Salí de la oficina a toda velocidad y bajé mientras me intentaba comunicar con los escoltas de Sofía sin obetener respuesta alguna, ninguno responde.
Me ha llamado hace un par de minutos atrás, pidiéndome que llegara ¿a dónde? No lo sé, pues cuando le he preguntado que ha pasado no respondió más. La llamada no se cortó, ella simplemente dejó de responder, Se escuchaba cansada, adolorida y eso para mí es suficiente para ir a buscarla sin pensarlo más.
Algo ha pasado, algo muy malo.
Pasé por en medio de todos sin decir una palabra. Trevor se interpuso en mi camino, preguntando mil cosas por segundo que yo no fui capaz de retener, ni siquiera volteé a verlo, mi cabeza no puede concentrarse en él ahora, solo pienso en Sofía, en qué sucedió, dónde está.
Al salir del club le dije al chofer que fuera al edificio donde ella vive, no importan los semáforos, no importan las señales de tránsito. Su apartamento es el primer lugar donde la buscaré obviamente.
—¿Me puedes decir qué es lo que está pasando? —preguntó Trevor ya desesperado.
—Sofía me ha llamado pidiéndome que llegue, no sé qué ha pasado, pero estaba herida, lo sé.
—¡¿Herida?! ¿Ya has hablado con los escoltas?
—No responden.
Escuché a Trevor soltar algunas maldiciones, luego ya no lo escuché más. Solo podía ir viendo el camino, en cuanto faltaba para llegar. Si en realidad está herida cada maldito segundo cuenta.
Mi mente divagaba entre los peores escenarios que se le pudieran ocurrir. Por más que trato no ser un pesimista de mierda en estos momentos es simplemente imposible. No puedo ser optimista, positivo, no cuando sé que algo malo le ha sucedido. Ya he estado en esta situación antes, ya he tenido a Sofía al borde de la muerte en mis brazos, en aquel entonces casi me vuelvo loco y la sola idea de que puede llegar a morir me está atormentando nuevamente.
La ansiedad me estaba asfixiando, como si el aire no fluyera acá adentro.
Ella estará bien.
No está muerta.
No morirá.
Sofía estará bien.
Al llegar al edificio lo primero que vi fue a Milo inconsciente en el piso, no había sangre al rededor de él, no está muerto. No me detuve a revisarlo, Milo me importa poco en estos momentos. Presioné el botón del elevador repetidas veces hasta que las puertas se abrieron. Estás cosas son muy lentas cuando quieren serlo.
Las puertas se abrieron de par en par en el piso de Sofía y lo que vi me hizo saber que lo que sucedió en definitiva no es nada bueno. El pasillo era un baño de sangre. Los escoltas están muertos.
No me entretuve más viendo los cadaveres y entré de una vez por todas al apartamento. Solo la luz de la cocina alumbraba todo el espacio. Avancé un poco más para encontrarme otro cadaver, un hombre rubio y grande estaba sobre otro lago de sangre y unos metros más allá estaba Sofía.
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Obsesión Letal
RomanceSegunda parte de Corrupción Letal. Ella ya no es aquella niña llena de miedos. Él ya no es su guardaespaldas que se negaba a amarla. Luego de acabar exitosamente con los escorpiones Jace y Sofía se convierten en los dueños de la ciudad, ahora ell...