Capítulo 19

132 9 2
                                    

El día de la fiesta había llegado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día de la fiesta había llegado. Estoy nerviosa eso no puedo negarlo, las ansias me están comiendo viva. Sé que en estos eventos cualquier cosa puede suceder. Conoceré a gente no precisamente buena y a eso hay que agregarle que, hoy sera el día que todos me conocerán y sabrán de inmediato quien soy yo, pues pienso ocupar mi apellido, Walsh.

Será un escándalo, la hija del difunto juez Walsh es cabecilla de la pandilla que en estos momentos controla todas las calles del estado. Nadie lo verá venir.

Como siempre antes de salir me miré una vez más al espejo para verificar mi atuendo. La fiesta la organicé yo y quise que fuera elegante, muy elegante, así que como anfitriona, invitada estrella y mujer de negocio tengo que lucir más despampanante que nunca.

Luego de haber ido a muchas tiendas y a las más costosas, me decidí por un precioso vestido rojo. Dos tirantes pasaban por mis hombros, sosteniendo un escote bastante pronunciado que hacia relucir mis senos de una manera sensual más no vulgar. La primera capa de la falda de una tela muy suave y cómoda, la capa encima de esta tenía un diseño en un lindo encaje que cubría toda la pieza. Se moldeaba a la perfección a mi figura, como si hubiese sido diseñado especialmente para mi. Con una abertura en mi pierna izquierda agregreba ese extra de sensualidad. Es una obra de arte.

En el salón de belleza se encargaron de hacerme un bonito peinado recogido y un maquillaje elegante que resaltaba mis facciones. Con algunos finos accesorios de oro y diamantes. No hay duda que seré el centro de atención.

Tomé mi abrigo y mi pequeño bolso que no llevaba más que mi celular y el retoque de mi labial. Salí de la habitación yendo hacia el salón donde Jace me estaría esperando. En el camino probé si mis zapatos eran cómodos realmente, no pude elegir unos tacones muy altos pues, aunque ya ha pasado más de una semana y mi pierna esta mucho mejor, luego de mucho caminar termino con un molesto dolor, así que para esta noche decidí unos tacones bonitos y cómodos.

En cuanto pise el salón Jace apartó su vista del celular para verme. Ninguno dijo nada, la habitación cayó en absoluto silencio. No sé quien estaba mirando con más intensidad a quién, solo sé que él luce absolutamente increíble.

El traje de color azul marino que se ceñía a su cuerpo de manera espectacular lo hacía ver exquisito. Esos músculos, esos brazos no pasaban por desapercibidos aun con toda esa tela encima. Los tatuajes de su cuello brillaban como un foco en contraste con el blanco de su camisa.

En momentos como estos es donde me cuestiono si él es real. Es imposible que ese hombre sea un simple mortal como el resto de nosotros, no, tiene que ser algo más, algo fuera de este mundo. Un ángel caído, sin dudas.

Se acercó hacia mi en pasos lentos, sin despegar sus ojos de mi cuerpo. Cuando estuvo a centímetros de distancia una de sus manos viajó hasta mi pecho, haciendo camino con su dedo índice por toda la piel descubierta que mi escote dejaba. Un suspiro casi torturado salió de él quien luego me miró a los ojos.

Obsesión LetalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora