Cuando Alice salió, caminó Louis hasta la habitación de su novio.
—Amor, —llamó, —¿puedo pasar?
—Pasa, —contestó.
—Lo siento, debí hablarlo contigo, no pensé que te parecería mal.
—¿Cómo no? ¿Es en serio? Recién podemos empezar a ser verdaderos novios ¿y te quieres ir?
—¿Cómo puedes decir que estamos empezando a ser novios? ¿Y qué éramos entonces?
—Parecíamos amigos con algunas ventajas, no me vas a decir que así son los novios, —expresó molesto.
—Para mí has sido mi novio desde el primer momento. En este tiempo pensé que había llegado a conocerte mejor, que sí, nos hicimos amigos, pero ahora lo haces parecer como si el sexo fuera lo verdaderamente importante.
—No es eso, pero yo necesito tocarte, quiero estar contigo de todas las maneras posibles, quiero sentirte Lou, y parece que tú no quieres lo mismo, parece que yo no te gustara, siempre intentas evitarlo. —Vio ensombrecer el semblante tan bonito de su novio y supo que había sido inoportuno y cruel decir eso. —Lo siento Lou, lo siento, —intentó acercarse, pero Louis se alejó y salió apresurado.
Esto estaba siendo más difícil de lo que esperaban, pensaron ingenuamente que los problemas quedarían atrás y que ahora las cosas serían muy fáciles. Se sentían más maduros, no entendiendo que todo tenía su propio proceso y que, por sus características de vida, se estaban enfrentando por primera vez a situaciones que eran normales para la mayoría.
Fue a buscarlo, y lo encontró sentado en el piso, jugando con corbata.
—Lou, perdóname, no pensé lo que dije.
—No te preocupes amor, lo entiendo. Perdón por no ser lo que necesitas, pero te juro que lo intento.
—Lou, no, no digas eso, —contestó nervioso. No podía agacharse, y sentía que de pie la distancia entre ellos era más larga. —¿Me ayudas? Quiero sentarme contigo.
—No, es incómodo, mejor vamos al sofá, ¿o prefieres ir al parque?
—Después, necesitamos hablar.
Louis lo ayudó a sentarse. No es que no pudiera, solo que aún le costaba.
—Fui un tonto, te hice sentir mal, y no te lo mereces. Eres un novio maravilloso Lou, soy yo, yo que quiero todo de ti, siempre, es que me gustas, me encantas y quisiera, ya sabes, todo el tiempo y a cada rato, y no podemos, y me frustra, y me hace decir idioteces. —Había hablado tan rápido, que pareció un trabalenguas.
—Eres un lindo amor, te entiendo, de verdad, solo te pido paciencia. Creo que está bien, que hemos ido más lento de lo que quisiéramos, pero Harry, llevamos poco tiempo de novios, tampoco es como que fuéramos a tener sexo el primer mes, ¿no crees?
—¿Por qué no? Si hubiésemos tenido ganas, lo habríamos hecho y estaría bien. ¿O me vas a decir que eres de esas personas que creen en los tiempos? Que antes de un año, solo besos, luego de otro año, caricias, y después del matrimonio ¿el sexo?
—No, claro que no. Solo que tal vez, no me hubiese atrevido a estar con alguien que no conociera bien o a quien no amara. Necesito estar enamorado, necesito confianza, necesito estabilidad.
—¿Y conmigo no lo tienes?
—No podemos hablar de estabilidad cuando al primer desencuentro nos alejamos y después andamos disculpándonos. Nos comportamos como chicos de 15 años, hormonales como dice Alice y no está bien. Harry, yo antes de conocerte era un tipo independiente, que la pasé muy mal para tener lo que he conseguido, no dependía de alguien más, mis noches de llanto eran eso, mías. Contigo he tenido que transformar todo lo que conocía, y no me estoy quejando, pero ¿estamos haciendo las cosas bien? Creo que no, y me empiezo a sentir triste, porque en estos momentos, es cuando siento que debemos separarnos.
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You Are The Light In The Middle Of My Darkness, History Larry Stylinson
FanfictionHarry está en silla de ruedas, aunque no hay una explicación para ello. Está dejando pasar su vida junto a una ventana. Louis tuvo una adolescencia triste y muy difícil, está dañado profundamente. Comenzaran una historia llena de buenos y malos mome...