Capítulo 11

87 9 5
                                    


Un mensaje de texto llegó a mi celular poniéndome alerta, lo tomé con la mayor velocidad posible para leerlo.

"Ya está en casa"

Perfecto.

Dejé el teléfono a un lado y caminé a paso rápido hasta la habitación mientras quitaba mi saco. Desabotoné los primeros botones de mi cuello y enrollé mis mangas para sentirme más cómodo. Luego vertí un poco de mi ron favorito en un pequeño vaso para tomar asiento.

En mi mano izquierda mi vaso el cual reposaba sobre el brazo del pequeño sofá personal. En mi mano derecha mis binoculares de largo alcance y tecnología que me permitía penetrar polarizados.

Mis ojos la enfocaron, justo cuando entraba en su apartamento y se quitaba su abrigo. La miré acercarse a su mesa para comenzar a revisar su correspondencia, con aire aburrido abría sobres que medio leía, hasta que se detuvo en uno que miró con especial atención.

Creo que recibió mi carta.

Sus delicadas manos abrieron el sobre, podía notarla nerviosa, eso me encanta. Cuando lo abrió y comenzó a leerlo ni siquiera respiró, no fue hasta que acabó que su pecho subió y bajó pesadamente. Sus dedos tomaron el papel rompiéndolo en muchos pedacitos chiquitos mientras ella murmuraba quién sabe qué cosas, ese acto me hizo sonreír de una manera inevitable.

Sofía Walsh es... majestuosa.

Esos ojos grandes, hermosos, llenos de una dulzura que hace caer a cualquiera, incluso hasta los que dicen ser los más fuertes ante los encantos de una mujer. Esa sonrisa radiante, arrebatadora, sensual. Ese cuerpo sacado de la obra de arte más majestuosa jamás antes vista, ni los pintores más talentosos de aquellas épocas podrían haber retratado figura similar. Peligro, dulzura, carisma, maldad. ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo es que alguien pueda parecer tan inocente y ser tan retorcida en su interior? Una musa sin duda, un ángel el cual tiene esas delicadas manos manchadas de sangre. Nadie lo sospecharía al verla. Nadie sospecharía que Sofía Walsh es una asesina.

La quiero para mi, si. Antes quería simplemente tenerla entre mis manos y retorcerle el cuello hasta dejarla sin vida ¿Ahora? Ahora ya no lo sé... quiero castigarla tanto como quiero poseerla. Tantos años vigilándola me han llevado a un estado de locura, de obsesión. ¿A qué sabrán esos labios tan perfectos? ¿A qué olerá esa piel tan sedosa y brillante? ¿Qué se sentirá besar cada una de esas curvas? No puedo pensar en tenerla y no probarla, no, necesito probarla. Necesito tenerla aquí, conmigo.

Bien dicen que un un rey no es nada sin su reina y yo quiero que ella sea la mía, nadie más que ella. Quiero sentarla en mi trono, coronarla como dueña de todo lo que soy y lo que tengo. La quiero a ella como mi reina, mi esposa, la madre de mis hijos.

Traerla conmigo no sería ningún problema para mi, estoy tan cerca de ella que nisiquiera lo sabe, podría tomarla en cualquier momento y traerla aquí a mi hogar, podría hacerlo en este preciso instante si así lo quisiera. Pero sé que me rechazará, por supuesto que lo hará. Y podría decir que sería solo cuestión de tiempo para que cayera rendida a mis encantos, sé que eso no sería una tarea imposible, enamorarla hasta que no pueda negarlo más. Pero sé perfectamente bien, que jamás tendré su corazón cuando este le pertenece a otra persona. El maldito guardaespaldas.

De Jace Cavanaugh he escuchado tanto que, aunque no sería imposible deshacerme de él, sé que es una misión un poco más complicada. Siempre escoltado hasta los huesos, escondido en su club las veinticuatro horas del día. Con él debo de ser aún más paciente, simplemente esperar el momento perfecto para dispararle en los cesos.

Al galante guardaespaldas le quitaré todo lo que tiene. Le quitaré sus negocios, le quitaré hasta el último centavo y sobre todo, le quitaré la mujer que ama.

Lo que haré será desaparecer a sus asquerosos gusanos que se hacen llamar serpientes, uno a uno los eliminaré. Luego seguiré con sus negocios, su club, su imperio, todo. Por último, cuando esté acabado y desesperado le quitaré a mi bella Sofía y ahí... ahí lo destruiré.

Ya todos están avisados, me he encargado de la mejor manera de hacerles saber que tienen sus días contados. Voy tras ellos, lo saben. Estoy tan cerca que podría respirarles en la nuca y aún así... no son capaces de verme. Cada día que pasa es un día menos para ellos en esta vida.

Pronto, muy pronto me conocerán. Pronto conocerán el rostro de quien los hizo temblar del miedo día a día.

Voy por ti guardaespaldas. Voy por ti, mi bella Sofía.

————————

Feliz Navidad!!! 🙈

Regalo navideño de mi para ustedes, un par de capítulos 🫶🏻 Para que luego no digan que no me acuerdo de ustedes eh.

Vayan a leer el próximo 👀

Obsesión LetalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora