El evento estaba pronto a terminar. Las personas iban desfilando por la salida poco a poco mientras Catrina cantaba las últimas canciones. A Alessandro no lo vimos más, luego de la charla él simplemente desapareció, dejándonos a los tres con una leve tensión, pensativos.
Cuando las puertas por fin se cerraron, los camareros comenzaron a encargarse de la limpieza, recoger copas y charolas. Los músicos guardaban sus instrumentos, todos en labor listos para irse lo más pronto posible a sus hogares.
Trevor Jace y yo nos dirigimos una vez más a la habitación donde podíamos hablar con privacidad. La temperatura había bajado considerablemente con el pasar de las horas, puedo sentir el frío aún dentro de las cuatro paredes. Tomé mi abrigo para cubrirme, sentándome luego junto a ambos que no decían nada, solo miraban con especial atención la bolsita que tenía Jace en la mano.
La droga de Alessandro promete sin duda mucho dinero, debo aceptar que es un invento maravilloso. Desde ya sé que será nuestro producto estrella, lo venderemos como pan caliente, la gente buscará a todos nuestros vendedores por más. Sé que esa droga nos hará aún más reconocidos, nos dará mucha más fama. Y eso es bueno, muy bueno. Pero eso implicaría una fuerte asociación con Alessandro, si su droga se vuelve nuestro producto estrella, Alessandro se convertirá en nuestro principal y más importante socio. Sé que no soy la única que no esta completamente complacida con la idea, Trevor y Jace tampoco lo están. Con la corta reunión de hoy supimos que Alessandro no es una persona que deseamos tener encima de nuestros traseros. Tiene el ego por las nubes, será pronto el rey de la mafia Italiana, se volverá insufriblemente demandante, querrá contrólanos y darnos ordenes porque lastimosamente las cosas son así, él si tiene más poder que nosotros, ese será motivo suficiente para hacerlo creer que puede ser nuestro jefe y sé a quien no le gustará eso.
—Aún estamos a tiempo de rechazar el trato si es lo que quieres... —dije llamando la atención de Jace.
Levantó su mirada de la pequeña bolsa hacia mi. Negó con un suspiro resignado.
—Sería muy estúpido si rechazo esta oferta. Esto promete mucho, dinero, clientes, reconocimiento, más poder.
—Podemos conseguir todo esos perfectamente sin Alessandro.
—Lo sé, pero tenemos la oportunidad de todo eso aquí y ahora —dijo apretando la bolsa en su puño— Sé que el tipo será un dolor de cabeza, pero no rechazaré el negocio.
Nadie dijo nada más. Si él dice que continuaremos con esto, pues así sera.
—¿Podemos irnos ya? Me muero de hambre —soltó Trevor en un mohín.
—Si,vámonos.
Tomé mi bolso para salir del lugar junto a ellos. Trevor se fue en su auto por su lado, despidiéndose dijo que nos veríamos mañana. Jace y yo nos montamos en su camioneta personal para irnos hacia su apartamento.
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Obsesión Letal
RomanceSegunda parte de Corrupción Letal. Ella ya no es aquella niña llena de miedos. Él ya no es su guardaespaldas que se negaba a amarla. Luego de acabar exitosamente con los escorpiones Jace y Sofía se convierten en los dueños de la ciudad, ahora ell...