🐾 𝔘𝔫𝔬

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Hay un parque hermoso en el barrio de Hoxton Square, en Londres. Los niños juegan, corren y ríen, mientras sus padres se conocen, conversan, cuentan sus historias. Otros leen acostados bajo la sombra de algunos árboles, algunas parejas se besan perdidos en la mirada enamorada del otro.

También hay un chico que todos los días saca a pasear a su perro, un precioso cachorro beagle llamado corbata, y al que ama y cuida con locura. Da lo mismo cuáles sean sus planes, siempre se da el tiempo para mimarlo, y siempre mira hacia el ventanal de una hermosa casa en la esquina del lugar. 

A veces logra divisar a alguien tras el vidrio. No está seguro si es una mujer, un hombre, un niño, solo sabe a pesar de la distancia, que está triste. Ha estado tentado de ir a preguntar, pero su valentía se diluye cuando recuerda que no tiene un verdadero motivo para acercarse a esa casa, y menos cuando ha visto entrar a una señora, cuyo rostro es frío y duro, como si odiara al mundo.

¿Tal vez, ese alguien que pasa los días frente a la ventana, está igual de solo que él?

¿Tal vez, en sus pensamientos, sueña con encontrar a alguien que lo acompañe?

Él se había aferrado a corbata, se salvaron mutuamente. Lo encontró en un basurero cuando venía una noche de su trabajo, bajo la lluvia y un frío que congelaba tu respiración. Escuchó pequeños gemidos, y aunque intentó seguir adelante, su corazón le dijo que no diera ni un solo paso más. Se acercó, y no pudo resistir el tomar en brazos a ese pequeño bebé de mirada triste, de tres colores, que tiritaba de angustia, de indiferencia, de insensibilidad y apatía.

Lo llevó a la veterinaria más cercana donde lo bañaron, secaron, vacunaron y alimentaron. Y se fueron al departamento juntos por primera vez. Lo acostó en su cama, a su lado, para que no tuviera miedo, aunque él tenía más miedo que el cachorro. Buscó por internet una camita, juguetes, comida y snacks para consentirlo. Después de muchos años, durmió tranquilo, sin angustia, un poquito feliz.

No tenía problemas de dinero, su padre le había heredado una gran fortuna que estaba en una cuenta bancaria a su nombre, pero de la que no había tocado ni una sola libra. Estaba consciente de que fue su manera de limpiar su conciencia, ya que dejó todos los papeles listos antes de viajar a un lugar desconocido para siempre.

¿Qué había sucedido? Había visto, cuando tenía 14 años, que el hermano mayor de su padre, es decir su tío, había abusado de su madre y que intentó violarla. Todo se salió de control cuando intentó violarlo a él, y su mamá lo defendió, peleando como una verdadera leona, y en un forcejeo espantoso lleno de gritos, su tío la había lanzado escaleras abajo, y debido a eso murió un par de horas más tarde. Intentó suicidarse al no poder más de tanta pena, rabia, frustración y dolor, de culpa. Se sentía culpable, porque se veía a sí mismo como el causante de la perversión de ese maldito enfermo y porque su tío y su propio padre en un acto insólito, le reclamaron no haber cedido en silencio a ser abusado. Incluso después de salir del hospital estuvo obligado a convivir con ese depredador y estar en riesgo permanente, haciéndolo enfermar de miedo. Pero Louis ya no soportaría más: compró y guardó bajo su almohada una pequeña navaja. O hería a su tío, o se cortaba él mismo, no tenía más opción, lo tenía decidido, total ya su vida era una ruina, ya lo habían dejado marcado para siempre, aplastaron su futuro, mataron sus ilusiones.

Apenas pudo salió de esa casa. Tenía 17 años, y había encontrado un trabajo repartiendo volantes. Encontró refugio en casa de su hermana mayor, que lo podía recibir solo por un par de meses, debido a que su esposo no estaba de acuerdo en tenerlo cerca de sus propios hijos, también lo culpaba. Pero en esos dos meses, juntó más que suficiente para una pieza, porque además de los volantes, hacía mandados, lavaba autos. Tuvo que dejar la escuela, donde de todas maneras había bajado notoriamente sus calificaciones, pero era más importante dejar ese lugar donde seguía en riesgo e intentar comenzar de nuevo.

You Are The Light In The Middle Of My Darkness, History Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora