que darle malas noticias a su familia, ni buscar pretextos para despedirse de ellos. La vida le había dado una segunda oportunidad; en otro momento ella se hubiese hecho preguntas del porqué, pero en esta ocasión, prefirió disfrutar de ello. Y ser feliz con la noticia.

Todo regresó a la normalidad, Jackson nunca existió en sus vidas, ni su hermana, ni Theo... mucho menos Jennie.

Lisa vivía una vida más plena, salía más de fiestas y cuando estaba agotada, se resguardaba del mundo, llevando su vida balanceada para no caer en la monotonía ni pasar por alto su trabajo.

Ella estaba viviendo.

—Es que Rosé no es para cualquiera, tengo que regresar, si me disculpan, iré a por mi mejor ropa —Lisa entró a su casa.

Se dio una ducha y buscó una ropa que la cubriera del frío, arreglando su cabello y dándose retoques con maquillaje, bajó nuevamente las escaleras, con su hermana y su madre aun esperando por ellas.

—¿Vienen conmigo? —preguntó Lisa—. No pensarán que celebraré mi cumpleaños sin ustedes.

—Iremos, pero más...

—Nada de más tarde, Somi, venga. No iré en la moto, aprovéchenme —lanzó a modo de broma.

Todas subieron al coche, llegando antes de lo esperado al café donde se verían todos. Lisa al entrar fue recibida por abrazos de sus amigos, y muchas felicitaciones.

—¡Cada día más vieja, Manobal! —exclamó Chanyeol.

–Tú no puedes hablar que tienes tus treinta —acusó Lisa.

—Es cierto, las más jóvenes somos Jisoo y yo —presumió Rosé.

—¿Perdón?, ¿dónde quedo yo?, soy la más joven —Somi defendió su puesto.

—Espero no les moleste —interrumpió Jisoo—, pero invité a una amiga muy querida, me dice que ya llegó.

—No hay problema, así la integramos al grupo —dijo Chanyeol.

Jisoo la esperó en la puerta, cuando sonó la campanita, avisando a una nueva integrante cuál se movió hasta la mesa, todos dirigieron su mirada hacia ella, excepto Lisa, que lo hizo cuando la chica saludó, y regaló una sonrisa a todos los presentes.

Lisa levantó la mirada, y su boca quedó reseca, analizó a la chica y una sonrisa pequeña se dibujó en sus labios, se colocó de pie y remojó sus labios.

—Tu debes ser Lisa —le tendió un regalo—. Jisoo me dijo que era tu cumpleaños y no podía aparecerme con las manos vacías. Mucho gusto, mi nombre es Jennie Kim.

Lisa quedó encantada y aceptó el regalo sin objeciones.

—Mucho gusto, Jennie. Eres bienvenida —aceptó Lisa, invitándola a sentarse.

—Gracias —se sentó frente a Lisa, quien no podía apartar su mirada de ella—. Felicidades, Lisa. Eres muy hermosa.

Jisoo le guiñó un ojo, y fue a sentarse a la par de Rosé nuevamente.

Bang Chan, por otro lado, aceptaba que Jennie tenía otra oportunidad y una vida de humana, cedió aquel deseo, permitió que la muerte se pudiese enamorar.

Porque todos tenían derecho a enamorarse, a dejar de creer que el amor es de débiles y a darse cuenta de que nos cambia más de lo que creemos. Jennie estaba feliz, y Lisa estaba feliz porque aunque no lo supiera, la muerte volvió para amarla.

Solo que ahora, sin reglas, sin ataduras.

Porque su única misión, fue el cielo.