🐾 𝔇𝔦𝔢𝔠𝔦𝔰é𝔦𝔰

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—Amor, —dijo Louis, —me gustaría que me acompañaras el domingo a ver un departamento que quiero comprar. —Se le notaba la angustia de no tener a su novio desnudo, pero estaban en la cocina, no podía ser de otra manera.

—¿De verdad te vas a ir? —Preguntó abrazándolo.

—No amor, Alice tiene razón, llevo muy poco con mi tratamiento, pero necesitamos un lugar nuestro. Ya no soporto más no poder tenerte solo para mí, —dijo empezando a frotarse una vez más.

—Santo cielo, Lou... No empieces, —contestó Harry, cuyas manos estaban tironeando los pezones de su novio, por encima de la polera. 

—Esto no puede ser normal... Te deseo demasiado amor, me desespero, necesito tocarte, —su voz apenas como un susurro en el oído de Harry, haciéndolo temblar.

—Detente Lou, —pidió agónico. —No podemos hacer esto aquí justo ahora.

—Lo sé, lo sé, —contestó  más frustrado que antes.

Justo en ese momento, Alice entraba a la cocina, y los miro con cara de asesina. —Ya van a escucharme, —les dijo casi en silencio. —¿Podrían ir a despedirse?

Volvieron a la sala, después de dejar a Samuel en la puerta.

—Es muy simpático, me gustó para ti, —comenzó Harry, intentando sentarse.

—Sí, se ve que es un buen hombre, —siguió Louis ayudando a su novio.

—Gracias por su permiso, —dijo molesta Alice. —¿Era necesario que se portaran como niños chicos? Me hicieron pasar vergüenza.

—Mamá, no dijimos ni la mitad de lo que habíamos ensayado, —contó su hijo.

—Lo sentimos, pero no podíamos perder esta oportunidad. Estoy seguro de que le caímos increíble.

—Sí, —suspiró. —Piensa que son los chicos más lindos y amables que ha conocido.

—Entonces, ¿para cuándo la boda? —Preguntó Harry, burlándose.

—Agradece que estás usando muletas, de lo contrario te las hubiera tirado por la cabeza, —contestó Alice. —Es muy pronto, por mientras, vamos a salir mañana en la noche. Lo más probable es que me quede afuera, —contó, intentando mantenerse tranquila.

—¿Qué? No mamá, cómo se te ocurre, no puedes, ¡recién son novios! —Gritó horrorizado Harry.

Alice no estaba segura de lo que estaba escuchando, no podía ser verdad, le dolió su corazón, sus ojos se llenaron de lágrimas. Louis también estaba confundido, miraba a su novio intentando entender, hasta que se dio cuenta de que estaba jugando.

—Amor, me asustaste, mira a tu pobre mamá, toda triste.

—Lo siento mamá, fue una pésima broma, —se disculpó, intentando ponerse de pie, fracasando estrepitosamente y cayendo cual saco de papas al suelo.

Ni Louis ni Alice pudieron evitar reírse, fue demasiado cómico, Harry tenía una facilidad asombrosa para caerse.

—¿De verdad creen que está bien? —Preguntó, abrazando a sus dos chicos.

—Alice, eres una mujer maravillosa, te mereces dedicarte a ti, puedes hacer lo que sientas correcto. Nosotros te vamos a apoyar en cada locura, —dijo Louis, besando su mejilla, húmeda por las lágrimas.

Esa noche se fueron a dormir bastante cansados, por lo que los novios decidieron dormir separados. Eran conscientes de que cualquier cercanía a solas, sería encender un fuego que no podría controlarse. Sin embargo, al día siguiente, apenas se habían levantado cuando ya estaban besándose en el pasillo donde se encontraron para ir a desayunar. 

You Are The Light In The Middle Of My Darkness, History Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora