Crowley y Aziraphale salieron del lugar en cuanto pudieron.
Una vez que salieron, Azirafel procedió a pedir explicaciones sobre los "amigos" tan "amables" de Crowley. Ahora entiendia por qué Crowley era así, además, era notable que esos sujetos eran los que le ayudaban en las cosas ilícitas que Crowley hacían en secreto.
- ¡¿Quiénes eran?!
- Unos amigos.
- ¿Amigos? ¡Te amenazaron y me apuntaron con un arma!
- Si, son unos idiotas.
- Esa gente no es agradable.
- No, no lo son.
- Te agradezco que me hayas defendido y evitado que me dispararan.
- ¿Perdón? Yo no te defendí, ni evité nada.
- Claro que sí, eso demuestra que eres una buena persona... Muy en el fondo.
- ¡No soy una buena persona, idiota!.- Crowley sacó un arma de su bolsillo.
Aziraphale no retrocedió, se mantuvo en la misma posición. Aziraphale estaba seguro de qué Crowley nunca apretaría el gatillo, o bueno, necesitaba estar seguro de ello, si no tendría que hacer mucho papeleo por un nuevo cuerpo físico.
- ¡Pero tú me salvaste!
- ¡Por un carajo!,¡Yo no te salvé!
- ¿Entonces?, ¿Por qué evitaste que me disparan?
- Por qué quería hacerlo yo mismo.- Crowley quitó el seguro a la pistola.
- ¿Qué...?.- Los ojos de Azirafel se abrieron de par en par, y alzó las manos.
- ¿Quién eres realmente? No creas que me trago ese cuento de que me encuentras accidentalmente.
- Yo... Yo soy...
- ¡¿Quién eres?!.- La mano de Crowley estaba tentadoramente sobre el gatillo, lista para disparar.
- Soy tú ángel de la guardia, Crowley.
Crowley bajó la pistola, mientras su cara dejó de reflejar enojo, ahora era más de confusión.
- ¿Mi que...?
- Soy un ángel, me enviaron a cuidar de ti para que tú alma sea digna del cielo.
Crowley rompió a carcajadas, había estado aguantando su risa en cuanto el rubio mencionó lo de que era su ángel de la guarda, ¿Acaso había escapado de un manicomio? De ser así, eso explicaría muchas cosas.
- ¿De qué te ríes?.- Preguntó Aziraphale ofendido mientras se acomodaba su chalequito.
- Oh de nada, aunque será mejor que vuelvas al manicomio eh.- Dijo Crowley secándose las lágrimas por reír tanto.
- ¿Cuál manicomio?
- ¡Del qué te escapaste!.- Y Crowley volvió a reír.
- ¡Crowley!
- Ya, ya, pero si no te has escapado de uno, déjame decirte que si necesitas estar en uno, urgentemente.
De repente, Crowley cayó en cuenta... ¿Acaso Aziraphale lo había llamado por su nombre?
- ¿Cómo me llamaste?.- Dijo Crowley quitándose su gafas negras.
- Crowley, ese es tu nombre, ¿O acaso me eh equivocado de expediente? ¡Por todo los cielo! De ser así, Gabriel va a matarme, ¡Peor aún, me echarán al infierno!.- Aziraphale estaba asustado, temía haberse equivocado de persona.
- No te has equivocado... Me llamo Crowley.
- ¡Oh santo cielo! Que alegría, por un momento pensé que me había confundido.- Dijo Aziraphale soltando un suspiro de alivio.
- ¿Cómo sabes mi nombre?
- Ya te lo dije, soy tu ángel de la guarda, debo saberlo.- Aziraphale se encongió de hombros.
- ¡Los angeles no existen!
De repente, Hastur y Ligur salieron de la bodega.
- No creo que se el mejor lugar para tratar este asunto.- Murmuró Aziraphale.
- Tienes razón, "Ángel".- Crowley dijo lo último haciendo comillas con sus manos.
Aziraphale sonrió y se dirigió al Bentley.
- Vámonos.- Dijo Aziraphale haciendo una señal para que Crowley entrara al auto.
- Oh no, ni creas que te llevaré.- Crowley gruñó.
- Oh, claro que lo harás.
Efectivamente, Aziraphale había obligado a Crowley a llevarle en su amado Bentley. Claro que Crowley no estaba feliz con ello, pensaba abandonarlo en el primer estanque de patos que encontrara.- Crowley... Creo que estás sobrepasando el límite de velocidad.- Dijo Aziraphale al notar que Crowley conducía a 90 kilómetros por hora.
- Cállate. Solamente te dejé subir a mi coche por qué si no Hastur y Ligur te matarían, sería un desastre si la policía me cachara escondiendo otro cuerpo.- Dijo Crowley sin dejar de mirar hacia adelante.
- Si claro, yo sé que es tu corazón que te manda a hacer lo bue... Espera, ¡¿Otro cuerpo?!
Nadie le había mencionado a Aziraphale que Crowley asesinó a alguien, ¿O acaso no había leído esa parte en el expediente?
- Oh eso, fue un pequeño accidente. Llevé a alguien a su casa, aceleré mucho y bueno... No sobrevivió.- Crowley se había inventado eso para asustar a Aziraphale, cosa que logró.
(🥀)
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𝐿𝑜𝑠 𝑀𝑎𝑙𝑜𝑠 𝑁𝑜 𝑉𝑎𝑛 𝐴𝑙 𝐶𝑖𝑒𝑙𝑜
Fanfiction- Oh, Crowley, permíteme.- Dijo Aziraphale tendiendole la mano para ayudarle. - ¡No quiero tú ayuda!.- Crowley golpeó la mano de Aziraphale. Crowley se levantó a cómo pudo y se sacudió la ropa, estaba tan enojado que no se percató de que el sujeto l...