Segunda parte de Corrupción Letal.
Ella ya no es aquella niña llena de miedos.
Él ya no es su guardaespaldas que se negaba a amarla.
Luego de acabar exitosamente con los escorpiones Jace y Sofía se convierten en los dueños de la ciudad, ahora ell...
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Lo primero que veo al abrir mis ojos es a un Jace plácidamente dormido. Su respiración era lenta, profunda, inahalaba paz y exhalaba paz. Creo que es el único momento donde en realidad nada le perturba, nada le preocupa. Luce tan tranquilo que no quiero siquiera moverme para no despertarlo.
Sin embargo las ganas de ir al baño son más grandes. Así que con cuidado y sigilo me levanté caminando de puntillas hasta el baño de la habitación. Descargué mi vejiga mientras inevitablemente recordaba la noche de ayer.
Lo que empezó como una noche loca llena de balas y sangre, terminó en la mejor noche de mi vida.
Jace me dió el recorrido por la casa ¿Qué digo casa? Es una mansión, pero de playa. Espacios muy amplios, modernos y sofisticados. Contaba con cinco habitaciones, cuatro baños, aproximadamente unos ocho armarios distribuidos a lo largo del lugar. También tenía lavandería, por supuesto, bodega, dos cocheras, como si una no fuera suficiente. Una oficina, una librería, espacio para gimnasio, un spa con jacuzzi incluido, cocina y comedor obviamente. Probablemente estoy pasando algo por alto pero es que es tanto.
No debería sorprenderme pues mi casa donde vivía con mis padres no era muy diferente a esto. Más habitaciones de las que necesitábamos, vajillas importadas de Asia, arte importado de Paris. Realmente la inmensidad de esta casa y sus lujos es algo relativamente normal para mi. Pero el hecho que es mía y que ahí en esta belleza frente al mar empezaré mi vida junto al amor de mi vida es... surreal.
Salí del baño para volver a la habitación, la habitación principal. Esta demás decir que es ridículamente inmensa. Todo adentro era como una habitación normal, lo hermoso era el gran ventanal que cubría toda la pared, desde aquí podía ver el patio trasero de la casa y la playa. Joder que maravilla.
Pensar que esta será mi vista todos los días a partir de hoy es... un sentimiento incomparable.
Busqué mi teléfono marcando el número de Zoe sin obtener respuesta. Intenté nuevamente y... nada. Al tercer intento decidí dejarle un mensaje de voz con la desilusión pinchándome. Estoy tan emocionada con todo lo que está sucediendo, siento que por fin comienzo a ver la luz después de mucho tiempo sin verla y lo único que quiero es compartir mi felicidad con ella. Pero su rechazo me lo hace imposible.
Allá va otra persona más desapareciendo de mi vida.
—Hey Zoe... solo te llamaba para contarte que... Jace me ha propuesto matrimonio, por supuesto dije que sí —reí para luego aclarar mi garganta— desde ya estoy pensando en la boda, en todo. Yo... necesito a mi mejor amiga ahí, junto a mi ¿ok? Así que llámame, por favor.
Envié el mensaje dejando salir un suspiro que hacía doler mi pecho. Se que no llamará. Y necesito que lo haga, necesito darle una explicación, aunque... ¿Qué le diré? ¿Más mentiras? Mientras no diga la verdad, esta amistad está condenada al fracaso. Y lastimosamente no creo que Zoé sea capaz de digerir la verdad de mi vida, ella sigue siendo una persona correcta. Yo perdí eso hace mucho.
